9 ago 2011
Los farmacéuticos cerrarán contra los impagos del Gobierno de Cospedal
Los farmacéuticos de Castilla-La Mancha echarán el jueves la persiana para protestar contra los impagos del Gobierno que preside María Dolores de Cospedal, del PP. La Junta adeuda al sector por primera vez 125 millones (no paga desde el 15 de mayo). Salvo un acuerdo de última hora, cerrarán todas las boticas de la región, menos las 244 de Albacete –cuyos colegiados decidieron no secundar la protesta-, y las de guardia (30%), que por ley deben abrir, aunque sólo dispensarán medicamentos de urgencia. Así, podrían sumarse a la iniciativa cerca del 60% de las 1.300 farmacias de Castilla-La Mancha.
Fuentes de la Confederación del Colegio de Farmacéuticos de España (22.000 oficinas) admiten que, al tratarse el de un sector regulado, la Junta podría responder a la protesta con algún tipo de sanción administrativa. Los cuatro colegios provinciales que secundan la protesta han solicitado el permiso de cierre a la Junta, que todavía no ha contestado pero podría hacerlo en las próximas horas.
Las farmacias de Castilla-La Mancha denunciarán lo que, a su juicio, resulta una "situación extrema”. En la reunión que mantuvieron el miércoles, el viceconsejero de Sanidad y Asuntos Sociales, Jesús Galván, no ofreció una solución y animó al sector a suscribir créditos con bancos y cajas, siguiendo el modelo de Murcia.
El Ejecutivo de Ramón Luis Valcárcel, también del PP, instó a los farmacéuticos en vísperas del 22-M a solicitar un préstamo avalado con su patrimonio.
La presidenta de la patronal del sector de Castilla-La Mancha, Fefcam, Dolores Espinosa, ha explicado que la mora administrativa ha conducido al sector a la "asfixia". La situación se ha cebado, asegura, con las farmacias rurales (de pueblos de menos de 1.000 habitantes), que representan el 10% del total.
Espinosa, pese a la gravedad, no ve riesgo de que se produzca el desabastecimiento de medicinas (las boticas tienen existencias para 15 días).
El estado de las farmacias de Castilla-La Mancha, donde se extienden cuatro millones de recetas anuales, revela la dificultad de administración para afrontar su deuda con los proveedores, de 1.742 millones, según Cospedal. "Esto no había pasado nunca: ahora [las Administraciones] te dicen directamente que no pueden pagar", explica Fernando Redondo, presidente de la patronal nacional Fefe, que aglutina al 60% de las 21.800 farmacias españolas.
La presidenta del Colegio de Farmacéuticos de Castilla-La Mancha, Rosa López-Torres, asegura no obstante que la Junta mantiene una predisposición “positiva a seguir trabajando y a buscar vías para pagar a los boticarios”. Añade que indica que, a las demoras de pago de la administración, se suma la caída de un 10% en el precio de los medicamentos, que ha reducido el margen de ventas, fijado por ley en un 28%.
Los distintos consejeros de la Junta han recurrido al argumento del legado socialista de facturas en los cajones para justificar el impago a proveedores, según una representante farmacéutica que asistió a la última reunión del sector con el consejero de Sanidad, José Ignacio Echaniz.
El exconsejero de Sanidad y diputado regional del PSOE por Guadalajara, Fernando Lamata, ha recordado que el Gobierno la Junta, durante el mandato del socialista José María Barreda, pagó "puntualmente" las facturas.
Lamata ha pedido a Cospedal que utilice los 350 millones que recibe mensualmente del Gobierno central para saldar la deuda con los farmacéuticos.
El Confederación de Colegios Farmacéuticos estiman que 3.000 de las 22.000 farmacias españolas atraviesan una situación "asfixiante".
Fuentes de la Confederación del Colegio de Farmacéuticos de España (22.000 oficinas) admiten que, al tratarse el de un sector regulado, la Junta podría responder a la protesta con algún tipo de sanción administrativa. Los cuatro colegios provinciales que secundan la protesta han solicitado el permiso de cierre a la Junta, que todavía no ha contestado pero podría hacerlo en las próximas horas.
