Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

21 nov 2009

Galileo, astrónomo visionario



Tras más de un siglo en paradero desconocido, dos dedos y un diente del genio renacentista Galileo Galilei (1564-1642) han sido encontrados en Italia en un relicario comprado en una subasta por un coleccionista, que desconocía que el relicario contuviera tales restos.

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Galileo, astrónomo visionario

Las reliquias han sido sometidas a análisis y el Instituto y Museo de la Historia de la Ciencia de Florencia, que informa hoy del hallazgo, ha confirmado que pertenecen al pisano, cuyos restos se conservan actualmente en la Basílica de la Santa Croce de la capital toscana.

El Instituto y Museo de la Historia de la Ciencia de Florencia tuvo noticia de la reaparición de los dedos y el diente de Galileo después de que un anticuario se los entregara, sin dar muchos detalles sobre las circunstancias en que llegaron a él, según han contado fuentes del organismo florentino. El anticuario asegura que adquirió el relicario, de madera, en una subasta cuya fecha y lugar de celebración no ha precisado, como tampoco ha dicho cuánto pagó por esa pieza.

Las tres reliquias, de las que se perdió el rastro hace más de cien años, se suman así a las otras dos, un dedo y una vértebra, que conservan dos instituciones italianas, con las que se completan finalmente los cinco restos del cuerpo de Galileo que fueron separados del cadáver durante su exhumación, el 12 de marzo de 1737.

"Todo el material orgánico extraído del cuerpo queda ahora identificado y conservado en manos responsables", asegura en un comunicado el museo florentino, que expondrá las reliquias reencontradas a partir de la próxima primavera. "Como es sabido, un dedo estaba ya en exposición permanente en el Museo de Historia de la Ciencia, mientras que una vértebra es custodiada en la Universidad de Padua, donde Galileo enseñó durante casi veinte años", prosigue la nota.

La historia de la autonomía de estas cinco partes del cuerpo de Galileo se remonta a 1737, casi un siglo después de que el científico, muy polémico en la época por sus teorías y sus desencuentros con la Iglesia Católica, muriera y fuera enterrado en un lugar discreto y poco accesible.
De hecho, el deseo de trasladar el cuerpo del genio a un lugar propio de su importancia científica e histórica fue lo que propició la exhumación del cadáver de Galileo, condenado en vida por la Inquisición por haberse adherido a la teoría de Copérnico, que sostenía que era el Sol, y no la Tierra, el centro del Universo.
Durante la exhumación, promovida por el Gran Duque de la Toscana Gian Gastone, varios expertos de la época y fieles seguidores del trabajo del científico extrajeron esos tres dedos (de la mano derecha), la quinta vértebra y el diente para conservarlos como reliquias.

Con la reaparición de los dos dedos y el diente se pone fin al proceso de sepultura del cuerpo de Galileo, cuya presencia en la Basílica de la Santa Croce de Florencia supuso para el Gran Duque de la Toscana la confirmación de la independencia del poder civil respecto del religioso.

Audrey Hepburn



La casa Sotheby's va a subastar el próximo 8 de diciembre en Londres una colección que puede entusiasmar tanto a adictos a la moda como a cinéfilos y mitómanos: más de 30 modelos de alta costura pertenecientes a la actriz Audrey Hepburn, incluido el vestido de novia que las hermanas Fontana le diseñaron en 1952 para su enlace con James Hanson, que finalmente no se produjo (tras cancelarse el compromiso, Hepburn decidió donarlo a una niña italiana sin recursos, Amabile Altobella, que lo conservó toda su vida).




En la última década sólo tres vestidos de Audrey Hepburn se han puesto a la venta, por lo que la expectación es grande.
Con precios previstos que oscilan entre 150 y 20.000 libras (entre 166 y 22.199 euros), junto a los vestidos se subastarán sombreros y complementos que la protagonista de Desayuno con diamantes lució entre 1953 y la década de los sesenta, además de varios telegramas y cartas personales. "Es difícil calcular el valor total, porque en 2006 dos prendas de la actriz alcanzaron el millón de dólares (673.000 euros) en una venta", señala la responsable de la venta, Kerry Taylor.

