El análisis más detallado hasta la fecha de este asteroide desvela que cumple las condiciones para entrar en la misma categoría que Plutón.
Un estudio publicado este lunes mantiene que el sistema
solar tiene un nuevo planeta enano que es, de hecho, el más enano de
todos.
El cuerpo en cuestión es Higía, el cuarto mayor del cinturón de
asteroides después de Ceres, Vesta y Pallas.
Hasta
ahora se sabía que Higía cumplía dos de las tres condiciones para ser
un planeta enano: orbita en torno al Sol y no ha despejado de su órbita
otros cuerpos.
Ahora, un equipo internacional de astrónomos ha usado el Telescopio Muy Grande
(VLT según su sigla en inglés), situado en el desierto de Atacama en
Chile, para averiguar si cumple la tercera condición, que tenga gravedad
propia y por tanto tenga forma redonda.
"Gracias a la capacidad única del instrumento SPHERE
instalado en el VLT, pudimos resolver la forma de Higía, que resulta ser
casi esférica", afirma el investigador principal Pierre Vernazza, del
Laboratorio de Astrofísica de Marsella, en Francia, en una nota de
prensa difundida por su institución.
"Gracias a estas imágenes, Higía
puede ser reclasificada como un planeta enano, por ahora el más pequeño
del Sistema Solar".
Hasta el momento existen cinco planetas enanos confirmados:
Plutón, Ceres, Eris, Makemake y Haumea.
Las observaciones con el
telescopio chileno, publicadas este lunes en Nature Astronomy, muestran que el diámetro de Higía es de 430 kilómetros.
Ceres, considerado el más pequeño hasta ahora, tiene 950 kilómetros.
Las nuevas observaciones ahondan el misterio sobre el
origen de Higía, que toma su nombre de la diosa griega de la salud y la
higiene.
Este cuerpo es el mayor de una familia de 7.000 asteroides. Se
piensa que su origen está en la descomposición de un cuerpo de unos 100
kilómetros de diámetro hace miles de millones de años. Los astrónomos
han realizado simulaciones numéricas para entender las dimensiones de
los cuerpos que chocaron. Los resultados apuntan a que la forma esférica
de Higía es resultado de una colisión frontal con un proyectil de un
diámetro de entre 75 y 125 kilómetros.
Ese impacto habría ocurrido hace
unos 2.000 millones de años y destrozó por completo el cuerpo principal.
Una vez las piezas sobrantes volvieron a unirse, le dieron a Higía su
forma esférica.
Fue la última gran colisión en el cinturón de asteroides
de los últimos 4.000 millones de años, explica Pavel Ševeček, coautor
del trabajo.
Pero todo esto no encaja con las observaciones realizadas
con el telescopio VLT.
Los astrónomos han cubierto el 95% de la
geografía del planeta enano sin hallar ningún cráter compatible con una
colisión de las dimensiones estimadas.
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