Los actores, que estuvieron casados cinco años y fueron una de las parejas más icónicas de los 2000, vuelven a ser fotografiados juntos en los premios SAG.
Brad Pitt y Jennifer Aniston, en los premios SAG. SAG AWARD
Era uno de las dudas más repetidas desde que, a principios de enero, arrancó la temporada de premios: ¿cuándo tendría lugar el reencuentro entre Jennifer Aniston y Brad Pitt?La respuesta se dejó ver el domingo por la noche en la gala de los premios que concede el Sindicato de Actores, los SAG Awards. Fue entonces cuando Aniston y Pitt volvieron a coincidir.
Pero eso ya había ocurrido dos semanas atrás en los Globos de Oro.
Ahora la cuestión es que se habían saludado y fotografiado juntos. Y que el mundo entero había sido testigo de esas imágenes.
Tanto Pitt como Aniston resultaron vencedores: él se llevó el galardón a mejor actor secundario en una película (por su papel en Érase una vez en... Hollywood, de Quentin Tarantino) y ella el de mejor actriz en una serie dramática por su papel de presentadora de matinales en The Morning Show, una de las primeras producciones propias de la plataforma de televisión de Apple.
Pero la foto más esperada no llegó en la alfombra roja, ni en el patio de butacas, ni sobre el escenario.
Fue más informal, se realizó en el backstage y dejó ver la emoción y la ilusión de cada uno de los miembros de una expareja porque al otro le fuera bien.
Y eso ha sido lo que ha enternecido al mundo.
Igual que las imágenes en las que Pitt se queda entre bambalinas para escuchar, con la sonrisa pintada en la cara, el discurso de su exmujer.
La cuenta oficial de los propios premios SAG era quien tuiteaba varias de las imágenes.
Pitt, de 56 años, con traje negro, camisa blanca y sin corbata; y Aniston, de 50 años, con un vestido blanco de satén, se saludaban emocionados.
Él le cogía la mano; ella, por el gesto de su brazo izquierdo, parecía a punto de abrazarle.
Tras esa foto, otra que hacía seguir la secuencia: ella se marchaba del backstage mientras él le agarraba el brazo cariñosamente.
No es la primera vez que Aniston y Pitt coinciden, ya sea de forma pública o privada.
El pasado febrero, cuando ella llegó al medio siglo, celebró una gran fiesta de cumpleaños a la que acudieron multitud de amigos y entre los que se vio llegar a Pitt.
Entonces, ella ya estaba separada de quien había sido su segundo marido, el productor y actor Justin Theroux.
Él también estaba inmerso en el complejo proceso de divorcio de Angelina Jolie. Además, se reencontraron también la pasada Navidad, en una fiesta que dio la actriz.
Brad Pitt y Jennifer Aniston se convirtieron en una de las parejas más icónicas de finales de los noventa y principios de los 2000.
Su boda, celebrada en julio de 2000, fue un hito en Hollywood y ellos se convirtieron en una de esas couple goals, parejas casi perfectas, a las que todos querían parecerse.
Sin embargo, el amor se rompió en enero de 2005.
Desde entonces, la prensa sensacionalista ha jugado una y otra vez a juntarles, especialmente desde que hace un par de años ambos están solteros de nuevo.
Aunque Pitt estuvo 12 años junto a Jolie (10 de noviazgo y dos de matrimonio, tras casarse en 2014 en Francia), los medios amarillistas seguían pintando a Aniston como la pobre despechada, la mujer triste sin hijos que andaba detrás de su eterno novio.
Ella se cansó de tener que ser caricaturizada en ese papel y mandó una carta abierta a los medios para denunciar esa situación, esa simplificación y todo el acoso mediático sufrido.
Además, ha afirmado que fue feliz en sus dos matrimonios, pero que también lo es ahora que está soltera. "Tengo un trabajo genial. Tengo una familia genial.
Tengo amigos geniales.
No tengo razones para sentirme de otra manera", explicaba en la revista Elle hace un año.
La expareja empezó a mejorar su relación en 2016. Según explicaron los medios estadounidenses, entonces él se acercó a ella tras la muerte de la madre de la actriz, Nancy Dow, de 79 años.
"Brad contactó con Jen después de la muerte de su madre, y ella se sintió muy conmovida de que él entendiera lo difícil que era para ella", contaba entonces una fuente cercana.
"Están en contacto a través de SMS y se llaman.
Ambos han compartido una vida juntos y se respetan mutuamente", afirmaba la misma.
Otro paso más en esa reconciliación amistosa ha sido el reconocimiento por parte del actor de que la inconmensurable fama que alcanzó en los noventa y 2000 a causa de este matrimonio le superó.
"Era realmente incómodo para mí, con esa mezcla de expectativas y juicios de valor. (...) Me convertí casi en un ermitaño y decidí condenarme al olvido".
No hay comentarios:
Publicar un comentario