La nueva ministra de Política Territorial tendrá la obligación de acercar Madrid a Canarias, viaje que siempre es tan difícil para los que se sientan en los sillones de la administración de los territorios.
Su energía es formidable.
Aunque esté sentada, almorzando o cenando, Carolina Darias, la nueva ministra de Política Territorial y Función Pública (Las Palmas de Gran Canaria, 54 años), tiene mecanismos, cibernéticos o intuitivos, para saber qué ocurre en el mapa de España. Desmiente con una audacia inigualable el tópico que asocia al canario al aplatanamiento.
Además, el plátano no nació en Canarias, al contrario que Darias, que salta del Gobierno de las islas al Gobierno de la nación.
Aunque esté sentada, almorzando o cenando, Carolina Darias, la nueva ministra de Política Territorial y Función Pública (Las Palmas de Gran Canaria, 54 años), tiene mecanismos, cibernéticos o intuitivos, para saber qué ocurre en el mapa de España. Desmiente con una audacia inigualable el tópico que asocia al canario al aplatanamiento.
Además, el plátano no nació en Canarias, al contrario que Darias, que salta del Gobierno de las islas al Gobierno de la nación.
Como presidenta del Parlamento de Canarias estableció la sensatez y el sentido común como guía de su actuación.
Y también como ciudadana común, que no ha dejado de ser en ninguna de las funciones oficiales que ha mantenido, entre ellas la de delegada del Gobierno en el archipiélago.
Darias es una mujer cuyos atributos no pasan por el ejercicio sobreactuado de la autoridad, sino por el respeto a los que no sientan u opinen lo que ella mantiene y defiende.
Pero lo más sobresaliente es la energía, envuelta en una ternura que no casa con el tópico de indiferencia que se atribuye a los políticos. Como aconsejaba el Che Guevara, hay que endurecerse, pero nunca perder la ternura.Y aunque no parece que sean tiempos para el Che, sí lo son para poner esa frase en el marco que corresponde a los valores de Carolina Darias.
En la actualidad, era consejera de Economía, Conocimiento y Empleo del Gobierno de Canarias.
Antes fue concejal del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, donde también fue directora de gobierno de Ordenación del Territorio, Urbanismo y Vivienda y portavoz de su partido, el PSOE, en el Cabildo grancanario.
Cada vez que en estos tiempos pasaba algo en las islas, se tenía la impresión de que aquella mujer que parecía tener su tierra (¡y el Estado entero!) en la cabeza estaba en los mimbres de las decisiones sensatas, tanto políticas como humanas.
Puede decirse que se ganó en sus distintos escalones políticos el afecto y el respeto de los canarios.
Quien más se alegrará será también el que más la eche de menos, el presidente autonómico Ángel Víctor Torres.
Ahora, de todos modos, Carolina Darias tendrá la obligación de acercar Madrid a las islas, viaje que siempre es tan difícil para los que se sientan en los sillones de la administración de los territorios.
Tiene tres hijas adoptivas.
Saber su historia de madre, oírsela contar, es un mapa de su corazón.
Quien conoce ese mapa ya conoce todos los mapas, entre ellos el mapa de España.
La futura ministra de Política Territorial tiene el valor de la memoria para reconocer las lecciones que dejaron sus antecesores para la historia de su país canario y del país de todos, al que ahora se va a dedicar también.
Cuando se iba a producir el importante cambio político en el archipiélago y se celebraba en Gran Canaria el Día de Canarias, en medio de los rumores que la situaban en el Ejecutivo canario, halló tiempo para cenar con Jerónimo Saavedra, el primer presidente socialista que tuvieron las islas.
Allí se pudo observar la intensidad con que los dos no solo vivían el hecho político, sino la importancia que le daban a lo que cada uno había ido aprendiendo por su lado.
En la actualidad, era consejera de Economía, Conocimiento y Empleo del Gobierno de Canarias.
Antes fue concejal del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, donde también fue directora de gobierno de Ordenación del Territorio, Urbanismo y Vivienda y portavoz de su partido, el PSOE, en el Cabildo grancanario.
Cada vez que en estos tiempos pasaba algo en las islas, se tenía la impresión de que aquella mujer que parecía tener su tierra (¡y el Estado entero!) en la cabeza estaba en los mimbres de las decisiones sensatas, tanto políticas como humanas.
Puede decirse que se ganó en sus distintos escalones políticos el afecto y el respeto de los canarios.
Quien más se alegrará será también el que más la eche de menos, el presidente autonómico Ángel Víctor Torres.
Ahora, de todos modos, Carolina Darias tendrá la obligación de acercar Madrid a las islas, viaje que siempre es tan difícil para los que se sientan en los sillones de la administración de los territorios.
Tiene tres hijas adoptivas. Saber su historia de madre, oírsela contar, es un mapa de su corazón. Quien conoce ese mapa ya conoce todos los mapas, entre ellos el mapa de España.
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