Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

19 nov 2010

Eres lo que piensas... Atrae todo lo bueno a tu vida

La Polémica esta servida (Porque usted quiere)

Ese gordo grasiento, que tiene nombre como el del Soltres, es tan asquerosamente grasiento y feo que ni visténdose de Papa Nöel los niños que el dice querer se sentarian en sus rodillas para pedirle ni una consola, su cara es de baboso, pero como no se come un rosco tiene que decir esas butades de su maestro Sánchez Dragó que perdió la oportunidad de su vida cuando no se calló lo de las japonesitas, y es un viejo verde, quizás mas viejo ya que verde, según viagras.
No sé como no los han metido en la cárcel, no por decir que si niñas si porque mujeres le damos asco, asco porque ninguna salvo su madre le aguantará.
Pues tenemos una mezcla estupenda, un grasiento con cara llena de espinillas y un viejo que ya no es joven, un imbecil y un idiota, buen duo del periodismo. Un Gordo y un flaco sería ofender a esos actores estupendos.
A Sortres le diría que se hiciera una estética y transplante de pelo porque feo gordo con espinilas y calvo no le queda más remedio que colgarse del cello, a Sanchez Dragó no le diría nada, él sabe que ya no tiene remedio y lo poco que le quede se lo gaste en un geriatra.
Prque cada uno en su estilo está loco de atar. No pongo la foto de Soltres pero si se acuerdan de Santiago Segura en Apatrullando la ciudad con aquel asqueroso grano, este que les hablo es como un grano inmenso aggggggggggggg Y echaria la pota.

Esta grosería la paga usted

La zafiedad se instala en las tertulias televisivas financiadas con dinero público - Los comentarios sexistas y racistas hechos ante escolares en Telemadrid ilustran la degradación del debate
Machista, xenófobo, bochornoso, repulsivo, rancio, cutre. Los comentarios del contertulio del programa de Telemadrid Alto y claro Salvador Sostres han provocado una oleada de indignación entre organizaciones periodísticas, asociaciones de telespectadores, grupos políticos y entidades en defensa de las mujeres y los menores. Todos han alzado su voz contra las expresiones sexistas del periodista catalán vertidas en el plató del canal autonómico, en el que se encontraban como público niños de tres colegios. Antes de que comenzara el programa las cámaras captaron una conversación en la que Sostres lanzada comentarios vejatorios hacia las mujeres y los niños marroquíes (quienes, dijo, "lo llevan todo suelto"). Presumió de sus gustos sexuales y confesó que se siente atraído por las jóvenes "de 17 o 18 años" porque "no huelen a ácido úrico" y son "dulces como lionesas de crema y con carnes que rebotan".




"Estás enfermo, macho, estás enfermo"

Para eso se les contrata

Un tertuliano de Telemadrid realiza comentarios sexuales explícitos delante de menores

Telemadrid denuncia a la policía la filtración de las declaraciones del tertuliano

Aguirre considera "una conversación privada" las declaraciones sexuales de un tertuliano de Telemadrid

¡Qué bien hace esto Saura!

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"No es lo mismo hablar a micrófono abierto que cerrado", opina la FAPE



Irritación entre los profesores por la visita de escolares a la cadena madrileña



"Se jactan de no hacer telebasura, pero la hacen", dice una sindicalista



Sostres había escrito sobre los muertos en Haití que "el mundo hace limpia"

Este caso es el ejemplo clamoroso de un nuevo género televisivo que consiste en insultar bien alto y bien claro. Un género que se ha extendido como la pólvora en las tertulias de la TDT. Y que adquiere una mayor dimensión al tratarse de una televisión pública que tiene entre sus colaboradores a Fernando Sánchez Dragó, que alardea de sus relaciones con menores, y a Salvador Sostres, también colaborador de El Mundo, que acumula una inagotable antología. Sostres ha escrito que "el talento es algo connatural al hombre como la belleza a la mujer". Sobre los muertos del terremoto de Haití, que "el mundo hace limpieza". De la joven atrapada en una atracción del Tibidabo, que falleció porque a los pobres les gusta lo cutre. Y de los abusos sexuales de la Iglesia a los menores, que son "indemostrados y a menudo indemostrables", "leves". Un grupo de trabajadores de El Mundo (alrededor de un centenar) rechazaron ayer las palabras de Sostres, se declararon "abochornados" de la "arcada estomagante" que ha protagonizado en Alto y claro y cuestionaron la "pirotecnia provocativa" del columnista, que nada tiene que ver con "la libertad de expresión".



