BORIS IZAGUIRRE
Ha sido una semana negra para los usuarios de Blackberry. Un fallo en el sistema inició el lunes una situación inédita en el siglo XXI: el mono por falta de servicios informáticos.
El martes se nos informó que el fallo afectaba a tres áreas: África, Europa y Oriente Próximo. Y el miércoles a mediodía, en plena celebración del Descubrimiento de América, Estados Unidos y Canadá cayeron de lleno en el apagón Blackberry.
BlackBerry, las secuelas
Una avería en los hábitos
Suponemos que se les exigirá a los candidatos que vistan ropa de manufactura española como se les reclama a la infanta elena o a Letizia
La noticia al fin saltó a la primera plana de periódicos, muchos de ellos fieles de iPhone y que se reían socarronamente de la angustiosa zozobra de la compañía líder en mensajería electrónica.
En la madrugada del jueves todo se restableció y empezaron las odiosas comparaciones: "Es un mono peor que el de un yonqui".
"Es como cuando se retrasa un avión contigo dentro".
"La vinculación tecnoafectiva puede jugarnos malas pasadas".
Todo es cierto, pero todavía más la gran revelación que ofrece este percance: no hay nada más aburrido que un móvil que es solo teléfono.
Descubrimos que no nos llama tanta gente, que no nos mensajea casi nadie, que el mail malo, el spam, es adictivo y que sin redes sociales estamos tan solos como en el patio del recreo del instituto cuando no eres popular ni con aroma de líder.
El resbalón de Blackberry coincide con la campañita electoral y, aburridos, decidimos mirar hacia ella, descubriendo que los principales candidatos a la presidencia de nuestro país están fuertemente vigilados por un ejército de estilistas, igual que las actrices nominadas a un Goya.
Rajoy parece confiar más en ellos que Rubalcaba.
Se constató, entre otras cosas, en el desfile militar del 12 de octubre, que por primera vez fue trending topic y con importante audiencia televisiva, prueba quizá de que ya no viajamos tanto en este puente como en otros años.
Coincidieron los dos candidatos y hablaron de fútbol. Rajoy iba vestido en gris y con corbata de finas rayas azules, todo ello pagado por él, suponemos, y de manufactura española, porque también se les exigirá a los candidatos y futuros presidentes que vistan español como se les reclamaba que hicieran a la infanta Elena y a doña Letizia.
El traje de Rubalcaba, pagado por él, era oscuro, no sabemos si negro o ese azul profundo que encanta a los magnates para las cenas informales.
La corbata sí era oscura, como noviembre.
Durante la crisis Blackberry se publicó que el equipo de confianza del candidato socialista intenta, sin éxito, convencerle de usar corbatas menos góticas. Pero se ve que el exvicepresidente no cree en tonterías ni presagios.
Es de la escuela de que una corbata es una corbata de la misma forma que una rosa era una rosa era una rosa para Gertrude Stein. No se anda con juegos.
Rajoy parece ser más versátil o, como diría el juez Del Olmo, más zorro, astuto en el sentido de que está dispuesto a esperar en silencio, sin mucho esfuerzo, su mayoría absoluta.
Los mismos reportes que informan de la aversión de Rubalcaba a preocuparse por corbatas explican que Rajoy lleva cenando solo un yogur desde principios de primavera.
Los efectos son evidentes, como también la presunción de que en el futuro, ya presidente, Rajoy lo meditará todo moviendo con calma la cucharita dentro del derivado lácteo.
El suyo será el gobierno del yogur y el silencio en busca del tiempo perdido.