Las farmacias de Castilla-La Mancha denunciarán lo que, a su juicio, resulta una "situación extrema”. En la reunión que mantuvieron el miércoles, el viceconsejero de Sanidad y Asuntos Sociales, Jesús Galván, no ofreció una solución y animó al sector a suscribir créditos con bancos y cajas, siguiendo el modelo de Murcia.
El Ejecutivo de Ramón Luis Valcárcel, también del PP, instó a los farmacéuticos en vísperas del 22-M a solicitar un préstamo avalado con su patrimonio.
La presidenta de la patronal del sector de Castilla-La Mancha, Fefcam, Dolores Espinosa, ha explicado que la mora administrativa ha conducido al sector a la "asfixia". La situación se ha cebado, asegura, con las farmacias rurales (de pueblos de menos de 1.000 habitantes), que representan el 10% del total.
Espinosa, pese a la gravedad, no ve riesgo de que se produzca el desabastecimiento de medicinas (las boticas tienen existencias para 15 días).
El estado de las farmacias de Castilla-La Mancha, donde se extienden cuatro millones de recetas anuales, revela la dificultad de administración para afrontar su deuda con los proveedores, de 1.742 millones, según Cospedal. "Esto no había pasado nunca: ahora [las Administraciones] te dicen directamente que no pueden pagar", explica Fernando Redondo, presidente de la patronal nacional Fefe, que aglutina al 60% de las 21.800 farmacias españolas.
La presidenta del Colegio de Farmacéuticos de Castilla-La Mancha, Rosa López-Torres, asegura no obstante que la Junta mantiene una predisposición “positiva a seguir trabajando y a buscar vías para pagar a los boticarios”. Añade que indica que, a las demoras de pago de la administración, se suma la caída de un 10% en el precio de los medicamentos, que ha reducido el margen de ventas, fijado por ley en un 28%.
Los distintos consejeros de la Junta han recurrido al argumento del legado socialista de facturas en los cajones para justificar el impago a proveedores, según una representante farmacéutica que asistió a la última reunión del sector con el consejero de Sanidad, José Ignacio Echaniz.
El exconsejero de Sanidad y diputado regional del PSOE por Guadalajara, Fernando Lamata, ha recordado que el Gobierno la Junta, durante el mandato del socialista José María Barreda, pagó "puntualmente" las facturas.
Lamata ha pedido a Cospedal que utilice los 350 millones que recibe mensualmente del Gobierno central para saldar la deuda con los farmacéuticos.
El Confederación de Colegios Farmacéuticos estiman que 3.000 de las 22.000 farmacias españolas atraviesan una situación "asfixiante".
Muñoz Molina: "Lo excepcional es no ser escritor"
El escritor y académico mantendrá hoy un encuentro con el público en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, donde imparte un curso sobre literatura .
.La última vez que Antonio Muñoz Molina estuvo en el Palacio de la Magdalena, en Santander, ya había puesto fin a La noche de los tiempos.
Esperaba, nervioso, la llamada de la editorial antes de regresar a casa.
Esta novela, como toda su trayectoria literaria, "es un ejemplo concreto" del itinerario relacionado con los procesos de cambio que vivió España desde que era niño hasta que se hizo adulto. "Siempre he querido contar ese tránsito, cómo en el ámbito de la propia vida suceden cosas tan cambiantes y extraordinarias, y cómo las personas se conectan con ese pasado", explicó el escritor y académico en su primer día del curso de verano que imparte hasta el viernes en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.
Antonio Muñoz Molina
"El pasado, y más en un país como España, está siempre siendo modificado, discutido o debatido", dice el autor de 'La noche de los tiempos'
Este es solo uno de los apuntes que adelantó ayer lunes tras iniciar el seminario Itinerarios de un aprendizaje, con el que intentará transmitir a los alumnos cómo se aprende a ser escritor. En esa primera toma de contacto les ha planteado una primera reflexión: "Los elementos de la creación literaria proceden de la necesidad de comprender el mundo en el que vivimos". Porque para Muñoz Molina, "lo excepcional es no ser escritor. Todo el mundo intenta elaborar una historia y dar sentido a la vida, aunque no escriban".