Pero no es el único. El periodista de Intereconomía Eduardo García Serrano llamó "zorra" y "puerca" a la consejera de Sanidad del Gobierno catalán, Marina Geli.Tras el fabuloso escándalo mediático y político se arrepintió. "Soy hombre y católico, y por eso pido perdón". También se vio obligado a pedir disculpas el alcalde de Valladolid, Francisco Javier León de la Riva, por sus referencias machistas hacia la recién nombra ministra de Sanidad, Leire Pajín. "Cada vez que la veo esa cara y esos morritos pienso lo mismo, pero no lo voy a decir", confesó el regidor. Luego reconoció que sus declaraciones fueron fruto de un "un exceso verbal".



El portavoz de Cultura del Grupo Popular en el Senado, Juan Van-Halen, ha sufrido esta semana otro exceso en un rifirrafe con la ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez. Tras jactarse de que le quedaba grande la "chupa" de cuero (que lució durante la campaña electoral al Ayuntamiento de Madrid en 2003), dijo en tono despectivo que también le quedaba grande el poncho y el kaftán y el Ministerio.



Todos estos casos ponen de manifiesto hasta qué punto ha llegado la degradación del debate público. Para el presidente de la Asociación de Usuarios de la Comunicación (AUC), Alejandro Perales, las imágenes de Alto y claro vistas ahora (corresponden a una edición de la semana pasada) ponen de manifiesto que estos "personajes atrabiliarios y extravagantes no actúan ante la cámara para ganar audiencia, no representan un papel, sino que son así, es su forma habitual de comportarse". La televisión se ha convertido, según Perales, en "un aparato para ver quién defiende las posiciones más radicales y agresivas para dar audiencia". Y así es como han copado la pantalla gente "agresiva, machista, reaccionaria, diletante e insultante que hace su agosto ante las cámaras esparciendo exabruptos"·



Más grave aún si quien sirve de altavoz es una televisión pública como Telemadrid, que recibe generosas subvenciones del Gobierno de Esperanza Aguirre. "Los ciudadanos de Madrid tienen derecho a que no se utilice su dinero para pagar a estos presuntos periodistas y literatos que no solo carecen de la más mínima ética, sino que además presumen abiertamente de sus excesos con un lenguaje tabernario impropio de un medio público", dicen en una nota los sindicatos de Telemadrid. Las palabras de Sostres captadas en Alto y claro han provocado la indignación de los trabajadores. "La dirección se jacta de haber acabado con la telebasura, pero es auténtica telebasura", comenta la sindicalista Maite Treviño, convencida de que la directora general de la cadena, Isabel Linares, "mira para otro lado porque no dirige los informativos".



Tanto el comité de empresa de Telemadrid, como el portavoz socialista en el consejo de administración de la cadena, Eduardo Sotillos, exigieron que Sostres abandone la tertulia que dirige y presenta Isabel San Sebastián. Como tantas veces, será una petición inútil. Esperanza Aguirre se ha limitado a decir que "las conversaciones privadas son eso, conversaciones privadas".



La conversación no salió al aire pero sí pudo ser escuchada por alumnos de tres colegios de Tarragona, Cádiz y Rabat, que asistían a su emisión dentro del proyecto Escuelas Viajeras impulsado por el Ministerio de Educación y con la colaboración de las comunidades autónomas. Manuel Martín-Arroyo, profesor del colegio público Quinta de la Paz de San Lúcar de Barrameda (Cádiz), estaba con sus alumnos (de 11 y 12 años) entre el público. Aunque ignora si los niños llegaron a oír los "groseros" e "infames" comentarios, considera que las despectivas referencias de Salvador Sostres hacia los alumnos procedentes de Marruecos ("¿Qué es esto, un colegio o una ONG?" y otras referentes a la intimidad y la vestimenta) han sido "una burla". Máxime cuando la mayoría de los estudiantes del Colegio Español de Rabat son cultos y pertenecen a clases acomodadas (entre ellos había hijos de ministros, intelectuales y mandos militares). "Ha sido una mala experiencia", dice Marín-Arroyo, que dejó por escrito su malestar por esta visita a Telemadrid.



