De vuelta en el paraíso del Prado, Adán y Eva lucían ayer casi se diría que libres de pecados originales. Han sido dos años de restauración de las tablas en las que Alberto Durero (1471-1528), genio del Renacimiento alemán, intentó atrapar el canon de belleza ideal: desde su altura de nueve cabezas (en lugar de las ocho habituales), los pespuntes de color plateado y nacarado y esa anatomía apenas sugerida.
Adán había sido agujereado con saña y los daños parecían irreparables
Tras las delicadas intervenciones, las obras han recuperado la espectacular belleza con las que deslumbraron en su emplazamiento original en el Ayuntamiento de Núremberg y desde 1827, en el Prado. Allí vuelven ahora, durante cuatro meses: Adán y Eva presidirá la galería central del museo. Después, volverán a acompañar a las restantes obras de Durero propiedad de la pinacoteca, entre ellas, el bellísimo autorretrato del pintor.
Entretanto, gracias a un peculiar montaje, se puede contemplar la historia del delicado y complejo proceso de lifting que se ha realizado sobre las pinturas y las tablas que las soportan.
Gabriele Finaldi, director adjunto del museo, explicó ayer que la necesidad urgente de restaurar la obra se planteó en 2004. Expertos internacionales reunidos en el museo estudiaron a fondo los muchísimos daños producidos por reparaciones muy agresivas y decidieron que los trabajos se harían en el propio taller del museo, uno de los más prestigiosos del mundo, en colaboración con el Metropolitan de Nueva York y la Fundación Getty. Las tablas subieron al taller en 2008.
Estaban en pésimo estado, pero la que soporta a Adán había sido agujereada con saña de forma que soporte y pintura presentaban daños aparentemente irreparables.
De restaurarlas se han ocupado dos especialistas de un género del que no se cuentan más de una decena en todo el mundo: José de la Fuente, del Museo del Prado, y George Bisaca, del Metropolitan de Nueva York. Ayer, en el auditorio del museo se proyectaron imágenes del antes, el durante y el después del trabajo. Así se pudieron apreciar, en primeros planos, los efectos de las destructivas restauraciones realizada sobre las pinturas. Los responsables también de la recuperación de las tablas de El descendimiento de la cruz, de Roger van der Weyden, aseguraron que nunca se habían enfrentado a un trabajo tan complicado como el que representaban las piezas del artista alemán.
De la pura restauración de la pintura de las tablas se ha ocupado Mayte Dávila, trabajadora del museo desde hace 35 años. Dávila detalló los desastres que, desde el siglo XVIII, han sufridos estas obras. "Las sucesivas capas de barnices y repintes han sido monstruosos", explica.
Regalo de Cristina de Suecia a Felipe IV en 1654, un año después llegaron a Madrid. Se colgaron en las llamadas Bóvedas de Tiziano, las estancias de verano del Alcázar de Toledo, donde se expusieron junto a piezas maestras de Rubens, Tintoretto o Ribera. En el Alcázar, sufrieron su primer gran deterioro a consecuencia del incendio de 1734.
Siempre al borde del peligro, Carlos III ordenó su destrucción junto a otros muchos cuadros que él consideraba indecentes. Se salvaron entonces, pero el paso del tiempo y los malos cuidados hicieron sonar las alarmas.
Mayte Dávila contemplaba ayer con admiración el trabajo que ha capitaneado: "Ver ahora los tonos ámbar de Eva o los plateados de Adán proporciona auténtica felicidad".
25 nov 2010
Una protesta tan grande que se observa desde un satélite
Cientos de artistas se unen para llamar la atención sobre el cambio climático con obras gigantes .
La organización 350 EARTH está empeñada en llamar la atención en todo el mundo contra las ciudades contaminadas, los bosques en peligro, el derretimiento de los glaciares y el nivel del mar que amenaza las costas. Para lograrlo desde el pasado día 20 y hasta el día 28 ha movilizado a artistas de todo el mundo para que participen desinteresadamente en el proyecto con este calendario de actuaciones.
Según los organizadores, "en más de diez países de todo el mundo, se reunirán ciudadanos y artistas para crear enormes obras de arte públicas con el objetivo de mostrar cómo el cambio climático está afectando al mundo y ofrecer ideas para resolver esta crisis. Cada obra de arte será lo suficientemente grande como para ser vista desde el espacio y documentada por satélites".