Rubalcaba no necesita dietas porque fue atleta y tiene la genética del pensador fibroso. Seguramente para contrarrestar las carencias deportivas en su aspecto, Rajoy ha fichado a una atleta polémica, Marta Domínguez, que hoy forma parte de ese creciente ejército de personas absueltas de algún delito en nuestra vida política. Curiosamente, la moderna práctica de sacar sangre y aislar su plasma para reinyectarlo en el organismo -y que dio lugar a la investigación que hizo más famosa a la futura senadora de Palencia- es frecuente en gabinetes de belleza. Al parecer, el plasma reinyectado activa las células adormiladas de la epidermis y las arrugas se alisan a sí mismas. Con el fichaje de Domínguez se puede pensar que cuando llegue la mayoría absoluta popular, el plasma ya no será reclamo de mejores televisores, sino de pieles lisas y fuertes, a prueba de recortes y peores noticias económicas.
El universo, que está en expansión pero atado a los designios de la informática, convive desde hace una semana con un fantasma muy vivo. El de Steve Jobs, cuyo rostro, liso y de mirada penetrante, te saluda cada vez que conectas con la pagina web de su empresa. Todos aquellos que emplean ordenadores y tabletas de la manzana tienen que saludarle varias veces al día. Mucho se tuiteó durante el apagón Blackberry que Jobs lo había urdido desde el más allá. Aquí en España, los estilistas de Rajoy y Rubalcaba podrían fijarse en el look minimal del fantasma cibérnetico. El fantasma no lleva nada que no necesite. Jersey de cuello vuelto, gafas redondeadas, alianza y barba entrecana, que comparten Rajoy y Rubalcaba. El menos look le aporta al fantasma la flexibilidad hábil para moverse entre aquí y el más allá. Ni en este mundo de apagones hacen falta trajes de rayas, ni en el más allá se precisan corbatas funerarias. Todo sin olvidar la mirada de Jobs, que parece confirmarnos la teoría física de que el vacío no es igual a la nada.
LA PARADOJA Y EL ESTILO
Boris Izaguirre
17 oct 2011
Una separación DAVID TRUEBA
La película iraní Nader y Simin, una separación convocó en su primera semana de estreno en Francia más de 150.000 espectadores.
Fue vista por más de un millón de personas. Es algo que no sucederá en España, pese a ser una de las películas más estimulantes de la cartelera.
En Francia, al cine se le ha tratado siempre como a la farmacia. Respetando su presencia global en el país y organizándolo por barrios, la recompensa es una cartelera gozosa, plural, inacabable.
Por poner un ejemplo contrastado, en España, la anterior película del director Asghar Farhadi, A propósito de Elly, hermosa, compleja y fascinante, reunió 15.000 espectadores, 15.000 afortunados que disfrutaron con la actriz Golshifteh Farahani, que ahora vive en Francia, exiliada, después de que el Gobierno iraní le retirara el permiso de salida tras trabajar en el cine occidental.
Dos días atrás se ha confirmado la condena al silencio a Jafar Panahi, prosiguen los encarcelamientos y hasta las penas de flagelación contra artistas. Nader y Simin no es una película que necesite del estímulo solidario para robarte el resuello.
Al contrario, ejecuta una danza moral a ritmo de stacatto, donde cada situación propone una mayor complejidad, un vuelco ético, una duda más honda.
El país no está retratado en estampa turística.
Resulta esclarecedor para rechazar la caricatura que se nos impone de Irán en el brochazo geopolítico. Como en A propósito de Elly, en Nader y Simin la escritura y la interpretación caminan al tempo justo, provocando relámpagos de emoción.
Pesa, con incomodidad, la visión conservadora, que seguramente garantiza a su director poder seguir ejerciendo el oficio pese a ser premiado y admirado en Occidente.
El divorcio está aún mirado como un estigma, que destroza finalmente a los hijos de una pareja rota, concepto ya por fortuna superado.
Y el juramento sobre el Corán termina por ser, frente a otras muestras de autoridad, la única fuente de justicia absoluta.
Pero hasta esa naturalidad para mostrar los lastres del tradicionalismo estremece.
Película llena de vida para un panorama cultural como el nuestro, que nunca se ha sabido construir con ambición y dignidad.
Fue vista por más de un millón de personas. Es algo que no sucederá en España, pese a ser una de las películas más estimulantes de la cartelera.