La presencia de niños en el plató ha llevado al Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid, Arturo Canalda, a tomar cartas en el asunto. Ha actuado de oficio y ayer anunció la apertura de un expediente, y aunque cree que no ha habido delito porque la conversación no llegó a emitirse, mantiene que las afirmaciones de Sostres sonrojan a cualquier persona con dos dedos de frente. "Alguien que crea opinión no puede verter este tipo de opiniones". Canalda abrió otro expediente a Sánchez Dragó después de que el escritor (que presenta en Telemadrid el cultural Noches blancas) se vanagloriara en un libro de haber mantenido relaciones sexuales con menores en Japón en los años sesenta. Canalda cree que pese a que la secuencia no se difundió por Televisión (ayer saltó a las webs de radios y periódicos digitales tras la denuncia de UGT), hay determinados límites que no se deben traspasar.



Telemadrid se escuda precisamente en que la escena no se emitió y se negó a juzgar "conversaciones privadas". "Lamentamos que se haya intervenido de forma ilícita una conversación particular para su posterior difusión. Sobre esta conducta, tomaremos las medidas pertinentes", dijo un portavoz de la empresa. Preguntada Isabel San Sebastián, no quiso hacer más comentarios: "Me limito a lo que se ha visto en las webs. Mi opinión es la misma opinión de Telemadrid".



Hoy tendrá oportunidad de entrar en el debate el vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González. El portavoz socialista en la comisión de control de Telemadrid, Juan Antonio Ruiz Castillo, preguntará al Ejecutivo regional si "va a seguir tolerando" que un medio público pueda seguir teniendo en nómina a personas "complacientes con la pederastia y la perversión". Para el diputado socialista, comentarios como los que se oyen en los platós de Telemadrid son "bochornosos e indignantes" y no pueden ampararse en la libertad de expresión.



En situaciones como esta parece más necesario un consejo audiovisual, órgano de control de las radios y las televisiones que Aguirre cerró poco después de conceder las licencias locales en agosto de 2005. Perales considera que estos consejos son un buen instrumento para proteger a los menores ante contenidos inapropiados, pero este caso, al no haberse emitido las imágenes, no entraría dentro de sus competencias. Aunque la presencia de niños en el estudio de Alto y claro abre la posibilidad de trato inadecuado hacia ellos.



Para Elsa González, presidenta de la Federación de Asociaciones de la Prensa de España (FAPE), hay que distinguir entre contenido y continente. Sobre el primero afirma: "Este tipo de manifestaciones no se formulan por casualidad.
Si alguien suelta esas cosas con tanto desparpajo no está improvisando, está dando rienda suelta a algo que tiene interiorizado y que forma parte de su pensamiento habitual, de su personalidad.
Y ahí los únicos calificativos posibles son: vergonzoso, barriobajero y soez. Puede incluso producir todo un poco de asco, pero tampoco es cuestión de ponerse a su altura. Comentarios como los de este contertulio rebajan a quien los pronuncia. En realidad, Sostres se está vejando a sí mismo".
 Tras dejar esto claro, añade: "Pero no es lo mismo hablar a micrófono cerrado que abierto. Si está apagado, pertenece a su mundo personal, no a su labor periodística. Pillar a alguien a traición es algo de nos denigra a todos, y no debe hacerse".



Como dice Elsa González, alguien que hace públicas observaciones como esas no se está dejando llevar por un arrebato o por un despiste.
Ideas similares ya había avanzado Salvador Sostres en algunos escritos, a disposición del público en su blog. En el titulado Una mujer es su cuerpo, escribe: "La belleza es una característica femenina tal como el talento es una característica masculina". Una mujer con ropa interior mal conjuntada "esconde rasurados poco trabajados, una higiene dudosa, y un aliento que huele a porro". Añade el contertulio en este artículo: "Hay una idea de orden y civilización que se desvanece cuando todo se descubre y ves un tanga verde y unos sujetadores amarillos, un hedor a ácido úrico que inevitablemente notas (...) En eso la derecha hay que reconocer que ha sido siempre más adecuada y limpia, más civilizada".

