6 oct 2010
Son tiempos extraños para la lírica:
Son tiempos extraños para la lírica:
mueren los argumentos del capital
y una grúa llora desconsolados versos
pues en los lodos del presente
no parece haber donde agarrarse
y en las calles, la desesperación
rompe cualquier límite de velocidad.
Los mensajes se alimentan del miedo,
las aglomeraciones en los estadios
se viven como ceremonias religiosas,
de la mirilla del misil intercontinental
prenden tres geranios sangrando
por los amores que no han podido,
por un estribillo sin nada que decir,
por la indiferencia silenciosa ante todo.
Las ideas ejercen de látigos
y buscan enemigos debajo de las piedras,
los panes y los peces ya no están
para hacer milagros en los que nadie cree
después de tanta desvergüenza
de sotanas con vicios pulpitados
que gotean cinismo, crueldad y semen
por las paredes de las catedrales.
Por eso necesito más que nunca
querer al prójimo más que a mí mismo,
por eso estás también tú salvándome
de esta tragicomedia donde se miente
a mansalva y sin cargos de conciencia...
Y por eso no quiero más sangre humilde
derramada por un ideal que se antoja falso
una patria gobernada desde el dinero
o salmos que no tienen sentido alguno.
mueren los argumentos del capital
y una grúa llora desconsolados versos
pues en los lodos del presente
no parece haber donde agarrarse
y en las calles, la desesperación
rompe cualquier límite de velocidad.
Los mensajes se alimentan del miedo,
las aglomeraciones en los estadios
se viven como ceremonias religiosas,
de la mirilla del misil intercontinental
prenden tres geranios sangrando
por los amores que no han podido,
por un estribillo sin nada que decir,
por la indiferencia silenciosa ante todo.
Las ideas ejercen de látigos
y buscan enemigos debajo de las piedras,
los panes y los peces ya no están
para hacer milagros en los que nadie cree
después de tanta desvergüenza
de sotanas con vicios pulpitados
que gotean cinismo, crueldad y semen
por las paredes de las catedrales.
Por eso necesito más que nunca
querer al prójimo más que a mí mismo,
por eso estás también tú salvándome
de esta tragicomedia donde se miente
a mansalva y sin cargos de conciencia...
Y por eso no quiero más sangre humilde
derramada por un ideal que se antoja falso
una patria gobernada desde el dinero
o salmos que no tienen sentido alguno.
El reloj DAVID TRUEBA
Todo el mundo sabe que solo el tiempo convierte las victorias en derrotas y las derrotas en victorias. ( no necesariamente) Por eso cada vez más las celebraciones se exageran, para compensar el desgaste futuro. Tomás Gómez ha hecho bien en pasearse por las parrillas y micrófonos de la esfera mediática. Tras la victoria en las primarias socialistas madrileñas estrena reloj.
Es curioso, pero casi nadie ha reparado en el hecho de que los mismos medios que lo ninguneaban y lo ignoraban cuando era el candidato que pugnaba por darse a conocer, cuando se enfrentaba con las mismas armas que el hombre invisible al paseo triunfal de Esperanza Aguirre, solo se volcaron con él en cuanto apareció la candidatura de Trinidad Jiménez.
Yo creo que si a todos se le dice que Trinidad Jimenez va a por la Presidencia de la Autonomía de Madrid y uno salta que no le parece bien, que se hagan votaciones porque el tb quiere ser eso mismo. Ya sabe que va a ganr, y va a ganar porque le respaldan mayoría en las primarias, creo que hubiera sido mejor no decir YO, YO, YO, sino pedir unas primarias y ganaría él pero con mas cortesía, a mi que lleve reloj o no si se lo han regalado porque igual es esa marca tan cara dificil de pronunciar puede ser algo parecido a los trajes de Camps, a uno le da por relojes y a otros por flores en el ojal.
Ya había otro al que hacer perder. Nunca hay que olvidar que uno no es nada, salvo sus circunstancias. Entre los fenómenos mediáticos, no hay que descartar el accidente, a veces un tropezón te pone en la carrera con ventaja, en lugar de sacarte de ella.
Los analistas disputan si el gran perdedor es Zapatero o Pepe Blanco. Ni siquiera le conceden a Trinidad Jiménez el privilegio de perder. Ha perdido ya en varias ocasiones y siempre pierde muy bien, por lo que cualquier persona inteligente debería augurarle un prometedor futuro. Tampoco nadie se atreve a vaticinar si Tomás Gómez lo único que ha hecho es ganar para perder mejor frente a Esperanza Aguirre o, por el contrario, el día en que lo intentaron sacar de la carrera fue el día en que comenzaron a hacerlo ganador.
