El hijo del creador de 'El señor de los anillos', J. R. R. Tolkien, fallece a los 95 años.
El primer lector de El Hobbit murió este jueves en Francia a los 95 años.
La Tolkien Society confirmó en un comunicado el fallecimiento de Christopher Tolkien, hijo del escritor de fantasía J. R. R. Tolkien, creador de obras inmortales como El señor de los anillos (1954) o El Silmarillion (1977) que revolucionaron el género y dejaron una huella imborrable en la cultura popular.
Albacea y guardián de las esencias de la Tierra Media creada por su padre, Christopher Tolkien desempeñó un papel muy activo en la difusión de las creaciones de su progenitor y actuó como editor de gran parte de su obra tras el fallecimiento de este en 1973. "Sabiamente, comencé con un mapa", dijo J. R. R. Tolkien en más de una ocasión para referirse a la complejidad del mundo que había creado en sus obras, situadas la mayor parte de ellas en la Tierra Media, un universo habitado por orcos, elfos, enanos y otros seres cuya visión acabó imponiéndose sobre todas las demás.
Pues bien, su hijo ejerció de cartógrafo (muchas veces de forma literal) de esa vasta tierra, aclarando aspectos, reuniendo escritos y ampliando el imaginario de su padre.
En muchos casos, como ocurrió con esa mezcla de crónica bíblica y enciclopedia fantástica que es El Silmarillion, compilando y permitiendo que la obra pudiera ver la luz.
Ya en este milenio, se encargó de que Los hijos de Húrin, (comenzada por su padre y editada por él en 2007) completara la historia de la Tierra Media.
También ejerció de editor de La leyenda de Sigurd y Gudrún (2009) y de La caída de Arturo (2013), libros tempranos de su padre que no tuvieron, sin embargo, el éxito de sus creaciones mayores.
Tras la adaptación cinematográfica de la obra más famosa de J. R. R. Tolkien, la figura de su hijo Christopher adquirió cierta relevancia al criticar la forma en que el cineasta Peter Jackson había trasladado a celuloide El señor de los anillos.
Si bien Christopher evitó entrar en más polémicas, sí denunció, en el año 2008, a la productora New Line Cinema reclamando más de 80 millones de libras (unos 93,9 millones de euros) por derechos cinematográficos impagados.
La luz de la obra de su padre, sin embargo, no se ha extinguido: hace dos días Amazon anunciaba el reparto de su adaptación televisiva de la Tierra Media, que se alejará del arco argumental de las adaptaciones cinematográficas para narrar las aventuras de la Tierra Media miles de años antes.
La serie es, de hecho, una producción multimillonaria que ejerce de principal caballo de batalla de la plataforma digital, lo que demuestra la impronta que el universo creado por Tolkien (y apuntalado por su hijo) sigue dejando en la cultura.
La Tolkien Society confirmó en un comunicado el fallecimiento de Christopher Tolkien, hijo del escritor de fantasía J. R. R. Tolkien, creador de obras inmortales como El señor de los anillos (1954) o El Silmarillion (1977) que revolucionaron el género y dejaron una huella imborrable en la cultura popular.
Albacea y guardián de las esencias de la Tierra Media creada por su padre, Christopher Tolkien desempeñó un papel muy activo en la difusión de las creaciones de su progenitor y actuó como editor de gran parte de su obra tras el fallecimiento de este en 1973. "Sabiamente, comencé con un mapa", dijo J. R. R. Tolkien en más de una ocasión para referirse a la complejidad del mundo que había creado en sus obras, situadas la mayor parte de ellas en la Tierra Media, un universo habitado por orcos, elfos, enanos y otros seres cuya visión acabó imponiéndose sobre todas las demás.
Pues bien, su hijo ejerció de cartógrafo (muchas veces de forma literal) de esa vasta tierra, aclarando aspectos, reuniendo escritos y ampliando el imaginario de su padre.
En muchos casos, como ocurrió con esa mezcla de crónica bíblica y enciclopedia fantástica que es El Silmarillion, compilando y permitiendo que la obra pudiera ver la luz.
También ejerció de editor de La leyenda de Sigurd y Gudrún (2009) y de La caída de Arturo (2013), libros tempranos de su padre que no tuvieron, sin embargo, el éxito de sus creaciones mayores.
Tras la adaptación cinematográfica de la obra más famosa de J. R. R. Tolkien, la figura de su hijo Christopher adquirió cierta relevancia al criticar la forma en que el cineasta Peter Jackson había trasladado a celuloide El señor de los anillos.
Si bien Christopher evitó entrar en más polémicas, sí denunció, en el año 2008, a la productora New Line Cinema reclamando más de 80 millones de libras (unos 93,9 millones de euros) por derechos cinematográficos impagados.
La luz de la obra de su padre, sin embargo, no se ha extinguido: hace dos días Amazon anunciaba el reparto de su adaptación televisiva de la Tierra Media, que se alejará del arco argumental de las adaptaciones cinematográficas para narrar las aventuras de la Tierra Media miles de años antes.
La serie es, de hecho, una producción multimillonaria que ejerce de principal caballo de batalla de la plataforma digital, lo que demuestra la impronta que el universo creado por Tolkien (y apuntalado por su hijo) sigue dejando en la cultura.
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