En Francia, al cine se le ha tratado siempre como a la farmacia. Respetando su presencia global en el país y organizándolo por barrios, la recompensa es una cartelera gozosa, plural, inacabable.
Por poner un ejemplo contrastado, en España, la anterior película del director Asghar Farhadi, A propósito de Elly, hermosa, compleja y fascinante, reunió 15.000 espectadores, 15.000 afortunados que disfrutaron con la actriz Golshifteh Farahani, que ahora vive en Francia, exiliada, después de que el Gobierno iraní le retirara el permiso de salida tras trabajar en el cine occidental.
Dos días atrás se ha confirmado la condena al silencio a Jafar Panahi, prosiguen los encarcelamientos y hasta las penas de flagelación contra artistas. Nader y Simin no es una película que necesite del estímulo solidario para robarte el resuello.
Al contrario, ejecuta una danza moral a ritmo de stacatto, donde cada situación propone una mayor complejidad, un vuelco ético, una duda más honda.
El país no está retratado en estampa turística.
Resulta esclarecedor para rechazar la caricatura que se nos impone de Irán en el brochazo geopolítico. Como en A propósito de Elly, en Nader y Simin la escritura y la interpretación caminan al tempo justo, provocando relámpagos de emoción.
Pesa, con incomodidad, la visión conservadora, que seguramente garantiza a su director poder seguir ejerciendo el oficio pese a ser premiado y admirado en Occidente.
El divorcio está aún mirado como un estigma, que destroza finalmente a los hijos de una pareja rota, concepto ya por fortuna superado.
Y el juramento sobre el Corán termina por ser, frente a otras muestras de autoridad, la única fuente de justicia absoluta.
Pero hasta esa naturalidad para mostrar los lastres del tradicionalismo estremece.
Película llena de vida para un panorama cultural como el nuestro, que nunca se ha sabido construir con ambición y dignidad.
Una nueva biografía de Van Gogh afirma que murió por la bala perdida de un adolescente
Los estadounidenses Steven Naifeh y Gregory White Smith, ganadores de un Premio Pulitzer por la biografía del pintor Jackson Pollock, dicen que el artista holandés no se suicidó .
La vida, o mejor, las circunstancias de la muerte de Vincent van Gogh, han dado un giro inesperado un siglo después de que fuera enterrado en la villa gala de Auvers-sur-Oise a los 37 años.
Hasta ahora, la versión oficial de su fallecimiento citaba un suicidio en un trigal del sur de Francia. Ocurrió el 29 de julio de 1890, y el pintor, que había sufrido diversos episodios de enajenación y llegó a cortarse una oreja en un arrebato, se disparó un tiro en el pecho.
El arma, sin embargo, nunca fue encontrada.
De ese hilo han tirado ahora los escritores estadounidenses Steven Naifeh y Gregory White Smith para hacer una afirmación sorprendente: Van Gogh murió alcanzado por la bala perdida del revólver con el que jugaban unos adolescentes.
Fue, por tanto, víctima de un homicidio imprudente.
Su biografía, titulada Van Gogh: la vida, sale hoy a la venta en Estados Unidos.
Los autores han leído centenares de cartas de la correspondencia del pintor con su familia nunca publicada
De confirmarse, la explicación de Naifeh y White Smith podría cambiar la historia del arte.
El libro añade aún otra capa de mala suerte a la trayectoria vital de un hombre que no logró vender un solo cuadro en vida. "En la época de su fallecimiento, Van Gogh solía tomarse unas copas con dos chicos de Auvers.
El día de autos, uno llevaba puesto un traje de vaquero y jugaba con una pistola defectuosa. Seguro que bebieron demasiado.
Una bala se perdió y el pintor, para evitar que les juzgaran, dijo que se había disparado él", aseguran los biógrafos en un documental de la cadena televisiva estadounidense CBS, donde han presentado el libro.
Tras una vida de desengaños sostenida primero por su fe cristiana, y después por la pasión artística, la imagen de Van Gogh salvando de la cárcel a unos adolescentes solo agranda su leyenda.