Las cosas son así. El eco de la huelga general aún no ha dejado de sonar y aunque para los medios conservadores no hubo otro perdedor que el liderazgo sindical, por el momento las dos sillas que van a ser desalojadas son las del presidente de los empresarios y la del ministro de Trabajo. Las dos son bajas voluntarias, pero todo el mundo sabe que irte antes de que te echen es ganarle la partida al reloj y a nadie más. El único político ganador es el que se va, el que se quita el reloj. Miren a Lula, tantas veces perdedor antes de ganar. Lo fundamental, pues, es para qué usaste tu victoria, no la victoria misma.
A mi no me gusta ese Señor Gómez lo digo siempre, es ambicioso y su mirada turbia, mi reino por un reloj.
Es curioso, pero casi nadie ha reparado en el hecho de que los mismos medios que lo ninguneaban y lo ignoraban cuando era el candidato que pugnaba por darse a conocer, cuando se enfrentaba con las mismas armas que el hombre invisible al paseo triunfal de Esperanza Aguirre, solo se volcaron con él en cuanto apareció la candidatura de Trinidad Jiménez.
Yo creo que si a todos se le dice que Trinidad Jimenez va a por la Presidencia de la Autonomía de Madrid y uno salta que no le parece bien, que se hagan votaciones porque el tb quiere ser eso mismo. Ya sabe que va a ganr, y va a ganar porque le respaldan mayoría en las primarias, creo que hubiera sido mejor no decir YO, YO, YO, sino pedir unas primarias y ganaría él pero con mas cortesía, a mi que lleve reloj o no si se lo han regalado porque igual es esa marca tan cara dificil de pronunciar puede ser algo parecido a los trajes de Camps, a uno le da por relojes y a otros por flores en el ojal.
Ya había otro al que hacer perder. Nunca hay que olvidar que uno no es nada, salvo sus circunstancias. Entre los fenómenos mediáticos, no hay que descartar el accidente, a veces un tropezón te pone en la carrera con ventaja, en lugar de sacarte de ella.
Los analistas disputan si el gran perdedor es Zapatero o Pepe Blanco. Ni siquiera le conceden a Trinidad Jiménez el privilegio de perder. Ha perdido ya en varias ocasiones y siempre pierde muy bien, por lo que cualquier persona inteligente debería augurarle un prometedor futuro. Tampoco nadie se atreve a vaticinar si Tomás Gómez lo único que ha hecho es ganar para perder mejor frente a Esperanza Aguirre o, por el contrario, el día en que lo intentaron sacar de la carrera fue el día en que comenzaron a hacerlo ganador.
Las cosas son así. El eco de la huelga general aún no ha dejado de sonar y aunque para los medios conservadores no hubo otro perdedor que el liderazgo sindical, por el momento las dos sillas que van a ser desalojadas son las del presidente de los empresarios y la del ministro de Trabajo. Las dos son bajas voluntarias, pero todo el mundo sabe que irte antes de que te echen es ganarle la partida al reloj y a nadie más. El único político ganador es el que se va, el que se quita el reloj. Miren a Lula, tantas veces perdedor antes de ganar. Lo fundamental, pues, es para qué usaste tu victoria, no la victoria misma.
A mi no me gusta ese Señor Gómez lo digo siempre, es ambicioso y su mirada turbia, mi reino por un reloj.
McCarthy y Murakami, favoritos al Nobel de Literatura
El keniano Ngugi wa Thiong'o se coloca segundo en las listas de apuestas.- La Academia sueca acostumbra a refutar todos los pronósticos premiando a autores desconocidos u olvidados
El nombre de Cormac McCarthy suena con fuerza como favorito para obtener el Premio Nobel de Literatura, que se fallará mañana en Estocolmo. El autor de La carretera encabeza las listas de apuestas de la casa británica Ladbrokes , por delante del keniano Ngugi wa Thiong'o, segundo, el japonés Haruki Murakami, tercero, y el húngaro Peter Nadas, cuarto. El primer autor hispanohablante es el argentino Juan Gelman, que se coloca en octavo lugar.
Las quinielas previas al Nobel de Literatura son una tradición pero no suelen acertar casi nunca. La Academia sueca cuenta con una solvente costumbre de refutar todos los pronósticos premiando a autores casi desconocidos como Herta Müller o Elfriede Jelinek o rescatando a otros prácticamente olvidados, como Doris Lessing y Harold Pinter.
Si finalmente McCarthy se lleva el galardón mañana, será el primer Nobel de Literatura para Estados Unidos desde hace 17 años, cuando lo obtuvo Toni Morrison. La representación estadounidense es nutrida y se completa con candidatos habituales como Thomas Pynchon, Joyce Carol Oates, Philip Roth y E. L. Doctorow.
