Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

19 nov 2010

Esta grosería la paga usted

La zafiedad se instala en las tertulias televisivas financiadas con dinero público - Los comentarios sexistas y racistas hechos ante escolares en Telemadrid ilustran la degradación del debate
Machista, xenófobo, bochornoso, repulsivo, rancio, cutre. Los comentarios del contertulio del programa de Telemadrid Alto y claro Salvador Sostres han provocado una oleada de indignación entre organizaciones periodísticas, asociaciones de telespectadores, grupos políticos y entidades en defensa de las mujeres y los menores. Todos han alzado su voz contra las expresiones sexistas del periodista catalán vertidas en el plató del canal autonómico, en el que se encontraban como público niños de tres colegios. Antes de que comenzara el programa las cámaras captaron una conversación en la que Sostres lanzada comentarios vejatorios hacia las mujeres y los niños marroquíes (quienes, dijo, "lo llevan todo suelto"). Presumió de sus gustos sexuales y confesó que se siente atraído por las jóvenes "de 17 o 18 años" porque "no huelen a ácido úrico" y son "dulces como lionesas de crema y con carnes que rebotan".




"Estás enfermo, macho, estás enfermo"

Para eso se les contrata

Un tertuliano de Telemadrid realiza comentarios sexuales explícitos delante de menores

Telemadrid denuncia a la policía la filtración de las declaraciones del tertuliano

Aguirre considera "una conversación privada" las declaraciones sexuales de un tertuliano de Telemadrid

¡Qué bien hace esto Saura!

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"No es lo mismo hablar a micrófono abierto que cerrado", opina la FAPE



Irritación entre los profesores por la visita de escolares a la cadena madrileña



"Se jactan de no hacer telebasura, pero la hacen", dice una sindicalista



Sostres había escrito sobre los muertos en Haití que "el mundo hace limpia"

Este caso es el ejemplo clamoroso de un nuevo género televisivo que consiste en insultar bien alto y bien claro. Un género que se ha extendido como la pólvora en las tertulias de la TDT. Y que adquiere una mayor dimensión al tratarse de una televisión pública que tiene entre sus colaboradores a Fernando Sánchez Dragó, que alardea de sus relaciones con menores, y a Salvador Sostres, también colaborador de El Mundo, que acumula una inagotable antología. Sostres ha escrito que "el talento es algo connatural al hombre como la belleza a la mujer". Sobre los muertos del terremoto de Haití, que "el mundo hace limpieza". De la joven atrapada en una atracción del Tibidabo, que falleció porque a los pobres les gusta lo cutre. Y de los abusos sexuales de la Iglesia a los menores, que son "indemostrados y a menudo indemostrables", "leves". Un grupo de trabajadores de El Mundo (alrededor de un centenar) rechazaron ayer las palabras de Sostres, se declararon "abochornados" de la "arcada estomagante" que ha protagonizado en Alto y claro y cuestionaron la "pirotecnia provocativa" del columnista, que nada tiene que ver con "la libertad de expresión".



Pero no es el único. El periodista de Intereconomía Eduardo García Serrano llamó "zorra" y "puerca" a la consejera de Sanidad del Gobierno catalán, Marina Geli.Tras el fabuloso escándalo mediático y político se arrepintió. "Soy hombre y católico, y por eso pido perdón". También se vio obligado a pedir disculpas el alcalde de Valladolid, Francisco Javier León de la Riva, por sus referencias machistas hacia la recién nombra ministra de Sanidad, Leire Pajín. "Cada vez que la veo esa cara y esos morritos pienso lo mismo, pero no lo voy a decir", confesó el regidor. Luego reconoció que sus declaraciones fueron fruto de un "un exceso verbal".



El portavoz de Cultura del Grupo Popular en el Senado, Juan Van-Halen, ha sufrido esta semana otro exceso en un rifirrafe con la ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez. Tras jactarse de que le quedaba grande la "chupa" de cuero (que lució durante la campaña electoral al Ayuntamiento de Madrid en 2003), dijo en tono despectivo que también le quedaba grande el poncho y el kaftán y el Ministerio.



Todos estos casos ponen de manifiesto hasta qué punto ha llegado la degradación del debate público. Para el presidente de la Asociación de Usuarios de la Comunicación (AUC), Alejandro Perales, las imágenes de Alto y claro vistas ahora (corresponden a una edición de la semana pasada) ponen de manifiesto que estos "personajes atrabiliarios y extravagantes no actúan ante la cámara para ganar audiencia, no representan un papel, sino que son así, es su forma habitual de comportarse". La televisión se ha convertido, según Perales, en "un aparato para ver quién defiende las posiciones más radicales y agresivas para dar audiencia". Y así es como han copado la pantalla gente "agresiva, machista, reaccionaria, diletante e insultante que hace su agosto ante las cámaras esparciendo exabruptos"·



Más grave aún si quien sirve de altavoz es una televisión pública como Telemadrid, que recibe generosas subvenciones del Gobierno de Esperanza Aguirre. "Los ciudadanos de Madrid tienen derecho a que no se utilice su dinero para pagar a estos presuntos periodistas y literatos que no solo carecen de la más mínima ética, sino que además presumen abiertamente de sus excesos con un lenguaje tabernario impropio de un medio público", dicen en una nota los sindicatos de Telemadrid. Las palabras de Sostres captadas en Alto y claro han provocado la indignación de los trabajadores. "La dirección se jacta de haber acabado con la telebasura, pero es auténtica telebasura", comenta la sindicalista Maite Treviño, convencida de que la directora general de la cadena, Isabel Linares, "mira para otro lado porque no dirige los informativos".