El escritor andaluz ha añadido que, además, su generación tiene la "curiosa característica" de haber nacido en un mundo y vivir ahora "en otro muy distinto", que se ha convertido en el material esencial con el que escribe.
"El pasado, y más en un país como España, está siempre siendo modificado, discutido o debatido y las personas lo cambian, lo inventan, lo corrigen o lo mejoran continuamente".
Además de su obra narrativa y ensayística, el autor de Plenilunio conversará con el público asistente al paraninfo de La Magdalena, desde las 19.00 de hoy martes, sobre los detalles que conformaron su escritura, desde sus narradores excelentes de culto y de su entorno más cercano ("sin cultura oficial pero con una sensibilidad extraordinaria") y experiencias vitales, hasta las influencias de escritores como Julio Verne, Tolstoi o Miguel de Cervantes.
El movimiento del 15-M
Muñoz Molina, además de literatura, dedicó unas palabras a la situación en España, en referencia al movimiento del 15-M, al recomendar "ser prácticos y plantearse cosas que sean prácticas" porque "hay mucho que hace falta conseguir pero otras muchas cosas que es necesario conservar".
El ganador del premio Planeta por El jinete polaco apuesta por utilizar "plenamente" la democracia y aceptar la responsabilidad personal de cada uno para acabar con los privilegios y salvar los derechos fundamentales.
"Hay que tomarse en serio el régimen democrático. La cuestión es saber si somos capaces de encontrar la manera de prescindir de los superfluo para salvar lo imprescindible".
El escritor de Úbeda, que se define como "reformista, y no revolucionario", ha recordado que los problemas a los que se enfrenta España son los propios de una sociedad en la que se han conquistado derechos que "están en peligro" y hay cosas que "se han hecho mal que no se pueden seguir postergando".
"El estado de bienestar y nuestros valores fundamentales debemos conservarlos, no podemos dar las cosas por supuestas", agregó Muñoz Molina, que recordaba cómo el poeta Pedro Salinas también dio por supuesta la vida que tenía hasta julio de 1936 en este mismo palacio, donde fue artífice de los cursos de verano, cuando tuvo conocimiento de que la Guerra Civil había comenzado.
"Entre el nerviosismo, el alivio literario por haber terminado de escribir la novela [La noche de los tiempos] y tristeza política al recordar esto, me sonó el móvil", contó. "Era la editora diciéndome que el libro le había gustado".
.La última vez que Antonio Muñoz Molina estuvo en el Palacio de la Magdalena, en Santander, ya había puesto fin a La noche de los tiempos.
Esperaba, nervioso, la llamada de la editorial antes de regresar a casa.
Esta novela, como toda su trayectoria literaria, "es un ejemplo concreto" del itinerario relacionado con los procesos de cambio que vivió España desde que era niño hasta que se hizo adulto. "Siempre he querido contar ese tránsito, cómo en el ámbito de la propia vida suceden cosas tan cambiantes y extraordinarias, y cómo las personas se conectan con ese pasado", explicó el escritor y académico en su primer día del curso de verano que imparte hasta el viernes en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.
Antonio Muñoz Molina
"El pasado, y más en un país como España, está siempre siendo modificado, discutido o debatido", dice el autor de 'La noche de los tiempos'
Este es solo uno de los apuntes que adelantó ayer lunes tras iniciar el seminario Itinerarios de un aprendizaje, con el que intentará transmitir a los alumnos cómo se aprende a ser escritor. En esa primera toma de contacto les ha planteado una primera reflexión: "Los elementos de la creación literaria proceden de la necesidad de comprender el mundo en el que vivimos". Porque para Muñoz Molina, "lo excepcional es no ser escritor. Todo el mundo intenta elaborar una historia y dar sentido a la vida, aunque no escriban".
El escritor andaluz ha añadido que, además, su generación tiene la "curiosa característica" de haber nacido en un mundo y vivir ahora "en otro muy distinto", que se ha convertido en el material esencial con el que escribe.