Ya el pasado sábado día 20 España puso su granito de arena. Ciudadanos y ciudadanas de la región del Delta del Ebro unidos al artista urbano Jorge Rodríguez-Gerada se pusieron de acuerdo para construir juntos un rostro figurativo gigante representando la cara de una niña deseosa de ver el Delta sobrevivir a las amenazas del calentamiento global.
La intención de 350 EARTH es despertar conciencias antes de las negociaciones de las Naciones Unidas en Cancún (México) donde delegados de todos los países trabajarán para crear un tratado climático internacional. "Los políticos tienen todos los datos, cifras y gráficos que necesitan para resolver la crisis del cambio climático. Lo que falta es voluntad. Por eso, 350 EARTH demostrará que hay un apoyo público enorme tanto para que se actúe de un modo decisivo como para el papel que el arte puede desempeñar como fuente de inspiración para que la humanidad se enfrente al mayor de sus desafíos, la protección del planeta en el que vivimos", concluyen desde su página web.
La organización 350 EARTH está empeñada en llamar la atención en todo el mundo contra las ciudades contaminadas, los bosques en peligro, el derretimiento de los glaciares y el nivel del mar que amenaza las costas. Para lograrlo desde el pasado día 20 y hasta el día 28 ha movilizado a artistas de todo el mundo para que participen desinteresadamente en el proyecto con este calendario de actuaciones.
Según los organizadores, "en más de diez países de todo el mundo, se reunirán ciudadanos y artistas para crear enormes obras de arte públicas con el objetivo de mostrar cómo el cambio climático está afectando al mundo y ofrecer ideas para resolver esta crisis. Cada obra de arte será lo suficientemente grande como para ser vista desde el espacio y documentada por satélites".
Ya el pasado sábado día 20 España puso su granito de arena. Ciudadanos y ciudadanas de la región del Delta del Ebro unidos al artista urbano Jorge Rodríguez-Gerada se pusieron de acuerdo para construir juntos un rostro figurativo gigante representando la cara de una niña deseosa de ver el Delta sobrevivir a las amenazas del calentamiento global.
La intención de 350 EARTH es despertar conciencias antes de las negociaciones de las Naciones Unidas en Cancún (México) donde delegados de todos los países trabajarán para crear un tratado climático internacional. "Los políticos tienen todos los datos, cifras y gráficos que necesitan para resolver la crisis del cambio climático. Lo que falta es voluntad. Por eso, 350 EARTH demostrará que hay un apoyo público enorme tanto para que se actúe de un modo decisivo como para el papel que el arte puede desempeñar como fuente de inspiración para que la humanidad se enfrente al mayor de sus desafíos, la protección del planeta en el que vivimos", concluyen desde su página web.
24 nov 2010
Es ....mejor hablar de las Nubes
Es mejor hablar de las nubes. De la cosa política no quiero hacer referencia. Si uno tiene que ir a votar tapándose las narices, que es también el caso de votar a los X y a los Z, o si uno tiene que vendarse los ojos para votar a los W... Y no es la política lo que está corrupto, no solamente, sino los intereses financieros que mueven los hilos del pequeño guiñol. Y es tan denso el entramado, y tan hediondo el olor, que debería uno dedicarse a una causa (política), con lo que volvería a verse movido por las manos oscuras.
Uno tendría que ser un Maquiavelo, capaz de escribir para la regeneración del Príncipe, ya que no para la imposible alfabetización de la plebe, que es nueva en esto de los escaparates y se excita con sentirse protagonista de las voluntades democráticas.
Y tampoco está uno por esa labor.
A veces siento nostalgia por cosas que no he vivido, y no hablo de épocas políticas, sino de sensaciones envolventes, distintas y plenas.
Poniendo firmeza en los ojos, me acerco al extremo del muelle. La brisa es oscura y fría.
Publicado por José Carlos Cataño
Uno tendría que ser un Maquiavelo, capaz de escribir para la regeneración del Príncipe, ya que no para la imposible alfabetización de la plebe, que es nueva en esto de los escaparates y se excita con sentirse protagonista de las voluntades democráticas.
Y tampoco está uno por esa labor.
A veces siento nostalgia por cosas que no he vivido, y no hablo de épocas políticas, sino de sensaciones envolventes, distintas y plenas.
Poniendo firmeza en los ojos, me acerco al extremo del muelle. La brisa es oscura y fría.
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