El Rey renuncia a la herencia de su padre y le retira su asignación por sus supuestas cuentas en Suiza.
Felipe VI asegura que ha comunicado su decisión al rey emérito Juan Carlos.
Los
reyes eméritos, don Juan Carlos y doña Sofía. En vídeo, Felipe VI
renuncia a la herencia del rey Juan Carlos y le deja sin la asignación a
cuenta de los PGE.
Miguel González
Felipe VI renuncia a la herencia económica que pudiera corresponderle de su padre Juan Carlos I y le retira la asignación que tiene fijada en los presupuestos de la Casa del Rey (194.232 euros anuales).
Así lo ha anunciado este domingo La Zarzuela en un extenso comunicado con el que ha salido al paso de las informaciones que señalan a Felipe VI como beneficiario de las fundaciones Zagatka y Lucum, esta última investigada por la Fiscalía Anticorrupción por recibir supuestamente 100 millones de dólares de Arabia Saudí.
Con esta decisión sin precedentes, Felipe VI se desvincula de cualquier negocio que pudiera tener su padre en el extranjero.
El
comunicado recuerda que, en su discurso de proclamación ante las Cortes
Generales en 2014, Felipe VI ya subrayó que “la Corona debe [...]
preservar su prestigio y observar una conducta integra, honesta y
transparente”.
En consonancia con estos principios, agrega, el Rey
quiere “que sea conocido públicamente”, que ha comunicado a su padre “su
decisión de renunciar a la herencia que personalmente le pudiera
corresponder, así como a cualquier activo, inversión o estructura
financiera cuyo origen, características o finalidad puedan no estar en
consonancia con la legalidad o con los criterios de rectitud e
integridad que rigen su actividad institucional y privada y que deben
informar la actividad de la Corona”.
Felipe
VI no solo se desvincula totalmente de cualquier negocio de su padre,
sino que le retira su asignación del presupuesto del Estado, en una
decisión cuyo único precedente cabe buscar en la retirada del ducado de
Palma de Mallorca a su hermana Cristina, en junio de 2015.
La
Casa del Rey asegura que Felipe VI desconoce “totalmente y a día de hoy
su supuesta designación como beneficiario de la Fundación Zagatka”, revelada por EL PAIS.
Esta fundación es propiedad de Álvaro de Orleans, primo de Juan Carlos I, a quien pagó numerosos vuelos en aviones privados.
El
comunicado recuerda que, en su discurso de proclamación ante las Cortes
Generales en 2014, Felipe VI ya subrayó que “la Corona debe [...]
preservar su prestigio y observar una conducta integra, honesta y
transparente”.
En consonancia con estos principios, agrega, el Rey
quiere “que sea conocido públicamente”, que ha comunicado a su padre “su
decisión de renunciar a la herencia que personalmente le pudiera
corresponder, así como a cualquier activo, inversión o estructura
financiera cuyo origen, características o finalidad puedan no estar en
consonancia con la legalidad o con los criterios de rectitud e
integridad que rigen su actividad institucional y privada y que deben
informar la actividad de la Corona”.
En cambio, admite que conoció hace ya un año la noticia, publicada por el diario británico The Telegraph, que
le señalaba como segundo beneficiario de la fundación Lucum, y explica
las gestiones realizadas desde entonces para dejar clara su
desvinculación de la misma.
Así, relata que el 5 de marzo
de 2019 el despacho británico de abogados Kobre & Kim dirigió una
carta a la Casa del Rey en la que, “sin ninguna justificación
documental”, le comunicaba su “supuesta designación como beneficiario de
la Fundación Lucum” a la muerte de don Juan Carlos.
Felipe
VI, asegura el comunicado, trasladó copia de esta carta a su padre,
“así como a las autoridades competentes”.
Además, el 21 de marzo de ese
año, comunicó por escrito al despacho de abogados británico que ni
Felipe VI ni la Casa del Rey “tenían conocimiento, participación o
responsabilidad alguna” de la supuesta designación como heredero, “ni
designaría representante legal para iniciar negociación” al respecto con
el bufete.
El 12 de abril pasado, poco más de un mes
después de recibir la misiva, Felipe VI compareció ante notario. según
la Casa del Rey, “para manifestar que ha dirigido una carta a su padre,
el Rey don Juan Carlos, a fin de que, si fuera cierta su designación o
la de la Princesa de Asturias como beneficiarios de la citada Fundación
Lucum, dejara sin efecto tal designación, manifestando igualmente que no
aceptaría participación o beneficio alguno en esa entidad, renunciando
asimismo a cualquier derecho, expectativa o interés que, aún sin su
consentimiento o conocimiento, pudiera corresponderles ahora o en el
futuro con la Fundación Lucum”.
La
Casa del Rey asegura que Felipe VI desconoce “totalmente y a día de hoy
su supuesta designación como beneficiario de la Fundación Zagatka”, revelada por EL PAIS.
Esta fundación es propiedad de Álvaro de Orleans, primo de Juan Carlos I, a quien pagó numerosos vuelos en aviones privados.
Finalmente, el comunicado señala que don Juan Carlos ha
pedido a la Casa del Rey que haga público que “en ningún momento
facilitó información” a su hijo sobre la existencia de las dos citadas
fundaciones y recuerda que el 27 de mayo de 2019 el Rey emérito anunció
que en junio de ese año “ponía fin a toda actividad institucional u
oficial, retirándose completamente de la vida pública”.
Según se
desprende del comunicado de la Casa del Rey, esa retirada se produjo
menos de dos meses después de que Felipe VI compareciera ante notario
para dejar clara su desvinculación de la fundación,
La
insólita decisión de Felipe VI supone un intento por romper drástica y
radicalmente cualquier relación de la Casa del Rey con los negocios que
pudiera tener en el extranjero Juan Carlos I, quien podría tener que
enfrentarse a una investigación judicial y ha designado para su defensa al abogado Javier Sánchez-Junco Mans.
Y yo que pienso que Urdagarin está en la cárcel por algo que tiene con esto y lo pusieron de cabeza de turco......no lo sé
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