"El pasado, y más en un país como España, está siempre siendo modificado, discutido o debatido y las personas lo cambian, lo inventan, lo corrigen o lo mejoran continuamente".
Además de su obra narrativa y ensayística, el autor de Plenilunio conversará con el público asistente al paraninfo de La Magdalena, desde las 19.00 de hoy martes, sobre los detalles que conformaron su escritura, desde sus narradores excelentes de culto y de su entorno más cercano ("sin cultura oficial pero con una sensibilidad extraordinaria") y experiencias vitales, hasta las influencias de escritores como Julio Verne, Tolstoi o Miguel de Cervantes.
El movimiento del 15-M
Muñoz Molina, además de literatura, dedicó unas palabras a la situación en España, en referencia al movimiento del 15-M, al recomendar "ser prácticos y plantearse cosas que sean prácticas" porque "hay mucho que hace falta conseguir pero otras muchas cosas que es necesario conservar".
El ganador del premio Planeta por El jinete polaco apuesta por utilizar "plenamente" la democracia y aceptar la responsabilidad personal de cada uno para acabar con los privilegios y salvar los derechos fundamentales.
"Hay que tomarse en serio el régimen democrático. La cuestión es saber si somos capaces de encontrar la manera de prescindir de los superfluo para salvar lo imprescindible".
El escritor de Úbeda, que se define como "reformista, y no revolucionario", ha recordado que los problemas a los que se enfrenta España son los propios de una sociedad en la que se han conquistado derechos que "están en peligro" y hay cosas que "se han hecho mal que no se pueden seguir postergando".
"El estado de bienestar y nuestros valores fundamentales debemos conservarlos, no podemos dar las cosas por supuestas", agregó Muñoz Molina, que recordaba cómo el poeta Pedro Salinas también dio por supuesta la vida que tenía hasta julio de 1936 en este mismo palacio, donde fue artífice de los cursos de verano, cuando tuvo conocimiento de que la Guerra Civil había comenzado.
"Entre el nerviosismo, el alivio literario por haber terminado de escribir la novela [La noche de los tiempos] y tristeza política al recordar esto, me sonó el móvil", contó. "Era la editora diciéndome que el libro le había gustado".
Las letras, con actualidad entran
. .El 31 de agosto se acaba el optimismo veraniego: bienvenidos al desierto de lo real. Eso que en Francia llaman rentrée y que en España no acaba de quitarle del todo el protagonismo a la inefable "campaña del libro de texto" llegará este año con el barro de todas las tormentas (las económicas y las otoñales) pegado a los zapatos de la literatura. Ya sea de ficción o no.
La intrahistoria de la era Obama -a unos meses de las elecciones estadounidenses- y nuestras tragedias laborales -a unas semanas de las españolas- alternan en la parrilla editorial en el mes en que se conmemora el décimo aniversario del 11-S, aquel martes en que el mundo supo trágicamente que la historia no había terminado en 1989 en Berlín.
- La novela del mes. Si la literatura fuera como el fútbol Libertad (Salamandra), de Jonathan Franzen, sería uno de esos partidos del siglo que se juegan cada cierto tiempo. Cuando esta novela de 600 páginas se publicó en Estados Unidos hace un año la revista Time le dedicó la portada a su autor, algo que solo habían conseguido escritores como Joyce, Nabokov o Salinger. En su caso, además, el titular era rotundo: "El gran novelista americano".
El hecho de que Obama se interesara por el libro antes de su aparición ya había puesto bajo los focos a un narrador que atesoraba dos medallas: el National Book Award por su novela anterior, Las correcciones (Seix Barral), y haber rechazado la invitación para salir en el programa de televisión de Oprah Winfrey. Para algunos Libertad es la primera novela del siglo XXI.
Para otros, la última del XIX. Los primeros se basan en su contenido: la historia de una familia de Minnesota que con el cambio de milenio pasa de acercarse al ideal para convertirse en una fábrica de sospechas. Los segundos, entretanto, subrayan un modo de narrar ese contenido que acerca a Franzen a autores como Tolstoi, Dickens o Balzac. Para ambos, la novela como género sigue siendo la historia privada de las naciones. En este caso, la más poderosa del planeta. Un lugar en ocasiones ideal, sospechoso en otras.
