Los Archivos Nacionales de EE UU custodian el conjunto que llevó la primera dama el día en Dallas en 1963, pero la familia esperará al siglo XXII para decidir qué hacer con él.
Hay prendas que quedan asociadas para siempre a un momento, a una situación, ya sea en el ámbito personal o, en el caso de los personajes públicos, en el histórico.
Es el caso de Jacquie Kennedy, quien fuera primera dama de Estados Unidos en los años sesenta.
Su imagen estará irremediablemente unida a un traje dos piezas de falda y chaqueta rosa con un sombrero a juego.
Era lo que llevaba el día que mataron a su marido, John Fitzgerald Kennedy, presidente de Estados Unidos.
Sin embargo, esa icónica prenda, que decidió no quitarse hasta regresar a Washington, está guardada y puede que no vea la luz nunca más.
El traje pertenece ahora a los fondos de los Archivos Nacionales de EE UU, y se conserva como un tesoro nacional que marcó un momento y toda una época.
El dos piezas de lana rosa está oculto en unas instalaciones específicas en Maryland, al noroeste del país.
Allí está guardado en una caja hecha específicamente para él, fabricada sin ácidos y con control de temperatura y humedad, dentro de un contenedor creado para su conservación.
Según explican ahora desde los Archivos Nacionales a la revista People, si el traje llegara a exponerse ante el público en algún momento sería ya en el próximo siglo, en concreto en el año 2103. Será entonces cuando la familia Kennedy, los descencientes de John y Jacquie, decidan qué tipo de tratamiento y de acceso quieren darle a esa icónica prenda, si prefieren guardarla durante más tiempo o incluso no volver a exponerla.
Caroline Kennedy, hija del matrimonio presidencial y que ahora tiene 61 años, decidió donarlo a dichos Archivos en el año 2003. Entonces, Caroline fijó como condición que no se expusiera al público para no "deshonrar la memoria" de sus padres y para "no causar dolor ni sufrimiento a los miembros de la familia".
"Dejad que vean lo que han hecho", dijo Jacquie cuando le sugirieron, en varias ocasiones, que debía cambiarse el traje en el vuelo de vuelta a casa y ponerse otra ropa que no estuviera manchada de la sangre de su esposo.
A menudo se ha dicho que el traje de Jacquie Kennedy era de Chanel, pero en realidad era una copia realizada por Chez Ninon, una tienda de modas neoyorquina que copiaba diseños de casas de diseño europeas con la autorización de estas, algo relativamente habitual en los años sesenta.
Entonces la exportación de ropas y complementos de diseño no era tan común y por ello había sucursales en otros países que se dedicaban a hacer réplicas.
El traje de Jacquie, que vistió en numerosas ocasiones antes del atentado presidencial de Dallas, parte de un original que Coco Chanel mostró en un desfile de París para la colección otoño/invierno de 1961-1962.
Según People, el ya mítico dos piezas rosa era uno de los favoritos del presidente Kennedy.
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