Un Blues

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21 ene 2020

Odio sin freno: la historia de 14 grandes enemistades de Hollywood

Las cosas en la meca del cine se hacen a lo grande. Todo el mundo ha tenido algún encontronazo con un compañero de trabajo, pero nada parecido con lo que ocurre entre estrellas.

Bill Murray, Lucy Liu, Cameron Diaz y Drew Barrymore, protagonistas de 'Los ángeles de Charlie', en un evento celebrado en el año 2000. Que Murray mire hacia otro lado no parece casual teniendo en cuenta el turbulento rodaje.
Bill Murray, Lucy Liu, Cameron Diaz y Drew Barrymore, protagonistas de 'Los ángeles de Charlie', en un evento celebrado en el año 2000. Que Murray mire hacia otro lado no parece casual teniendo en cuenta el turbulento rodaje. Foto: Getty
Olivia de Havilland con su hermana Joan Fontaine en 1945. La rivalidad entre las hermanas empezó en la infancia, cuando ambas competían por la atención de sus padres. Y les duró todo la vida.
Olivia de Havilland con su hermana Joan Fontaine en 1945. La rivalidad entre las hermanas empezó en la infancia, cuando ambas competían por la atención de sus padres. Y les duró todo la vida. Foto: Getty

 

– Olivia de Havilland versus Joan Fontaine: hermanas que se odian desde niñas

Primer asalto. La rivalidad entre las dos hermanas por la atención de sus padres llevó a Olivia a romperle la clavícula a Joan durante una pelea infantil, a humillarla en el periódico del instituto (en un testamento ficticio, le legó a su hermana “la capacidad de ganarse los corazones de los niños, algo que ella no tiene en la actualidad”) y a darle la espalda cuando Joan se acercó a felicitarla por su Oscar. Y eso que Olivia, indirectamente, le debía su primer personaje de enjundia dramática a su hermana: cuando Joan fue rechazada para el papel de Melania en Lo que el viento se llevó le dijo al director “¿Que soy demasiado elegante para el papel? 
Pues entonces llama a mi hermana”.

Segundo asalto. “Olivia siempre dice que yo tengo que ser la primera en todo”, explicó Joan en People.
  “Me casé antes. Gané el Oscar antes. Tuve un hijo antes. 
Si muero antes que ella se pondrá furiosa porque hasta eso tuve que hacerlo primero”.
 Precisamente un fallecimiento, el de su madre, puso fin definitivo a la relación de las hermanas: Olivia no invitó a Joan al funeral ni le consultó la decisión de incinerarla.
 Joan llegó a dejarse de hablar con su propia hija cuando se enteró de que esta mantenía relación con su tía Olivia.
K. O. Joan cumplió su propia profecía y murió primero, en 2013, mientras que Olivia sobrevive como la penúltima leyenda viva (junto a Kirk Douglas) del Hollywood dorado. 
Por fin ha ganado a su hermana en algo, aunque técnicamente Joan tenía razón: Olivia será segundona hasta en morirse.

Jennie Garth y Shannen Doherty en una escena de la segunda temporada de 'Sensación de vivir' (1991).
Jennie Garth y Shannen Doherty en una escena de la segunda temporada de 'Sensación de vivir' (1991). Foto: Alamy

– Shannen Doherty versus Jennie Garth: pelea en 'Sensación de vivir' y más allá

Primer asalto. El público de Sensación de vivir detestaba tanto a Brenda, considerada una repipi, que la tomó con su actriz Shannen Doherty. 
Ella reaccionó dándole al mundo motivos de verdad para criticarla: impuntualidad en los rodajes, actitud despótica con el equipo y juergas nocturnas que acababan a guantazos con cualquiera que se cruzase en su camino.
 En una ocasión, se enzarzó en una pelea (a puñetazos o a arañazos, según las fuentes) con Jennie Garth, la intérprete de Kelly.
Segundo asalto. La tensión entre Doherty y el resto del mundo se volvió tan insostenible que el productor Aaron Spelling la despidió tras la cuarta temporada. 
Años después le dio una segunda oportunidad en Embrujadas, pero al terminar la tercera temporada también fue despachada matando a su personaje fuera de plano.
 El equipo entero de la serie celebró una fiesta en cuya pancarta se citaba la canción de El mago de Oz: “Ding, dong, la bruja ha muerto”.