- La confesión del año.
Tan voluminosa, y tan ambiciosa, como la novela de Franzen es otra de las grandes apuestas del nuevo curso: Yo confieso (Destino), de Jaume Cabré.
Si la duda en el caso del estadounidense, que cambia de editorial, es si los lectores españoles responderán tan bien como sus compatriotas, en el caso del autor catalán, y en catalán, lo es si este relato de formación servirá para que se conozca en toda España la obra de un autor traducido a casi 20 lenguas -es uno de los tesoros de la alemana Surkamp- y que ha ganado casi todos los premios, entre ellos el prestigioso Méditerranée a la mejor obra extranjera publicada en Francia en 2004.
- Días laborables. Uno de los jóvenes autores españoles que mejor ha sabido armonizar la ambición en la forma y la contundencia en los temas, la historia de la vida privada y la de la vida pública, es Isaac Rosa, autor en 2004 de El vano ayer, una de las grandes obras sobre el antifranquismo. En septiembre, Rosa publicará su cuarta novela, La mano invisible (Seix Barral), una aproximación desde la ficción al mundo laboral que podría tener su cara testimonial en El muelle de Ouistreham (Anagrama), de Florence Aubenas. En su reportaje, la periodista francesa narra su experiencia durante los días de 2007 en que, tras estallar la crisis, se inscribió en el paro poder contar desde dentro el cruce de explotaciones y humillaciones a las que son sometidos muchos trabajadores. Los de la limpieza, por ejemplo. Como ella.
- Francia, a lo suyo. Hay, no obstante, otra Francia y casi toda estará en Anagrama, que desembarca apostando por nuestros vecinos (Beigbeder, Roudinesco). La estrella más rutilante es Michel Houellebecq con El mapa y el territorio, novela ganadora del último premio Goncourt después de que el autor de Las partículas elementales despotricara durante años contra el galardón. Al final se lo llevó con su ácido retrato del mundo del arte contemporáneo en el que él aparece como personaje: "Un autor agradable de leer", escribe de sí mismo.
- Una década sin nombre. Los hechos son subversivos (Tusquets), es el título del nuevo libro de Timothy Garton Ash. Su subtítulo: Ideas y personajes para una década sin nombre.
Esa década es la que empezó en 2000 y quedó marcada un año después por los atentados del 11-S. El historiador británico, experto en Europa del Este, es profesor en Oxford y en Stanford (EE UU). Si a esto se le une que el suyo es uno de los estilos más transparentes, rigurosos y bienhumorados del panorama intelectual de nuestro tiempo, su colección de ensayos y reportajes es una garantía de sugerencia y pensamiento libre.
A riesgo de sonar a sinergético, sus artículos semanales en este periódico bien valen un euro veinte.
Aunque marcado por los atentados de Nueva York, el libro incluye una aproximación a la película La vida de los otros que es mucho más que una anécdota: el propio Garton Ash fue espiado por la Stasi durante sus años de estudiante en Berlín. Lo contó magistralmente en El expediente (Tusquets).
Hablando de la película, el historiador escribió hace dos años que, por contraste con la posguerra, hoy los alemanes tenían mejor protegida su privacidad que los británicos. Algunos le acusaron de tremendista. Murdoch ha terminado dándole la razón.
- El hueco del World Trade Center. "El siglo XXI nació sin anestesia", dice la periodista Ana Pastor en el prólogo a Nueva York, 8:45 A. M. (Errata Naturae), una antología de reportajes y artículos plagada de premios Pulitzer que, tesela a tesela, completa un mosaico que va del 11-S a la muerte de Bin Laden pasando por Afganistán e Irak, Bush y Obama, Washington y Guantánamo.
Lo firman nombres como Bob Woodward, Judith Miller o Amy Goldstein.
