6 jun 2010
Este instante.
Este instante. Que este instante fuera para siempre, ¿qué nos daría? Porque tratando de fijar las cosas ansiamos -a veces en secreto y otras sin saberlo-, volver a verlas al cabo del tiempo, cuando lo menos seguro es que seamos nosotros quienes estemos después.
Y así sucederá que esta hora amarilla de la tarde dará vueltas preguntando por nosotros cuando ya no estemos, y el planeo de los pájaros callados irá rastreando toda huella de nuestro latido por tierra cuando llevemos tiempo siendo desaparición. Y a la noche le seguirá el alba, y a la orilla cansada la ola nueva, y el sol sobre sí se mermará y crecerá, y seguirá rondando como hacía al continuar aquí.
Qué habrá de hacerse, además de vivir el instante, ese imposible de la nostalgia que se nos coloca por delante. ¿Desear la eternidad de lo otro? ¿La de uno mismo con lo otro?
No sólo fue en la mitología donde los seres desaparecían y retornaban transfigurados.
A lo mejor también nosotros volveremos al cabo de la desaparición, sólo que seremos distintos a lo que éramos la última vez que nos vimos; sólo que nos encontraremos con las cosas que también serán diferentes y que ya no nos dicen nada.
Luego no es el afán de inmortalidad lo que nos lleva a desear que este instante de luz amarilla -que de todas maneras ya pasó-sea para siempre. Ni siquiera que sigamos subsistiendo de alguna forma después del fin.
Es que ansiamos, ahí también, no estar solos y que nos acompañe lo que nosotros conocimos.
Qué imposible, para los que nacimos del desamparo.
JOSE CARLOS CATAÑO
Se Deja Caer lenta.....
Se deja caer lenta la golondrina con el fulgor de poniente en el pecho. Y no se queda en eso: se da la vuelta, busca otro suspiro de aire. Los mirlos, mientras tanto, inician su conversa en los matorrales.
Los chicos tontean con las chicas que abren las pipas de girasol con los dientes sin perderse un detalle.
Porque olvidamos, decimos "tontean". Está la fea y está el grandullón, como siempre.
Está la dama de honor, y su reina, y el chico casi espabilado. De todo lo que hablan quedan las cáscaras de las pipas de girasol.
Yo creo que ahí lo que cuenta es el sonido de cada palabra, el timbre de la risa, como en el recuerdo del otro, la sensación que puede desprender un pliegue o destello de tela o de la mirada. No se ven, exactamente. No se comunican, exactamente.
Exhiben sus atributos y luego los recuerdan y ya son distintos, y ya tal vez al día siguiente uno se sienta prendido del otro.
Como las golondrinas, por los cielos de esta tarde en la Colina. Que a veces se acercan y se asustan y enseguida siguen su rumbo a por los insectos en la espesura.
En el Okay han puesto una mesa de billar, y dos retratos chinos. Sólo por este insignificante detalle, hoy al mediodía aquello no parecía el Lejano Oeste, unos hombretones tatuados hasta el pulmón retándose y convidándose a cubalibres a voz en grito, unos coros de mirones, unas pantallas de televisor a todo volumen, y afuera todo el esplendor de un día de canícula, de pleno agosto en blanco.
Jose Carlos Cataño
Los chicos tontean con las chicas que abren las pipas de girasol con los dientes sin perderse un detalle.
Porque olvidamos, decimos "tontean". Está la fea y está el grandullón, como siempre.
Está la dama de honor, y su reina, y el chico casi espabilado. De todo lo que hablan quedan las cáscaras de las pipas de girasol.
Yo creo que ahí lo que cuenta es el sonido de cada palabra, el timbre de la risa, como en el recuerdo del otro, la sensación que puede desprender un pliegue o destello de tela o de la mirada. No se ven, exactamente. No se comunican, exactamente.
Exhiben sus atributos y luego los recuerdan y ya son distintos, y ya tal vez al día siguiente uno se sienta prendido del otro.
Como las golondrinas, por los cielos de esta tarde en la Colina. Que a veces se acercan y se asustan y enseguida siguen su rumbo a por los insectos en la espesura.