Más tiempo aún hace que no lo obtiene ningún autor hispanohablante. El último fue el mexicano Octavio Paz, que lo recibió en 1990. En la nómina de aspirantes de habla hispana se sitúan, además de Gelman, el hispano-peruano Mario Vargas Llosa, el mexicano Carlos Fuentes, los españoles Javier Marías y Juan Marsé y el paraguayo Néstor Amarilla, entre otros.
Otros narradores como el alemán Ulrich Holbein, el sueco Tomas Tranströmer, la canadiense Alice Munro y el australiano Gerald Murnane aparecen bien situados en las quinielas, que hace años que apuntan también al triunfo de un poeta, algo que no se produce desde que la polaca Wislawa Szymborska ganó en 1996.
Tras los pasos de Müller y Le Clézio
Quizá la entrada más inesperada es la de Wa Thiong'o, que ha ascendido rápidamente durante los últimos días en las listas de Ladbrokes, algo similar a lo que ocurrió en 2009 con la rumano-alemana Herta Müller y en 2008 con el francés Jean Marie Le Clézio, que finalmente lograron el galardón. Algunos medios suecos atribuyen la subida del keniano a que participó en la reciente Feria del Libro de Gotemburgo, la más importante de Suecia, y que en esta edición estuvo dedicada a África.
Los italianos Antonio Tabbucchi y Claudio Magris, el austríaco Peter Handke, el albanés Ismail Kadaré, el holandés Cees Nooteboom, el checo Milan Kundera, la argelina Assia Djebar, el israelí Amos Oz y el polaco Adam Zagajewski forman también parte de la interminable lista de supuestos candidatos.
La Academia insiste siempre en que sólo premia a autores y no a literauras ni países, aunque sus elecciones parecen llevarse a veces más por cuestiones políticas o por el criterio de rotación geográfica que por la calidad literaria.
El nombre de Cormac McCarthy suena con fuerza como favorito para obtener el Premio Nobel de Literatura, que se fallará mañana en Estocolmo. El autor de La carretera encabeza las listas de apuestas de la casa británica Ladbrokes , por delante del keniano Ngugi wa Thiong'o, segundo, el japonés Haruki Murakami, tercero, y el húngaro Peter Nadas, cuarto. El primer autor hispanohablante es el argentino Juan Gelman, que se coloca en octavo lugar.
Las quinielas previas al Nobel de Literatura son una tradición pero no suelen acertar casi nunca. La Academia sueca cuenta con una solvente costumbre de refutar todos los pronósticos premiando a autores casi desconocidos como Herta Müller o Elfriede Jelinek o rescatando a otros prácticamente olvidados, como Doris Lessing y Harold Pinter.
Si finalmente McCarthy se lleva el galardón mañana, será el primer Nobel de Literatura para Estados Unidos desde hace 17 años, cuando lo obtuvo Toni Morrison. La representación estadounidense es nutrida y se completa con candidatos habituales como Thomas Pynchon, Joyce Carol Oates, Philip Roth y E. L. Doctorow.
Más tiempo aún hace que no lo obtiene ningún autor hispanohablante. El último fue el mexicano Octavio Paz, que lo recibió en 1990. En la nómina de aspirantes de habla hispana se sitúan, además de Gelman, el hispano-peruano Mario Vargas Llosa, el mexicano Carlos Fuentes, los españoles Javier Marías y Juan Marsé y el paraguayo Néstor Amarilla, entre otros.
Otros narradores como el alemán Ulrich Holbein, el sueco Tomas Tranströmer, la canadiense Alice Munro y el australiano Gerald Murnane aparecen bien situados en las quinielas, que hace años que apuntan también al triunfo de un poeta, algo que no se produce desde que la polaca Wislawa Szymborska ganó en 1996.
Tras los pasos de Müller y Le Clézio
Quizá la entrada más inesperada es la de Wa Thiong'o, que ha ascendido rápidamente durante los últimos días en las listas de Ladbrokes, algo similar a lo que ocurrió en 2009 con la rumano-alemana Herta Müller y en 2008 con el francés Jean Marie Le Clézio, que finalmente lograron el galardón. Algunos medios suecos atribuyen la subida del keniano a que participó en la reciente Feria del Libro de Gotemburgo, la más importante de Suecia, y que en esta edición estuvo dedicada a África.
Los italianos Antonio Tabbucchi y Claudio Magris, el austríaco Peter Handke, el albanés Ismail Kadaré, el holandés Cees Nooteboom, el checo Milan Kundera, la argelina Assia Djebar, el israelí Amos Oz y el polaco Adam Zagajewski forman también parte de la interminable lista de supuestos candidatos.
La Academia insiste siempre en que sólo premia a autores y no a literauras ni países, aunque sus elecciones parecen llevarse a veces más por cuestiones políticas o por el criterio de rotación geográfica que por la calidad literaria.
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