El arranque en vivo del siglo vio también cómo el periodismo tradicional se veía sacudido por la contribución de una fuente inédita y, por momentos, inagotable: WikiLeaks. También en septiembre, Seix Barral recupera Underground, una historia particular del ciberactivismo escrita en los años noventa por Julian Assange y Suelette Dreyfus. En una nota a la edición española Dreyfus se pregunta: "¿Hemos alcanzado un momento en que solo los curiosos y los imprudentes podrán salvarnos del Estado vigilante y del Estado secreto?"
- Imperialismos. Como todo imperio tiene su antiimperialista, ahí está Noam Chomsky (RBA) con su particular contribución al análisis de la política mundial a partir de los atentados contra las Torres Gemelas.
Como la historia explica muchas veces lo que la actualidad no alcanza a explicarse, Jane Burbank y Frederick Cooper publican Imperios (Críticas), de Roma a Estados Unidos pasando por China o la Unión Soviética, un caso este, a cuyo declive dedicó David Remnick, director de The New Yorker y biógrafo de Obama, su crónica La tumba de Lenin, que aparecerá en Debate.
- Primavera árabe, otoño español. La primera revolución democrática del mundo árabe, la acontecida en Túnez, ya tiene quien la explique: Sami Naïr, que publica simultáneamente en árabe, francés y español La lección tunecina (Galaxia Gutenberg / Círculo de Lectores), un libro tejido con entrevistas a los que encendieron una llama que todavía sigue encendida. De algo más al este llegan los relatos de un clásico vivo, el cairota Alaa Al Aswany, opositor a Mubarak y autor del celebérrimo El edificio Yacobián. Su libro Deseo de ser egipcio (Mondadori) reúne una serie de cuentos que las autoridades de su país rechazaron con el argumento de que contienen "opiniones subversivas al tiempo que se burlan de los valores de la sociedad egipcia, el Estado y la Patria".
- El resto es literatura.
La actualidad, la historia y la memoria mandan en el otoño casi tanto como eso que llaman "los mercados".
De las tres cosas hay en Esperanza (Roca), la crónica biográfica en la que Jesús María Santos retrata a Esperanza Pérez, una española de Cuba que terminó viendo cómo su hijo engrosaba la lista de los desaparecidos en la Argentina en la dictadura militar.
Por lo demás, una de las mesas de novedades más poblada será la de los ensayos literarios con Juan Benet (Lumen), Umberto Eco (Debate), Zadie Smith (Salamandra), Orhan Pamuk (Mondadori) o T. S. Eliot (Lumen). Además, un inédito inesperado: el Diario anónimo escrito por José Ángel Valente entre 1959 y 2000 (Galaxia Gutenberg / Círculo de Lectores).
Por el lado de la imaginación, el otoño verá llegar a las librerías los cuentos completos de Antonio Muñoz Molina (Seix Barral), Manuel Rivas (Alfaguara) y, en 2.500 páginas y tres tomos, los de Pirandello (Nórdica).
También relatos -Carolina Grau- publicará Carlos Fuentes, que hace doblete con el monumental volumen La gran novela latinoamericana (Alfaguara), un panorama que va de los tiempos de la conquista a Juan Gabriel Vásquez. Sin olvidarse, por supuesto, del boom de los años 60.
"Nosotros queríamos contar lo que la historia no había contado", dice el escritor mexicano refiriéndose a su generación. "Los autores que vinieron luego ya no tenían esa pretensión". Algunos, no obstante, todavía la conservan.
Y llegan en septiembre.
La intrahistoria de la era Obama -a unos meses de las elecciones estadounidenses- y nuestras tragedias laborales -a unas semanas de las españolas- alternan en la parrilla editorial en el mes en que se conmemora el décimo aniversario del 11-S, aquel martes en que el mundo supo trágicamente que la historia no había terminado en 1989 en Berlín.
- La novela del mes. Si la literatura fuera como el fútbol Libertad (Salamandra), de Jonathan Franzen, sería uno de esos partidos del siglo que se juegan cada cierto tiempo. Cuando esta novela de 600 páginas se publicó en Estados Unidos hace un año la revista Time le dedicó la portada a su autor, algo que solo habían conseguido escritores como Joyce, Nabokov o Salinger. En su caso, además, el titular era rotundo: "El gran novelista americano".
