Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

11 oct 2011

Después de agrupar sus tesoros de gran formato en la sala central, ha llegado el momento de prestar atención a las obras más pequeñas.
 El Museo del Prado ha descubierto hoy su desconocida colección de 36 miniaturas y tres pequeños retratos que hasta el 26 de febrero se podrán ver en la planta baja situada junto a la entrada de Murillo, con las piezas que integran el Tesoro del Delfín.
La colección al completo, 164 miniaturas y los 16 pequeños retratos, acaba de ser catalogada en un volumen coordinado por la especialista Carmen Espinosa Martín.





Gabriele Finaldi, director adjunto del Museo del Prado, advierte de que el término miniatura se suele utilizar de manera confusa.
 "Es una técnica pictórica", aclara, "no tiene que ver con el tamaño de la obra.
Son trabajos hechos sobre vitela o tabletas de marfil con pigmentos disueltos en agua. Inglaterra fue el primer país en introducir esta técnica mientras que en España no se practica hasta la llegada de los Borbones.
La miniatura representa la faceta más íntima de la pintura.
En general se utilizaban como obsequios dentro del ámbito privado.
Por ejemplo, para concertar matrimonios. Pero también para darse a conocer ante los embajadores extranjeros, para poner cara a quienes suscribían un tratado o un acuerdo o como reconocimiento de una acción militar.






Entre los tres pequeños retratos que se exhiben, realizados con la técnica tradicional de la pintura al óleo, se encuentra una pieza firmada por Goya.
Es un retrato al óleo sobre cobre de Juana Galarza de Goicoechea, de 1805, pintado a propósito de la boda de su hijo Javier.
Las 36 miniaturas propiamente dichas son obra de artistas poco conocidos por el gran público y corresponden a la escuela española, en un cincuenta por cien, y a las escuelas europeas.

Sus amores, el Rey y Zapatero

La duquesa de alba cuenta su vida en el libro 'Yo, Cayetana' y habla de su relación con Antonio, el bailarín .
La duquesa de Alba dice estar harta de que hablen por ella, y por eso ha contado su historia en el libro Yo, Cayetana (Espasa), que hoy sale a la venta y el 24 de octubre presenta su autora en Sevilla.
 El libro repasa su vida y la de algunos de los famosos a los que ha conocido en sus 85 años. También habla del Rey, el presidente José Luis Rodríguez Zapatero, así como de sus amores, entre ellos Antonio, el bailarín. Y, cómo no, de sus seis hijos y su último marido, Alfonso Díez.
 Una vida intensa que está dispuesta a exprimir hasta el último instante. "El día que cumplí 80 años, los Reyes se personaron en mi casa con toda la familia para felicitarme. Cuando soplé las velas, me preguntaron: '¿Qué quieres? ¿Qué deseas?'. Y yo respondí: otros 80. Pienso seguir viviendo aunque sea por esa cara de susto que ponen todos cuando les apunto con el dedo y les digo: ¡Os pienso enterrar a todos!".






- Antonio, el bailarín. "Ahora que ha pasado tanto tiempo voy a dejar una cosa clara: si no hubiera sido porque era de la otra acera, como decíamos entonces, homosexual, como dicen hoy, Antonio podría haber sido un amor en mi vida.
 Pero no lo fue, aunque nos gustaba mucho a los dos bailar. [...] Ha pasado el tiempo y nunca me he parado a pensar por qué escribió aquellas memorias tan falsas y dañinas. Hay sentencias de por medio en juicios que gané por falsedad y mentiras.
Creo que en los últimos años de su vida estaba solo, resentido y amargado". Antonio, en sus memorias, habla de su amor con la duquesa: "Algún día acabará por reconocerse que yo soy el padre de Fernando. Solo amé y amaré a una sola persona, y es Cayetana".






- El rey Juan Carlos. "Yo me mato por el Rey. Es uno de los mejores reyes que ha tenido España. [...] Me imagino cómo lo pasaría de mal al principio, hasta la coronación en el Congreso. [...] Debemos conservar la Monarquía también con el príncipe Felipe y la princesa Letizia, que están haciendo un gran esfuerzo para salir adelante".






- Zapatero. "Si en estos momentos con este presidente no estuviera el Rey... no lo quiero ni pensar".






- Raf Vallone. "Con motivo del rodaje de El Cid en España organicé una recepción en Liria. El director era Anthony Mann y estaba interpretada por Charlton Heston, Sophia Loren y Raf Vallone, un italiano muy guapo con el que tuve un tonteo".



- Jesús Aguirre. "Estábamos tan enamorados y vivíamos tan intensamente nuestro amor que nos daba igual el escepticismo que habíamos levantado.
No daban ni un duro por nosotros.
Siempre estaba rodeado de amigos escritores, poetas, intelectuales y gente de izquierdas. Creo que esa fue una de las cosas que más molestó por aquel entonces, aunque fuera de una izquierda como la de Felipe González".






