Se ha cumplido un año desde que presentó su último programa de Pasapalabra , el concurso estrella de Mediaset que se despedía de la cadena de Paolo Vasile tras perder los derechos del formato por impago . Ahora se emite en Atresmedia y lo conduce Roberto Leal , pero Christian Gálvez (Madrid, 1980)
seguirá siendo para muchos espectadores la cara del programa. Razón no
les falta a aquellos que piensan que ha sido su gran escaparate para el
público, pues 11 años y 3.292 programas al frente del concurso famoso
por su rosco final y sus premios millonarios lo han convertido en uno de
los presentadores más longevos de un formato televisivo, amén de Jordi
Hurtado en Saber y Ganar .
Doce
meses después, Gálvez mira todo con perspectiva y también con mucho
cariño. Ha sido uno de los proyectos que más alegrías le ha dado, entre
ellas haber conocido a su esposa, la exgimnasta Almudena Cid, con quien
el pasado agosto cumplió diez años de matrimonio.
Reconoce que no sigue el programa, “ni ese ni ningún otro, porque
apenas veo la televisión”, pero no duda de que su nuevo conductor lo
haga bien porque “es un crack ”, dice de Leal, a quien no conoce en persona pero con quien se mensajeó deseándole suerte en su primer día.
Lo cuenta sin avergonzarse y sin borrar su eterna sonrisa
después de haber vuelto a un plató de televisión para la presentación de
las candidaturas a mejor pueblo anfitrión de España que cada año
organizan los bombones Ferrero Rocher y que en esta ocasión cuenta con
la participación de cuatro embajadores, entre ellos el propio Gálvez. Él
representa a Manzanares el Real,
el municipio madrileño del que destaca “su patrimonio artístico y
natural, su pasión por las tradiciones y su pasado de cine”, en alusión a
las películas que allí se rodaron. El cinéfilo que Christian Gálvez
lleva dentro se lo debe a sus padres, quienes le inculcaron su amor por
la gran pantalla. Uno de sus próximos proyectos se centra precisamente
en la historia de un actor legendario: Charlie Chaplin .
El presentador se ha embarcado en una producción teatral sobre la vida y
obra de Chaplin, para el que cuenta con el beneplácito de la familia
del actor. Según confirma ahora, una “gran compañía” se ha interesado y
espera que el resultado se vea a finales de 2021 o principios de 2022.
No
es lo único que tiene entre manos. El que sigue siendo considerado una
de las caras estrella de Mediaset prepara para la cadena un nuevo
programa del que aún no puede confirmar la temática ni la fecha de
estreno. Solo adelanta que será un formato diferente en el que además de
entretener también enseñará cultura, por eso Gálvez cambiará el plató
por distintas localizaciones, “siempre que las condiciones
climatológicas y la pandemia lo permitan”, revela.
La
noticia del fin del programa supuso para Christian Gálvez un gran
varapalo, pero no le impidió dormir por las noches. Que el consejero
delegado de Mediaset quisiera seguir apostando por él y buscaran juntos
un nuevo proyecto ayudó. También saber gestionar los problemas, algo que
Gálvez aprendió hace unos años gracias al psicólogo. Cuando le desbordó
el éxito tras sus primeras investigaciones sobre Leonardo Da Vinci comenzó a ir a terapia y las sesiones se intensificaron cuando llegaron las críticas. “Mi
progreso en la tele ha sido paulatino, en cambio con el caso de
Leonardo me vi de pronto dando conferencias en París o en California. Al
ser un éxito inesperado, ver que tanta gente me seguía fuera del
entorno audiovisual me impactó. Y eso fue a más al ver que había gente
que criticaba todo lo que hacía solo porque trabajaba en televisión.
Afortunadamente se puede decir cada vez con más libertad que uno puede
ir al psicólogo para tratar sus historias”, explica a EL PAÍS respecto a
la polémica que suscitó cuando en 2018 ejerció como comisario de una
exposición sobre Leonardo da Vinci y el Comité Español de Historia del
Arte le acusó de intrusismo laboral y poca rigurosidad.
Christian
Gálvez, en la presentación de las candidaturas a mejor pueblo anfitrión
de España organizada por Ferrero Rocher el miércoles en Madrid. SERENDIPIA91 / Gregorio González
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