En el Okay han puesto una mesa de billar, y dos retratos chinos. Sólo por este insignificante detalle, hoy al mediodía aquello no parecía el Lejano Oeste, unos hombretones tatuados hasta el pulmón retándose y convidándose a cubalibres a voz en grito, unos coros de mirones, unas pantallas de televisor a todo volumen, y afuera todo el esplendor de un día de canícula, de pleno agosto en blanco.
Jose Carlos Cataño
El Club Bilderberg
No es nada raro que las medidas de seguridad se extremen porque está la flor y nata de los que decidirán como va a ser nuestro mundo, y resulta que hoy todo el idem sabe quien está y dónde, tanto airear que se reúnen en Sitges, medidas de seguridad? porque dicen hasta el Hotel o palacio. igual es que se han reunido en Las Islas Caimán y ponen Sitges para que hablemos de esto, a qué sale la Reina Dña Sofía? qué tiene una Reina que decir sobre el futuro de nuestro Planeta? ni la Reina de Inglaterra va, o a lo mejor si y nos engañan.....tengo ya un espiritu tan emparanoiado que dice el piberio que veo conspiracines en todas partes, y encima que nos dicen que la verdadera Crisis está por llegar, en el año 2.012, jo parece cuando se especulaba con el 1º milenio en la Edad Media....
Ayer viendo un Debate de los que no sacas nada en claro , se hacían la misma pregunta, si son las mayres fortunas del mundo las que se reúnen y contaban que el año pasado se decidió la gripe A para mover dinero, no lo creo, la verdad, si fue en otra ocasión la Reina de Holanda es porque dicen que es una de las fortunas más grandes , pero nuestra o la que tenemos, a qué va? es tan rica Dña Sofía que nos da ejemplo de no despilfarrar comprando en verano unas alpargatas con su cuñada? su hermano, Contastino si tiene fortuna, pero no sé de que negocios se ocupa en Londres.
Ayer viendo un Debate de los que no sacas nada en claro , se hacían la misma pregunta, si son las mayres fortunas del mundo las que se reúnen y contaban que el año pasado se decidió la gripe A para mover dinero, no lo creo, la verdad, si fue en otra ocasión la Reina de Holanda es porque dicen que es una de las fortunas más grandes , pero nuestra o la que tenemos, a qué va? es tan rica Dña Sofía que nos da ejemplo de no despilfarrar comprando en verano unas alpargatas con su cuñada? su hermano, Contastino si tiene fortuna, pero no sé de que negocios se ocupa en Londres.
El Club Bilderberg
El Club Bilderberg
Ya las conspiraciones no son lo que eran. Hace unos años, algunos que se mostraban como iniciados, antiguos espías de los servicios secreto de la extinta URSS y periodistas de investigación que decían valer más por lo que callaban que por lo que decían, empezaron a mencionar el Club Bilderberg, del que formaban parte los personajes más poderosos del mundo y que sonaba a una especie de logia conspirativa que se reunía cada año en secreto. Se comentaba, siempre a toro pasado, que en tal año la reunión fue en un castillo bávaro, que en tal otro en un hotel de la isla de La Toja, pero siempre después, porque el poder allí reunido era tanto que la mejor medida de seguridad era no dar publicidad. Tampoco se ha dicho nunca qué decisiones se han tomado, pero como pasa con todo lo que no es transparente se especula de todo.
La idea que tengo es que no son precisamente hermanitas de la caridad, pero tampoco me los imagino como los malos de los cómics, reunidos y hablando en voz baja sobre cómo dominar el mundo, en un congreso en el que se dan cita Lex Luthor, el Jocker, Los Hermanos Dalton y hasta el Conde Drácula.
Y lo que sorprende es que este año se anuncie su reunión en Sitges, como un concierto de rock, aunque seguramente nunca sabremos de qué hablaron o qué decidieron, si es que decidieron algo.
Es lo que digo, que ya no se conspira como antes, y si ahora el Club Bilderberg se reúne a la luz del día, si nos enteramos en la prensa del cambio de Gran Maestre de una logia masónica y si hasta los espías y los miembros de rarísimas sociedades secretas tienen tarjeta de visita, nos vamos a quedar sin misterio; y es una pena, porque el misterio siempre da para mucho, y si se estira debidamente suele desembocar en buena literatura y buen cine, pero por contra, si se estira el misterio, suele dar muy mal periodismo.
De Emilio González Déniz
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