Entre las prendas, salidas del armario de una amiga íntima de Hepburn, Tanja Star Busmann, a quien la actriz solía regalar algunos de sus elegantes trajes, se encuentran modelos para todo tipo de ocasiones firmados por Valentino, Elizabeth Arden o su diseñador preferido, Hubert de Givenchy.
Destacan un vestido de cóctel negro con encajes de Givenchy que vistió en Cómo robar un millón y..., otro givenchy turquesa en seda con el que promocionó la película Dos en la carretera y otro del mismo diseñador que la actriz lució durante una de las presentaciones del filme Encuentro en París.

Junto a ellos se podrá pujar también por varias cartas que la actriz escribió a la propietaria de la colección entre 1950 y 1958, así como telegramas que Hepburn intercambió con Hanson durante los preparativos de su boda. "Estas cartas muestran a una Audrey Hepburn en los inicios de su carrera, cuando todavía su autoestima no era muy alta y se emocionaba con el éxito de sus películas e interpretaciones, o cuando colocaron la primera estrella en la puerta de su camerino", explica Taylor.

Antes de ser trasladadas a Londres, las piezas se exponen estos días en Nueva York y la semana próxima lo harán en París. La mitad de la cifra recaudada con la venta, que se calcula superior a las 100.000 libras (unos 110.000 euros), se destinará a la fundación que lleva el nombre de la actriz y que vela por brindar una buena calidad de vida a niños de todo el mundo.

19 nov 2009

MARUJA TORRES . Toma Sushi

Desde la perspectiva del atún, este maldito embrollo de los pescadores y de los piratas siempre tiene el mismo final. En sushi o a la plancha, encebollado o con tomate, en tacos o enlatado.
Otro cantar resulta para los humanos gobiernos de los países pescantes o pesqueros. El mundo con el que tienen que enfrentarse se complica por momentos. En general, para Occidente, hace tiempo que el mundo se ha convertido en un maldito embrollo.


El caso de la piratería somalí ilustra la paradoja de la encrucijada occidental. Pues los piratas lo mismo dificultan el paso de cargueros con armas destinadas a destrozar países, que el de navíos que transportan bienes humanitarios designados para paliar el daño producido previamente.
Asimismo, amenazan y secuestran a los pescadores que se atreven a llegar hasta sus costas para hacerse con la ración de atún que los ciudadanos, espectadores de todo y partícipes de nada, estamos esperando, cuchillo y tenedor en mano, y relamiéndonos de gusto.

Saturados de buques de pesca el Atlántico y el Pacífico, el océano Índico ofrece un amplio horizonte, en especial en las cercanías de un territorio que es la quinta esencia ejemplar de cómo se puede destruir un país por las armas, con la colaboración exterior y el más entusiasta de los ardores propios. Somalia, sin instituciones, sin gobierno que controle, fuera de la ley, presenta grandes oportunidades pesqueras.
Es su anarquía lo que facilita la pesca, la anarquía que permite campar a los piratas. Los rescates que pagamos entre todos -y en buena hora, pues esos hombres de la mar tienen que volver a casa- no son sino el importe de una especie de justicia poética de carácter siniestro. Ya que carecen de Estado, al menos los somalíes podrán presumir de una organización mafiosa bien pertrechada.

Está rico el sushi.