K. O. En 2016 Jennie Garth le mandó ánimos a Shannen Doherty cuando esta fue diagnosticada con cáncer con una foto de Instagram de una pegatina que decía “lucha como Brenda” junto a un lazo rosa. 
La actriz acabó superando la enfermedad: ni Brenda ni Shannon se habían achantado ante nada jamás, así que no iban a empezar ahora.

Joan Crawford y Bette Davis en la película '¿Qué fue de Baby Jane? ' (1962). La rivalidad más legendaria de Hollywood comenzó cuando Joan se prometió con el hombre del que estaba enamorada Bette.
Joan Crawford y Bette Davis en la película '¿Qué fue de Baby Jane? ' (1962). La rivalidad más legendaria de Hollywood comenzó cuando Joan se prometió con el hombre del que estaba enamorada Bette. Foto: Getty

– Bette Davis versus Joan Crawford: el odio es esto

Primer asalto. Bette Davis se enamoró de Franchot Tone, su compañero en Peligrosa (1935), y Joan Crawford se prometió con él durante el rodaje.
 “Nunca la he perdonado y nunca lo haré”, declaró Davis 50 años después, “ella me lo robó con frialdad, deliberadamente y sin piedad”.
 Crawford se defendió aclarando que Tone admiraba a Davis como actriz, pero nunca la vio como "una mujer". 
 Desde entonces su rivalidad se cimentó en esa competencia entre la belleza de Crawford (más estrella) y el prestigio de Davis (más actriz).
Segundo asalto. A Davis le perdía la boca (“Joan se ha acostado con todas las estrellas masculinas de la Metro Goldwyn Mayer excepto con Lassie [la perra]”, “no la mearía encima ni aunque estuviera en llamas”), pero cuando Crawford explotaba era más pirómana:
 se puso piedras en los bolsillos para que a Davis le costase más arrastrarla en una escena de ¿Qué fue de Baby Jane? (1962) y complicar así sus problemas de espalda, se aseguró de recoger el Oscar en nombre de Anne Bancroft para protagonizar la derrota de Davis (nominada ese mismo año) y abandonó el rodaje de su siguiente película juntas, Canción de cuna para un cadáver, tras una semana por temor a que Davis volviese a conspirar contra ella y robarle el protagonismo.

K. O. Al tratarse de la rivalidad más legendaria de Hollywood, cuesta separar los hechos de la mitología.
 Davis iba diciendo por ahí que Crawford sentía atracción sexual por ella (Joan le confesó a un amigo íntimo: “No me importaría darle un pipazo si me pilla de buenas”).
 Tampoco está confirmado que Davis pronunciase realmente la frase que puso fin a su rivalidad (el día de la muerte de Crawford: “Nunca se debe hablar mal de los muertos, solo bien... Joan Crawford está muerta. Bien”), pero forma parte del espectáculo.
 Y eso es algo que se les daba fenomenal a las dos.

Jim Carrey y Tommy Lee Jones en 'Batman Forever' (1995). Tras el rodaje de la película los actores no volvieron a dirigirse la palabra.
Jim Carrey y Tommy Lee Jones en 'Batman Forever' (1995). Tras el rodaje de la película los actores no volvieron a dirigirse la palabra. Foto: Alamy

– Tommy Lee Jones versus Jim Carrey: todo estalló en 'Batman Forever'

