El salón madrileño de la peluquera Cheska y su hija, María Baras, es lugar de encuentro de clientas famosas y laboratorio de estilo para películas.
![Cheska y su hija María Baras, en el salon de peluqueria Cheska de Madrid.](https://imagenes.elpais.com/resizer/jHkZPrml2mC85-bpMzjJLBNUBzU=/1500x0/arc-anglerfish-eu-central-1-prod-prisa.s3.amazonaws.com/public/CTFKZQESGRGVTPMPKHCAFMEXCQ.jpg)
Una peluquería no
es solo un lugar para cortarse el pelo. De ahí que se llamen, también,
salones. Salones donde charlar, ver y dejarse ver, saludar, comentar.
Casi confesionarios. Lugares que van mucho más allá de las tijeras y el
tinte y en los que la comunicación es la clave.
Quizá sea esa
comunicación perfecta, en su justa medida, la clave por la que Cheska
lleva triunfando en Madrid con su peluquería homónima desde hace
exactamente 50 años.
Y, quizá por ello, por el boca a boca mezclado con
la discreción, se ha convertido en uno de los salones de belleza más
importantes de Madrid, y en el favorito de docenas de famosas.
Las fotos de la entrada del local, situado en la calle de Velázquez, en plena Milla de Oro de la capital, lo confirman: Lola Flores, Penélope Cruz, Concha Velasco, Paula Echevarría, Ana García Obregón, Inés Sastre o Ana de Armas
adornan las paredes. También lo confirmaron en persona las docenas de
rostros conocidos que acudieron a festejar el aniversario de la
peluquera de las estrellas el pasado jueves: Elena Rivera, Jose Toledo, María León, Arancha del Sol, Helen Lindes, Carlos Sobera...
Allí, la presentación corrió a cargo de una cariñosa Nieves Álvarez y el Cumpleaños feliz lo entonó Marta Sánchez.
![La peluquera Cheska retoca a Lucia Bose.](https://imagenes.elpais.com/resizer/E__1_SUMc1wP_mAoD-eFjnmkUxU=/1500x0/arc-anglerfish-eu-central-1-prod-prisa.s3.amazonaws.com/public/HFOYC4YFM5H7NNDED7IGDREZCY.jpg)
![De izquierda a derecha, Cheska peinando a Ana Obregón, María Baras con Elena Rivera, y Marta Sánchez con la fundadora del salón.](https://imagenes.elpais.com/resizer/jpeul-jWr-KSGkpQ7Ph4nGzYcak=/1500x0/arc-anglerfish-eu-central-1-prod-prisa.s3.amazonaws.com/public/UHWYNVCC5ZET3GZF2E63VOK5JU.jpg)
Es una de las mil y una anécdotas de Cheska de las que
tampoco termina de desvelar.
Por respeto a sus clientas. Por no romper
el vínculo con ellas, conocidas o anónimas, que se sientan en la
peluquería las unas al lado de las otras.
Por todas ellas decidió hacer
su celebración: “Es una fiesta en homenaje al agradecimiento.
De
aquellos dos jóvenes emprendedores, que han tenido muchos apoyos, muchas
buenas personas por el camino. Hay que encontrar a gente generosa".
Cheska no es nada fetichista.
Estuvo tres días rodando con la top Yasmin Le Bon
y volvió sin enterarse de quien era.
Su hija María, en cambio, lo ha
sido más.
Reconoce que de adolescente acumulaba carpetas forradas de
modelos a las que adoraba.
No tuvo más que peinar a Cindy Crawford para
ver su normalidad.
“Era encantadora”, confiesa, sonriente. También han
trabajado para bodas de rostros conocidos que recuerdan con nostalgia,
como la de la hija de Beatriz de Orleans; la de Terelu Campos, que sigue acudiendo al salón a cortarse el pelo; o la de Marta Hazas en Santander, que Baras recuerda con especial cariño.
De aquella
época en la que le daban las diez de la noche en el salón, y que ya
pasó,
Cheska rememora momentos especiales, como sus días de baile con el coreógrafo Giorgio Aresu, primero en exhibiciones de peluquería y luego en la televisión, danzando tijera en mano y conducida por Jesús Hermida.
Hoy, todo aquello ha cambiado, pero todo sigue igual.
La hija vive
entre producciones de moda, publicidades y rodajes; la madre no termina
de retirarse y sigue pasando por la peluquería un par de horas cada día,
algo que la hace sentirse afortunada, y no solo a ella.
“En el oficio
de peluquera haces a la gente feliz. Y mis clientas lo son”. Tengan el
nombre o el apellido que tengan.
De aquella
época en la que le daban las diez de la noche en el salón, y que ya
pasó, Cheska rememora momentos especiales, como sus días de baile con el coreógrafo Giorgio Aresu, primero en exhibiciones de peluquería y luego en la televisión, danzando tijera en mano y conducida por Jesús Hermida.
Hoy, todo aquello ha cambiado, pero todo sigue igual. La hija vive
entre producciones de moda, publicidades y rodajes; la madre no termina
de retirarse y sigue pasando por la peluquería un par de horas cada día,
algo que la hace sentirse afortunada, y no solo a ella. “En el oficio
de peluquera haces a la gente feliz. Y mis clientas lo son”. Tengan el
nombre o el apellido que tengan.
![Cheska, bailando en televisión.](https://imagenes.elpais.com/resizer/QYDVLXCwjPZbEzIV5VR8DhZ9iio=/1500x0/arc-anglerfish-eu-central-1-prod-prisa.s3.amazonaws.com/public/2SPYN4TX5FHGFPQIGOUE4FF5IQ.jpg)
Los secretos políticos y de alcoba de Hillary Clinton La hija de Bimba Bosé se cambia el nombre en homenaje a su madreImanol Arias: “Estoy mal, lógicamente”
No hay comentarios:
Publicar un comentario