'El Principito' contra el talibán

Los militares españoles desplegados en Afganistán jamás pensaron que harían algo parecido. Ni les prepararon ni les advirtieron sobre ello. No era peligroso, pero sí inusual: han estado repartiendo libros, ejemplares de El Principito de Antoine de Saint-Exupéry traducidos al dari, un dialecto del farsi hablado en ese país.






Un grupo de 30 amigos financió la traducción al dari de 5.000 ejemplares

No fue idea del Ministerio de Defensa, sino de una mujer llamada Fuencisla Gozalo, procuradora de profesión, que desde hace años colecciona ejemplares de esta obra en todos los idiomas del mundo. Lo tiene en 200 lenguas. Buscando nuevas incorporaciones para su librería descubrió la triste historia de un traductor afgano llamado Ghulam Sakhi Ghairat, hoy director de la Escuela Diplomática de Kabul, que en 1977 hizo una pequeña edición del libro en dari. "No llegó a venderse nunca y la conservó en cajas en su casa", le contó a la ministra de Defensa, Carme Chacón. Hasta que durante la guerra, bombardearon su vivienda. Todo ardió. "Él salvó la vida porque estaba en Nueva York", añadió.



"El día de mi cumpleaños le pedí a mis amigos que, en lugar de hacerme un regalo, me ayudaran a financiar una edición de El Principito en dari para repartirlo entre las mujeres y los niños afganos", cuenta Fuencisla. Sus amigos colaboraron para aportar 2.500 euros con los que financiar una tirada de 5.000 ejemplares de la traducción de Sakhi.



"Para repartirlos pensé que podía ayudarnos nuestro Ejército", explica, "y le envié una carta a la ministra". "Badghis es una provincia muy necesitada, y si no constituye un peligro para nuestros soldados creo que sería bueno que se encargasen de su reparto en escuelas, bibliotecas, entre las mujeres y los niños", decía la misiva.



El Ministerio de Defensa le contestó que le parecía una excelente idea y que se ponían manos a la obra. Fuencisla no quiso perdérselo y viajó a Afganistán para ver con sus propios ojos a mujeres y niños paseando con su ejemplar. "Ningún niño había podido leer El Principito. Ahora sí. Podrán aprender los valores que enseña el libro: honestidad, lealtad, amistad. El traductor me dijo que lo más importante para garantizar la seguridad en el futuro, para que los niños no terminen en campos de entrenamiento talibanes, es la educación".



El ejemplar lleva una dedicatoria a Fuencisla -"esperamos que, esté donde esté, su corazón lata siempre con el de millones de niños afganos"-, pero ella no se quedó satisfecha y, una vez en Kabul, se reunió con el viceministro de Educación. "Si nos dan un dólar, nosotros llevaremos lápices. Si nos dan más, podemos construir escuelas o colegios. Necesitamos 6.000. Gestionen ustedes el dinero, elijan ustedes a los constructores, y nosotros les regalaremos el terreno", les dijo el político afgano. Y Fuencisla Gozalo ya no pudo dejar de pensar en la posibilidad de construir un colegio en Kabul.



A los pocos días se celebró una segunda reunión en la Agregaduría de Defensa, a la que asistió la diputada Homaira Haqmal, profesora de Derecho en la Universidad de Kabul; el coronel Luis Herruzo; y el brigada José Manuel Nogales. Todos se entusiasmaron con el proyecto: decidieron crear la Fundación Cometa para reunir fondos. Fuencisla es la presidenta; el coronel Herruzo, el vicepresidente. La idea es que en el colegio se emplée a mujeres y se eduque a los niños en la igualdad. La segunda lengua de la escuela sería el español.



En la exposición del proyecto, Fuencisla cita un extracto de la obra Taliban, de Ahmed Rashid, que dice lo siguiente: "Los niños se pasaban el día estudiando el Corán, las enseñanzas del profeta Mahoma y los principios fundamentales de la ley islámica interpretada por unos profesores que casi eran analfabetos.
 Aquellos estudiantes de las madrazas wahabies eran los discapacitados, los inquietos, los desempleados o los humildes. Admiraban la guerra porque era la única ocupación a la que tenían posibilidad de adaptarse. La simple creencia en un islam mesiánico y puritano que les habían inculcado a la fuerza unos simples mulás rurales era el único sostén con en el que podían contar para dar sentido a sus vidas".