Primer asalto. Tommy Lee Jones decidió amortizar su Oscar por El fugitivo (1993), tal y como habían hecho antes Jack Nicholson y Danny De Vito, aportando prestigio a la saga de Batman y erigiéndose como la estrella de la función. 
Pero no esperaba que la mayor estrella del momento, Jim Carrey, le robase Batman Forever (1995) delante de sus narices. 
Así que reaccionó no dirigiéndole la palabra en todo el rodaje.
Segundo asalto. Carrey no se rindió y se acercó a saludar a Jones cuando coincidieron en un restaurante.
 Jones se incorporo con la cara inyectada en sangre, le dio un abrazo a Carrey y le susurró: “Te odio. De verdad que no me gustas”.
 Cuando Jim le preguntó cuál era su problema y cometió el error de hacer el amago de coger una silla para sentarse junto a él, Tommy Lee estalló:
 “¡No puedo tolerar tu bufonería!”, recordó Carrey hace dos años en el podcast de Norm MacDonald. 

K. O. Los dos actores no volvieron a dirigirse la palabra, pero Carrey no le guarda rencor.
 “Yo era la estrella de la película y eso era un problema, pero es un actor fenomenal y lo quiero. 
 Quizá se sentía incómodo haciendo ese tipo de película, no es su estilo”, contó Carrey en el espacio de MacDonald. El director de Batman Forever, Joel Schumacher, coincide en que el motivo de la rivalidad era ser el centro de atención. “Tommy es, y digo esto con gran respeto, un robaescenas. Pues a Jim Carrey no se le puede robar la escena.
 Es imposible. Y eso irritaba a Tommy”, dijo en Vulture.
Roman Polanski y Faye Dunaway (en la imagen tumbada junto a Jack Nicholson) en el polémico rodaje de 'Chinatown' (1974).
Roman Polanski y Faye Dunaway (en la imagen tumbada junto a Jack Nicholson) en el polémico rodaje de 'Chinatown' (1974).

– Roman Polanski versus Faye Dunaway: “¡Ese hijo de puta me ha arrancado el pelo!”

Primer asalto. Ya en las pruebas de maquillaje para Chinatown (1974), Roman Polanski (director de esa película) mosqueó a Faye Dunaway cuando maquilló su cara atizándole con la polvera de malos modos. 
“Ese pedazo de mierda nunca quería hablar conmigo sobre mi personaje”, se quejaría la actriz después. 
“Tu motivación es tu sueldo, lee las putas frases”, le respondía el director, según contó The New York Times.
Segundo asalto. Durante el rodaje de una toma, un pelo de Dunaway flotaba y por más que el peluquero intentaba domarlo volvía a flotar, así que Polanski se acercó por detrás y, sin avisarla, se lo arrancó.
 “¡Ese hijo de puta me ha arrancado el pelo!”, bramó ella mientras abandonaba el rodaje.
 Ambos pidieron el despido del otro, pero el productor convocó una reunión de emergencia. 
Así lo contó la revista Rolling Stone: “Me cuestionaría mis propios métodos de no ser porque has tenido confrontaciones similares con todos tus directores”, atacó Polanski. 
“¿Y quién ha dicho eso? ¿Otto Preminger?
  Da igual, es un gilipollas”, zanjó Dunaway.
K. O. En el libro Moteros tranquilos, toros salvajes, Peter Biskind recogió la anécdota (contada por el director de fotografía de Chinatown, John A. Alonzo) de la jornada en la que la actriz se pasó horas metida en un coche esperando para rodar.
 Polanski ignoró todas sus peticiones de descansos para ir al baño y, cuando se acercó al coche para darle instrucciones, ella bajó la ventanilla y le arrojó un vaso de plástico lleno de líquido a la cara. “
Hija de puta, ¡es pis!”, gritó el director. “Así es, inútil”, respondió la actriz.
 Ella ha negado esta historia que, sin embargo, la perseguirá hasta la tumba: hace unos meses fue despedida de una obra de teatro a escasos días de estrenar y su asistente la denunció por supuestas vejaciones físicas y psicológicas mientras él intentaba colocarle una peluca. Está claro que el pelo es zona conflictiva para Dunaway.
 

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