El hecho de que Obama se interesara por el libro antes de su aparición ya había puesto bajo los focos a un narrador que atesoraba dos medallas: el National Book Award por su novela anterior, Las correcciones (Seix Barral), y haber rechazado la invitación para salir en el programa de televisión de Oprah Winfrey. Para algunos Libertad es la primera novela del siglo XXI.
Para otros, la última del XIX. Los primeros se basan en su contenido: la historia de una familia de Minnesota que con el cambio de milenio pasa de acercarse al ideal para convertirse en una fábrica de sospechas. Los segundos, entretanto, subrayan un modo de narrar ese contenido que acerca a Franzen a autores como Tolstoi, Dickens o Balzac. Para ambos, la novela como género sigue siendo la historia privada de las naciones. En este caso, la más poderosa del planeta. Un lugar en ocasiones ideal, sospechoso en otras.
- La confesión del año.
Tan voluminosa, y tan ambiciosa, como la novela de Franzen es otra de las grandes apuestas del nuevo curso: Yo confieso (Destino), de Jaume Cabré.
Si la duda en el caso del estadounidense, que cambia de editorial, es si los lectores españoles responderán tan bien como sus compatriotas, en el caso del autor catalán, y en catalán, lo es si este relato de formación servirá para que se conozca en toda España la obra de un autor traducido a casi 20 lenguas -es uno de los tesoros de la alemana Surkamp- y que ha ganado casi todos los premios, entre ellos el prestigioso Méditerranée a la mejor obra extranjera publicada en Francia en 2004.
- Días laborables. Uno de los jóvenes autores españoles que mejor ha sabido armonizar la ambición en la forma y la contundencia en los temas, la historia de la vida privada y la de la vida pública, es Isaac Rosa, autor en 2004 de El vano ayer, una de las grandes obras sobre el antifranquismo. En septiembre, Rosa publicará su cuarta novela, La mano invisible (Seix Barral), una aproximación desde la ficción al mundo laboral que podría tener su cara testimonial en El muelle de Ouistreham (Anagrama), de Florence Aubenas. En su reportaje, la periodista francesa narra su experiencia durante los días de 2007 en que, tras estallar la crisis, se inscribió en el paro poder contar desde dentro el cruce de explotaciones y humillaciones a las que son sometidos muchos trabajadores. Los de la limpieza, por ejemplo. Como ella.
- Francia, a lo suyo. Hay, no obstante, otra Francia y casi toda estará en Anagrama, que desembarca apostando por nuestros vecinos (Beigbeder, Roudinesco). La estrella más rutilante es Michel Houellebecq con El mapa y el territorio, novela ganadora del último premio Goncourt después de que el autor de Las partículas elementales despotricara durante años contra el galardón. Al final se lo llevó con su ácido retrato del mundo del arte contemporáneo en el que él aparece como personaje: "Un autor agradable de leer", escribe de sí mismo.
- Una década sin nombre. Los hechos son subversivos (Tusquets), es el título del nuevo libro de Timothy Garton Ash. Su subtítulo: Ideas y personajes para una década sin nombre.
Esa década es la que empezó en 2000 y quedó marcada un año después por los atentados del 11-S. El historiador británico, experto en Europa del Este, es profesor en Oxford y en Stanford (EE UU). Si a esto se le une que el suyo es uno de los estilos más transparentes, rigurosos y bienhumorados del panorama intelectual de nuestro tiempo, su colección de ensayos y reportajes es una garantía de sugerencia y pensamiento libre.
A riesgo de sonar a sinergético, sus artículos semanales en este periódico bien valen un euro veinte.
Aunque marcado por los atentados de Nueva York, el libro incluye una aproximación a la película La vida de los otros que es mucho más que una anécdota: el propio Garton Ash fue espiado por la Stasi durante sus años de estudiante en Berlín. Lo contó magistralmente en El expediente (Tusquets).
Hablando de la película, el historiador escribió hace dos años que, por contraste con la posguerra, hoy los alemanes tenían mejor protegida su privacidad que los británicos. Algunos le acusaron de tremendista. Murdoch ha terminado dándole la razón.