GUTI ES ESCRITOR....mmmm

Aunque no lo parezca, y yo no vea futbol, como todo cuando se repite y oyes acabas de saber algunas cosas, más bien algunos nombres, como el De Maradona, que va unido a su destrucción, creo que me enteré antes de sus excess que de su profesión.
Sé el nombre de jugadores y sus vidas de color de "rosa" porque así nos lo venden.
Iker Casillas , muchacho guapo normal y buen portero. Eso de ser portero de futbol que de ti depende que los otros no metan la pelota debe ser terrible, la soledad, los nervios, moverte lo justo y Parar para que no ga el narrador de ese cuento Goll goll si es España claro.
Ahora hay un Cristiano Ronaldo, nombre que jamás se me ocurriría decir si no lo oigo y leo todos los dias, me ocurrió con Beckam, guapo si que es pero nunca supe si era un buen jugador, se vestía con sus mejores galas para jugar, dos enormes brillantes en sus orejas. , luego una Limusina y su santa esposa de compras todo el dia, eso lo veo yo como más deseable para mi.
Estuvieron un grupito de Ronaldo y Ronaldiños que ni siquiera sé si jugaban en el mismo equipo, pero uno un dia aburrido se compró un castillo de nada.
Caprichitos de niños que nunca tendrían ni play mobiles ni consolas , solo un balón para jugar y mira por dónde con un balón se hicieron ricos y famosos.
Todos tatuados , festeros, y fiestas con señoritas de compañía que luego lo contaban en la tele.
Pero hay uno, uno que me llama la atención, un muchachito jovencito padre de familia y juguetón.
Guti es escritor



Una mañana soleada del mes de octubre Guti se presentó en la portada del Marca con un tatuaje gigantesco en el brazo, de elegancia señorial, y un titular muy zen: «Soy un Guti más humano, futbolero y cristiano».
Unas semanas después mandó a tomar por el culo al entrenador y se debió de estar cagando en Dios tantas veces seguidas por el campo que en Madrid ya hay quien dice que Kaká, esta temporada, es irrecuperable.

Guti arrastra fama cansina de genio incomprendido, un cliché que suele acabar con la carrera de quien se lo cree.
El primer deber de un entrenador al ver llegar a un adolescente genial y atormentado es mandarlo a hacer la pretemporada sirviendo coñacs en la taberna de su barrio.
Sin embargo a Guti se le ha perdonado hasta la histeria, como si fuese Maradona.
En 1998 vino a Pontevedra a jugar con la sub 21 un partido contra Suecia. Se mamó después del partido, como es natural, pero lo que poca gente sabe es que se mamó también la noche antes y acabó la fiesta con una pontevedresa que le presentó un amigo mío. Casi doce años después todavía hay quien anda por ahí pidiendo Guti selección.

El bar, templo del saber y refugio de viejos profetas, sentenció ya en los noventa lo que ahora citan los segurolas: «Las cosas de Guti».
Uno de los grandes fracasos del Madrid es haber soportado durante quince años a un futbolista con «cosas».
Hubo otros antes, como Me lo Merezco, pero al menos éste ganó cinco ligas seguidas antes de querer marcharse del campo porque le pitaban.
Guti, más sibilino, se ha hecho expulsar en los naufragios. Luego ha dado cierta luz y resuelto ciertos partidos, y descifrado pases sensacionales a cuentagotas, que es como se gana un mediapunta el favor de Las Gaunas, no el del Bernabéu.
En días plomizos, cuando la tarde no acompañaba, hacía un poco de viento y Guti no estaba para gestas, ha obsequiado partidos tan infames que una leyenda aseguraba que esos domingos era su mujer, Arancha de Benito, la que salía al campo a corretear con el 14.

Esta temporada se dijo que iba a explotar por fin. Probablemente no haya en toda la historia del fútbol nada más tremendo que escuchar que se acerca la temporada de madurez de un jugador de 33 años.
Pero él se puso a ello: se hizo dibujar algo parecido a la Capilla Sixtina en el brazo y abrió su alma en el Marca, que debe de ser como abjurar de Nietzsche en el Mercadona.
Ahora lleva un mes en la grada explotando. Le ha hecho unos coros a Sabina y acaba de decir que escribe «cuando estoy mal, cuando estoy triste, que creo que es cuando mejor escribo», así que uno de estos días se presenta con anteojos y foulard a llenar el vestuario de sonetos bajo la mirada alucinada de Cristiano Ronaldo.