En el museo que lleva su nombre en Ámsterdam, prefieren, de todos modos, tomarlo con calma. "La teoría de homicidio imprudente no está bien sustentada", ha dicho el conservador Leo Jansen.
Sin embargo, es cierto que el testimonio de un joven de 16 años explicando lo mismo que los nuevos biógrafos ya apareció en 1890.
La diferencia es que nadie le creyó.
Para su investigación, Naifeh y White Smith han tenido acceso a los fondos del museo Van Gogh. Han recorrido los escenarios de la vida del pintor, desde la oscuridad de sus primeros años en Holanda, al luminoso sur de Francia.
Pero sobre todo, han leído centenares de cartas de la correspondencia del pintor con su familia nunca antes publicada.
La vida, o mejor, las circunstancias de la muerte de Vincent van Gogh, han dado un giro inesperado un siglo después de que fuera enterrado en la villa gala de Auvers-sur-Oise a los 37 años.
Hasta ahora, la versión oficial de su fallecimiento citaba un suicidio en un trigal del sur de Francia. Ocurrió el 29 de julio de 1890, y el pintor, que había sufrido diversos episodios de enajenación y llegó a cortarse una oreja en un arrebato, se disparó un tiro en el pecho.
El arma, sin embargo, nunca fue encontrada.
De ese hilo han tirado ahora los escritores estadounidenses Steven Naifeh y Gregory White Smith para hacer una afirmación sorprendente: Van Gogh murió alcanzado por la bala perdida del revólver con el que jugaban unos adolescentes.
Fue, por tanto, víctima de un homicidio imprudente.
Su biografía, titulada Van Gogh: la vida, sale hoy a la venta en Estados Unidos.
Los autores han leído centenares de cartas de la correspondencia del pintor con su familia nunca publicada
De confirmarse, la explicación de Naifeh y White Smith podría cambiar la historia del arte.
El libro añade aún otra capa de mala suerte a la trayectoria vital de un hombre que no logró vender un solo cuadro en vida. "En la época de su fallecimiento, Van Gogh solía tomarse unas copas con dos chicos de Auvers.
El día de autos, uno llevaba puesto un traje de vaquero y jugaba con una pistola defectuosa. Seguro que bebieron demasiado.
Una bala se perdió y el pintor, para evitar que les juzgaran, dijo que se había disparado él", aseguran los biógrafos en un documental de la cadena televisiva estadounidense CBS, donde han presentado el libro.
Tras una vida de desengaños sostenida primero por su fe cristiana, y después por la pasión artística, la imagen de Van Gogh salvando de la cárcel a unos adolescentes solo agranda su leyenda.
En el museo que lleva su nombre en Ámsterdam, prefieren, de todos modos, tomarlo con calma. "La teoría de homicidio imprudente no está bien sustentada", ha dicho el conservador Leo Jansen.
Sin embargo, es cierto que el testimonio de un joven de 16 años explicando lo mismo que los nuevos biógrafos ya apareció en 1890.
La diferencia es que nadie le creyó.
Para su investigación, Naifeh y White Smith han tenido acceso a los fondos del museo Van Gogh. Han recorrido los escenarios de la vida del pintor, desde la oscuridad de sus primeros años en Holanda, al luminoso sur de Francia.
Pero sobre todo, han leído centenares de cartas de la correspondencia del pintor con su familia nunca antes publicada.
16 oct 2011
Una sola mirada
La mirada es un recurso vital para andar por el mundo, la mirada y la vista es un lenguaje que usamos de forma mecánica muchas veces, y otras la usamos para comunicarnos , hay muchas miradas, tristes, alegres, serias, si nemos lo que nos desagrada ponemos una mirada de horror, pero como describirlas, ese es el problema,
Dicen que la mirada es el espejo del alma, es posible, no lo sé, pero una sola mirada puede dejar helado a quien la reciba, son miradas que matan, o son miradas de estupefacción, de poder casi acariciar con la mirada si la utilizamos como elemento de seducción, quizás los ojos mas bellos que han llenado de amor o de odio son los de Lyz Tylor, un doble fila de pestañas le daba ese color extraño que llamaban de color "violeta".