Tanto el comité de empresa de Telemadrid, como el portavoz socialista en el consejo de administración de la cadena, Eduardo Sotillos, exigieron que Sostres abandone la tertulia que dirige y presenta Isabel San Sebastián. Como tantas veces, será una petición inútil. Esperanza Aguirre se ha limitado a decir que "las conversaciones privadas son eso, conversaciones privadas".



La conversación no salió al aire pero sí pudo ser escuchada por alumnos de tres colegios de Tarragona, Cádiz y Rabat, que asistían a su emisión dentro del proyecto Escuelas Viajeras impulsado por el Ministerio de Educación y con la colaboración de las comunidades autónomas. Manuel Martín-Arroyo, profesor del colegio público Quinta de la Paz de San Lúcar de Barrameda (Cádiz), estaba con sus alumnos (de 11 y 12 años) entre el público. Aunque ignora si los niños llegaron a oír los "groseros" e "infames" comentarios, considera que las despectivas referencias de Salvador Sostres hacia los alumnos procedentes de Marruecos ("¿Qué es esto, un colegio o una ONG?" y otras referentes a la intimidad y la vestimenta) han sido "una burla". Máxime cuando la mayoría de los estudiantes del Colegio Español de Rabat son cultos y pertenecen a clases acomodadas (entre ellos había hijos de ministros, intelectuales y mandos militares). "Ha sido una mala experiencia", dice Marín-Arroyo, que dejó por escrito su malestar por esta visita a Telemadrid.



La presencia de niños en el plató ha llevado al Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid, Arturo Canalda, a tomar cartas en el asunto. Ha actuado de oficio y ayer anunció la apertura de un expediente, y aunque cree que no ha habido delito porque la conversación no llegó a emitirse, mantiene que las afirmaciones de Sostres sonrojan a cualquier persona con dos dedos de frente. "Alguien que crea opinión no puede verter este tipo de opiniones". Canalda abrió otro expediente a Sánchez Dragó después de que el escritor (que presenta en Telemadrid el cultural Noches blancas) se vanagloriara en un libro de haber mantenido relaciones sexuales con menores en Japón en los años sesenta. Canalda cree que pese a que la secuencia no se difundió por Televisión (ayer saltó a las webs de radios y periódicos digitales tras la denuncia de UGT), hay determinados límites que no se deben traspasar.



Telemadrid se escuda precisamente en que la escena no se emitió y se negó a juzgar "conversaciones privadas". "Lamentamos que se haya intervenido de forma ilícita una conversación particular para su posterior difusión. Sobre esta conducta, tomaremos las medidas pertinentes", dijo un portavoz de la empresa. Preguntada Isabel San Sebastián, no quiso hacer más comentarios: "Me limito a lo que se ha visto en las webs. Mi opinión es la misma opinión de Telemadrid".



Hoy tendrá oportunidad de entrar en el debate el vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González. El portavoz socialista en la comisión de control de Telemadrid, Juan Antonio Ruiz Castillo, preguntará al Ejecutivo regional si "va a seguir tolerando" que un medio público pueda seguir teniendo en nómina a personas "complacientes con la pederastia y la perversión". Para el diputado socialista, comentarios como los que se oyen en los platós de Telemadrid son "bochornosos e indignantes" y no pueden ampararse en la libertad de expresión.



En situaciones como esta parece más necesario un consejo audiovisual, órgano de control de las radios y las televisiones que Aguirre cerró poco después de conceder las licencias locales en agosto de 2005. Perales considera que estos consejos son un buen instrumento para proteger a los menores ante contenidos inapropiados, pero este caso, al no haberse emitido las imágenes, no entraría dentro de sus competencias. Aunque la presencia de niños en el estudio de Alto y claro abre la posibilidad de trato inadecuado hacia ellos.



Para Elsa González, presidenta de la Federación de Asociaciones de la Prensa de España (FAPE), hay que distinguir entre contenido y continente. Sobre el primero afirma: "Este tipo de manifestaciones no se formulan por casualidad.
Si alguien suelta esas cosas con tanto desparpajo no está improvisando, está dando rienda suelta a algo que tiene interiorizado y que forma parte de su pensamiento habitual, de su personalidad.
Y ahí los únicos calificativos posibles son: vergonzoso, barriobajero y soez. Puede incluso producir todo un poco de asco, pero tampoco es cuestión de ponerse a su altura. Comentarios como los de este contertulio rebajan a quien los pronuncia. En realidad, Sostres se está vejando a sí mismo".
 Tras dejar esto claro, añade: "Pero no es lo mismo hablar a micrófono cerrado que abierto. Si está apagado, pertenece a su mundo personal, no a su labor periodística. Pillar a alguien a traición es algo de nos denigra a todos, y no debe hacerse".



Como dice Elsa González, alguien que hace públicas observaciones como esas no se está dejando llevar por un arrebato o por un despiste.
Ideas similares ya había avanzado Salvador Sostres en algunos escritos, a disposición del público en su blog. En el titulado Una mujer es su cuerpo, escribe: "La belleza es una característica femenina tal como el talento es una característica masculina". Una mujer con ropa interior mal conjuntada "esconde rasurados poco trabajados, una higiene dudosa, y un aliento que huele a porro". Añade el contertulio en este artículo: "Hay una idea de orden y civilización que se desvanece cuando todo se descubre y ves un tanga verde y unos sujetadores amarillos, un hedor a ácido úrico que inevitablemente notas (...) En eso la derecha hay que reconocer que ha sido siempre más adecuada y limpia, más civilizada".

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