- Francisco Rivera. "El noviazgo de Eugenia y mi queridísimo Fran, mi yerno favorito, iba viento en popa. Mi única hija se iba a casar con un torero. Lo que a mí no me habían permitido".






- Los divorcios de sus hijos. "Unos meses después del divorcio de Jacobo y María Eugenia, sucedió el accidente de Mati, una tragedia que, afortunadamente, terminó mucho mejor de lo que al principio nos temimos. Si las separaciones de Alfonso y Jacobo me habían dolido, la de Mati y Carlos fue tremenda". Matilde Solís estuvo a punto de morir tras dispararse con una escopeta de caza.






- Alfonso Díez y la herencia. "Fue él quien me animó a operarme. Desde el primer día, Alfonso dejó muy claro que solo me quería a mí. Se ha presentado ante mis hijos con un abogado para renunciar a lo que le dijeran ellos.
Y yo ya he hecho la donación de mis bienes, aunque vuelvo a dejar claro que no he recibido presiones de nadie. Lo he hecho para tranquilidad futura de todos".



- Sus hijos. "Como ahora soy tan feliz, me cuesta mucho pararme a recordar los últimos años, sobre todo la oposición de mis hijos a mi noviazgo, a mi matrimonio con Alfonso. ¿Por qué? ¿Acaso yo no les he dejado vivir en paz? ¿Es que ellos son modélicos en sus vidas de pareja y no han hecho lo que han querido?".



- El futuro. "Ahora, cuando pasee por cualquiera de mis casas o cuando revise los salones de Liria, ya no estaré sola. Mantener la cabeza alta y la posición firme será más fácil porque a mi lado estará otra vez un hombre bueno y cariñoso, un compañero".
Lo único que me extraña es esa atracción de la Duquesa por los Homosexuales, Tanto por Aguirre que ella no dice nada, salvo Antonio, es al único que le reconoce la Homosexualidad.
No deja de ser extraño, del actual Duque se comenta que tb, y hasta ese tonteo con Raf Vallone que describe no deja de sorprender que tb fuera homosexual. Sus pasiones favoritas, los toros, los viajes, la bisutería jipiosa, que ya tiene bastantes joyones, creo que más que Liz Taylor tuvo.
No sé que verán en ella aparte que debió ser una mujer inteligente y caprichosa esas personas que la adoran y consiguen ser sus maridos, del 1º apenas dice nada, es el padre de casi todos sus hijos porque vuela esa incógnita que alguno fue de Antonio el bailarín, no sé si hay alguno más, sus hijos no se parecen entre sí, Jacobo , que no asistió a la boda por las afortunadas o desafortunadas declaraciones de su mujer, nueva nuera de Cayetana , repito Jacobo se parece mucho a ella como su hija esa niña mayor que parece una muñequita y habla cada vez más peligrosamente como su madre.

Esa antigualla de Montesquieu AGUSTÍN RUIZ ROBLEDO

La división de poderes no parece que le guste demasiado a nuestros políticos. Posiblemente piensen que como Montesquieu murió en 1775, su teoría no sirve hoy día para atender las necesidades del pueblo, por el que tanto se desviven, siendo suficiente con celebrar elecciones libres periódicamente.
 Por eso, aprueban siempre que pueden leyes que, retorciendo el significado de la Constitución, les permitan socavar la independencia del Poder Judicial. Sin duda, la más importante de ellas es la forma de elección de los 12 magistrados del Consejo General del Poder Judicial que, si a principios de la década de 1980 eran elegidos por los propios jueces (con un injusto sistema mayoritario, por cierto), desde 1985 son elegidos por las Cortes.
 Así que, primero, los designan entre el PSOE y el PP y después se reúnen Zapatero y Rajoy para consensuar el nombre del presidente del Consejo.
Bien mirado, no deja de ser una forma de dividirse el poder.





Si los militares cuelgan sus uniformes para entrar en política, los jueces deben colgar sus togas

Pero los buenos políticos siempre encuentran oportunidades de echarle una paletada de tierra a Montesquieu, como en este final de legislatura: aprovechando que la ley de agilización procesal pasaba por el Senado, han modificado la Ley Orgánica del Poder Judicial para permitir que los jueces que ocupen cargos políticos pasen a la situación administrativa de servicios especiales, que es tanto como decir que cuando se van a la política se les guarda la plaza que tuvieran y que cuando retornan se les cuentan los años que han estado fuera como si hubieran estado en activo, así que ni se retrasan en el escalafón ni pierden trienios. Las asociaciones de jueces han criticado con dureza esta reforma alegando que deteriora la independencia de la justicia y su imagen de imparcialidad.