Miradas expresivas como las de Vivien Leigt.
Por eso la mujer utiliza esos materiales de adorno, como una barra de Rimmel, que con una publicidad lo acompaña como algo fetichista, hay extensiones de pestañas, está claro que modificamos lo que la naturaleza nos da, como ese oscuro objeto del deseo.
Entornamos los párpados con estudiada forma, porque es un arma para seducir, y unas largas y negras pestañas rodean la mirada, y ya buscamos a quien cazamos con tanta operación , iteligente? eso ya es la moda, y lo que pueda sobresalir de ella, pero es solo un comienzo de un acercamiento falso, juega tu inteligencia, juega tu interés, no desviar la mirada o si, para parecer indefensa, o parecer voluble y jugar con quien la sostenga,
ese código lo aprendemos desde niños, podemos abrir mucho los ojos que tienen un defecto siempre , las lágrimas, por eso se venden adornos resistentes al agua.
El volor de la pupila se cambia a gusto con lentillas, no es un lenguaje sincero, es quizás la parte mas falsa de nuestra personalidad.
Podemos acentuar los párpados con unas sombras oscuras, o sombras suaves si queremos ser dulces, en Definitiva nunca nos fiemos mucho de la mirada de una mujer, es lo más engañoso que hay, y lo sabemos.
Y luego está lo que la naturaleza te da unos ojos bonitos, algo tan subjetivo como la mirada.
La mirada seductora es intermitente. Si el juego de la seducción ha empezado a funcionar, las miradas -entre seductor y seducido- se buscan y se encuentran “por casualidad” en sucesivas ocasiones. Los ojos expresan un mensaje: “tú me interesas”.
Dicen que la mirada es el espejo del alma, es posible, no lo sé, pero una sola mirada puede dejar helado a quien la reciba, son miradas que matan, o son miradas de estupefacción, de poder casi acariciar con la mirada si la utilizamos como elemento de seducción, quizás los ojos mas bellos que han llenado de amor o de odio son los de Lyz Tylor, un doble fila de pestañas le daba ese color extraño que llamaban de color "violeta".
Miradas expresivas como las de Vivien Leigt.
Por eso la mujer utiliza esos materiales de adorno, como una barra de Rimmel, que con una publicidad lo acompaña como algo fetichista, hay extensiones de pestañas, está claro que modificamos lo que la naturaleza nos da, como ese oscuro objeto del deseo.
Entornamos los párpados con estudiada forma, porque es un arma para seducir, y unas largas y negras pestañas rodean la mirada, y ya buscamos a quien cazamos con tanta operación , iteligente? eso ya es la moda, y lo que pueda sobresalir de ella, pero es solo un comienzo de un acercamiento falso, juega tu inteligencia, juega tu interés, no desviar la mirada o si, para parecer indefensa, o parecer voluble y jugar con quien la sostenga,
ese código lo aprendemos desde niños, podemos abrir mucho los ojos que tienen un defecto siempre , las lágrimas, por eso se venden adornos resistentes al agua.
El volor de la pupila se cambia a gusto con lentillas, no es un lenguaje sincero, es quizás la parte mas falsa de nuestra personalidad.
Podemos acentuar los párpados con unas sombras oscuras, o sombras suaves si queremos ser dulces, en Definitiva nunca nos fiemos mucho de la mirada de una mujer, es lo más engañoso que hay, y lo sabemos.
Y luego está lo que la naturaleza te da unos ojos bonitos, algo tan subjetivo como la mirada.
La mirada seductora es intermitente. Si el juego de la seducción ha empezado a funcionar, las miradas -entre seductor y seducido- se buscan y se encuentran “por casualidad” en sucesivas ocasiones. Los ojos expresan un mensaje: “tú me interesas”.
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