- El hueco del World Trade Center. "El siglo XXI nació sin anestesia", dice la periodista Ana Pastor en el prólogo a Nueva York, 8:45 A. M. (Errata Naturae), una antología de reportajes y artículos plagada de premios Pulitzer que, tesela a tesela, completa un mosaico que va del 11-S a la muerte de Bin Laden pasando por Afganistán e Irak, Bush y Obama, Washington y Guantánamo.
Lo firman nombres como Bob Woodward, Judith Miller o Amy Goldstein.
El arranque en vivo del siglo vio también cómo el periodismo tradicional se veía sacudido por la contribución de una fuente inédita y, por momentos, inagotable: WikiLeaks. También en septiembre, Seix Barral recupera Underground, una historia particular del ciberactivismo escrita en los años noventa por Julian Assange y Suelette Dreyfus. En una nota a la edición española Dreyfus se pregunta: "¿Hemos alcanzado un momento en que solo los curiosos y los imprudentes podrán salvarnos del Estado vigilante y del Estado secreto?"
- Imperialismos. Como todo imperio tiene su antiimperialista, ahí está Noam Chomsky (RBA) con su particular contribución al análisis de la política mundial a partir de los atentados contra las Torres Gemelas.
Como la historia explica muchas veces lo que la actualidad no alcanza a explicarse, Jane Burbank y Frederick Cooper publican Imperios (Críticas), de Roma a Estados Unidos pasando por China o la Unión Soviética, un caso este, a cuyo declive dedicó David Remnick, director de The New Yorker y biógrafo de Obama, su crónica La tumba de Lenin, que aparecerá en Debate.
- Primavera árabe, otoño español. La primera revolución democrática del mundo árabe, la acontecida en Túnez, ya tiene quien la explique: Sami Naïr, que publica simultáneamente en árabe, francés y español La lección tunecina (Galaxia Gutenberg / Círculo de Lectores), un libro tejido con entrevistas a los que encendieron una llama que todavía sigue encendida. De algo más al este llegan los relatos de un clásico vivo, el cairota Alaa Al Aswany, opositor a Mubarak y autor del celebérrimo El edificio Yacobián. Su libro Deseo de ser egipcio (Mondadori) reúne una serie de cuentos que las autoridades de su país rechazaron con el argumento de que contienen "opiniones subversivas al tiempo que se burlan de los valores de la sociedad egipcia, el Estado y la Patria".
- El resto es literatura.
La actualidad, la historia y la memoria mandan en el otoño casi tanto como eso que llaman "los mercados".
De las tres cosas hay en Esperanza (Roca), la crónica biográfica en la que Jesús María Santos retrata a Esperanza Pérez, una española de Cuba que terminó viendo cómo su hijo engrosaba la lista de los desaparecidos en la Argentina en la dictadura militar.
Por lo demás, una de las mesas de novedades más poblada será la de los ensayos literarios con Juan Benet (Lumen), Umberto Eco (Debate), Zadie Smith (Salamandra), Orhan Pamuk (Mondadori) o T. S. Eliot (Lumen). Además, un inédito inesperado: el Diario anónimo escrito por José Ángel Valente entre 1959 y 2000 (Galaxia Gutenberg / Círculo de Lectores).
Por el lado de la imaginación, el otoño verá llegar a las librerías los cuentos completos de Antonio Muñoz Molina (Seix Barral), Manuel Rivas (Alfaguara) y, en 2.500 páginas y tres tomos, los de Pirandello (Nórdica).
También relatos -Carolina Grau- publicará Carlos Fuentes, que hace doblete con el monumental volumen La gran novela latinoamericana (Alfaguara), un panorama que va de los tiempos de la conquista a Juan Gabriel Vásquez. Sin olvidarse, por supuesto, del boom de los años 60.
"Nosotros queríamos contar lo que la historia no había contado", dice el escritor mexicano refiriéndose a su generación. "Los autores que vinieron luego ya no tenían esa pretensión". Algunos, no obstante, todavía la conservan.
Y llegan en septiembre.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)