Jueces para la Democracia ha señalado agudamente que se trata de una reforma "inexplicable", tanto que la LO 12/2011, de 22 de septiembre, no contiene exposición de motivos. Por mi cuenta, añado que esa falta de explicación está en todo el procedimiento legislativo: el proyecto de ley de agilización procesal entró en el Pleno del Senado el 13 de septiembre (es decir, en el último momento de un proceso que empezó en el Congreso el 11 de marzo de 2011) sin llevar una sola referencia a la reforma de la LOPJ y cuando salió el 14 ya tenía una disposición final en que se le añadía la nueva redacción del artículo 351 de la LOPJ y una disposición transitoria para darle efectos retroactivos.



¿Cómo lo consiguieron sus excelencias? Lo hicieron aprovechando que el artículo 125 del Reglamento del Senado permite que, de común acuerdo, todos los grupos del Senado puedan introducir "modificaciones" (es decir, pequeños cambios inferiores a una enmienda) a una ley.
 Y como todos estaban de acuerdo, pues todos tienen jueces en sus filas, no hubo necesidad de debate; de tal forma que el único rastro que se encuentra en el Diario de Sesiones es la aprobación por asentimiento de unas crípticas "propuestas de modificación con números de registro 68730 y 68731".



Su contenido no se supo hasta que se publicó en el Boletín del Congreso del 20 de septiembre, donde apareció sin el correspondiente "mensaje motivado" del Senado que exige el artículo 90 de la Constitución. Tampoco mereció una sola referencia en el Pleno del Congreso del 22 de septiembre; 343 votos a favor, una abstención, ninguna explicación. ¿Pero por qué hay que explicar lo evidente y entretener al pueblo con temas abstrusos?, diría alguno de los muchos políticos que han considerado que el 15-M no estaba falto de razón en sus críticas a la opacidad de la política. Con el mismo desparpajo podría zafarse de la pregunta, ¿pero modificar una ley orgánica en el último segundo, aprovechando una ley ordinaria, no contradice la jurisprudencia del Tribunal Constitucional que exige que haya una conexión material entre las enmiendas y la ley (STC 119/2011)? Hombre, diría nuestro político, me extraña que no vea la conexión entre una ley de agilización procesal y la nueva forma de agilizar el paso de la política a la judicatura.



La Ley Orgánica 12/2011 es inconstitucional por la forma en que se ha tramitado y, además, también lo es por su contenido, ya que viola las prohibiciones que la Constitución establece para los jueces de desempeñar cargos públicos, pertenecer a partidos y presentarse a las elecciones mientras estén en activo (artículos 127 y 70) porque la finalidad de esas prohibiciones es impedir que los jueces participen en política. Y ahora pueden hacerlo igual que los demás funcionarios, sin más limitación que el requisito formal de no tener el carnet de militante.



Un régimen legal de los jueces respetuoso con la Constitución debería ser igual que el establecido para los militares, pues tienen similares prohibiciones constitucionales: si los militares tienen que colgar sus uniformes para entrar en política, los jueces deberían de colgar sus togas.
Sin embargo, la ley dice lo contrario: que cuelguen las togas, pero sin miedo, que no solo se las vamos a guardar, sino que las lavaremos y plancharemos para que cuando vuelvan no se note que llevan años sin usarlas.



Agustín Ruiz Robledo es catedrático de Derecho Constitucional y profesor visitante en el University College de Dublín.

El VOLCÁN

Por fin parece que el volcán ha salido a la superficia, aunque en el fondo del mar.
Eso parece bueno en principio, aunque no sabemos qué consecuencias tendrá para el rico fondo marino de la zona, uno de los más bellos y deseados por los submarinistas.
 Lo que sí está claro es que la isla de El Hierro lleva varios meses en angustiosa espera, sufriendo fuertes temblores de tierra y con el municipio de Frontera muy afectado por la falta de comunicación.
 Que vengan ahora los catedráticos lejanos a decirnos que un volcán es bueno para la isla, mientras él no tiene que ser desalojado de su casa ni ve cómo sus productos agrícolas se pierden por falta de transporte.
 Es verdad que puede que acudan a la isla unos cuantos curiosos, pero ya eso sucedía, pues nada hay más interesante que la belleza de una isla que no necesita cataclismos para estar en el mapa. En realidad, siempre lo estuvo, incluso después que los ingleses de Grenwich le arrebataran el meridiano cero.
 Solo espero que el volcán se desahogue en el mar, que no haga demasiados estropicios, que deje de hacer temblar la tierra y que las autoridades tengan en cuenta los daños habidos en la isla, porque, quiérase o no, es un desatre natural.
 Supongo que no hace falta que remache mi eterna simpatía y solidaridad con la isla de El Garoé.


Emilio González Déniz