Slavoj Zizek, filósofo: “El sistema es muy inteligente: capaz de hacernos sentir culpables de problemas que él genera".
El pensador esloveno y la economista Miren Etxezarreta reflexionaron este jueves sobre el capitalismo global y el colapso del sistema en el Foro Enciende la Tierra, organizado por la Fundación CajaCanarias en Santa Cruz de Tenerife.
El también sociólogo Zizek habló de la crisis de refugiados y se refirió a que los que se hallan en el poder "convierten este asunto en un conflicto entre nuestros pobres y los propios refugiados"
La Fundación CajaCanarias celebró este jueves la primera mesa de los debates del Foro Enciende la Tierra 2019, que, bajo el título Pedir lo imposible, reunió a la economista guipuzcoana Miren Etxezarreta y al filósofo y sociólogo esloveno Slavoj Zizek, con
el fin de analizar el rumbo del capitalismo global y de abordar el
concepto de "colapso" del sistema tal y como lo conocemos.
La
charla, formada por esos dos intelectuales de izquierdas, fue moderada
por el director del área de Cultura y Deportes de la Fundación
CajaCanarias, Álvaro Marcos Arvelo.
Con unas diapositivas proyectadas a su
espalda a modo de guión y frente a un auditorio repleto, Etxezarreta
inició su intervención invitando a la audiencia a "penetrar un poco en
la profundidad de este mundo cruel que nos envuelve".
La
economista primero realizó un análisis general de las consecuencias de
la globalización, así como de los aspectos más reseñables del
capitalismo tras la II Guerra Mundial, como la pérdida de poder por
parte de los estados frente a las multinacionales, la prioridad de los
intereses de esas grandes empresas frente al bienestar social, el
deterioro de las condiciones laborales, la pérdida de derechos y el
cambio climático, entre otras cuestiones.
Su
participación concluyó con la explicación de lo que considera una nueva
forma de hacer política:
"Antiguamente querías luchar por algo y te
metías en un sindicato o en un partido y ahí hacías lo que podías".
Etxezarreta cree que ahora eso no es necesario porque "ha cambiado la
forma de hacer política".
La
intelectual guipuzcoana considera conveniente que la gente cree pequeños
"núcleos de lucha" que a su vez estén conectados con otros a modo de
red y que respondan a una reivindicación específica para conseguir
avances en ese ámbito concreto de la sociedad.
'¿Tiene el capitalismo global un oponente?'
Etxezarreta
auguró un futuro muy negro para los pueblos del mundo:
"Nuestro destino
es una distopía". No obstante, también quiso lanzar un mensaje de
esperanza: "Pero el destino se puede cambiar".
En este sentido, apeló a
los jóvenes a emprender ese cambio pues, según dijo, son ellos quienes
deben relevar a los adultos en la defensa de unos derechos que "a
nuestros predecesores les costó años de lucha conquistar".
Slavoj Zizek, en
cambio, comenzó su intervención formulando una pregunta: "¿Tiene el
capitalismo global un oponente fuerte que realmente le impida
reproducirse de forma indefinida?".
Fue ahí cuando el filósofo esloveno
lanzó una crítica contra los que denominó "izquierdistas", esos que
"defienden más justicia para los homosexuales, más tolerancia, más
feminismo, pero básicamente aceptando las coordenadas del sistema".
Al
sistema lo calificó como "muy inteligente" pues, según dijo, "es capaz
de hacernos sentir responsables de los problemas que él mismo genera en
el mundo", mientras nos ofrece una "salida rápida" a dichos problemas.
Puso
como ejemplo el reciclado:
"El sistema nos dice que es muy fácil
culparlo del cambio climático y pone sobre nosotros la responsabilidad
de reciclar, comprar comida orgánica y demás".
Zizek afirmó que
realmente no creemos que las soluciones que nos da el sistema sean la
solución.
Según él, lo hacemos simplemente porque nos hacen sentir bien:
"¡Oh, he hecho algo bueno por mi comunidad y por la madre naturaleza!",
exclamó en tono irónico.
En
esta línea, Zizek destacó también la "astucia" del mercado para ganar
dinero apelando a nuestra sensibilidad:
"Recuerdo entrar a un Starbucks
en Estados Unidos y ver un cartel de responsabilidad social que decía
'Sí, nuestro café es más caro, pero un tanto por ciento del precio de tu
café va destinado a reforestar bosques en Guatemala', o algo así. ¡Eso
es ingenio!”, espetó.
Según él, el mensaje que nos manda la empresa
responde a una ideología:
"Sé un consumista con nosotros y tu
responsabilidad social estará incluida en el precio del producto".
La crítica del filósofo esloveno también
tocó otros aspectos de la actualidad, como la pérdida de intimidad, el
aumento del control sobre las personas a consecuencia de los avances
tecnológicos o la llegada de refugiados.
En relación con esto
último, Zizek sostuvo que es evidente que hay que hacer algo con la
crisis de los refugiados, pero cree que es necesario estudiar "qué es lo
que está pasando en los países de origen" y ver "en qué medida somos
responsables de que existan esos refugiados".
Porque, según él, los que
están en el poder "convierten este tema en un conflicto entre nuestros
pobres y los refugiados".
El
sociólogo esloveno considera que debemos dar un paso atrás y hacernos
algunas preguntas cruciales que nos hagan pensar: "¿Cómo han afectado
las intervenciones militares en Irak, Siria o Libia?; ¿cuál es el
comportamiento de nuestras empresas con la República Democrática del
Congo?".
En definitiva, reflexionar sobre el impacto que las actividades
de Occidente tienen en las condiciones de vida de los refugiados.
La
conferencia, que contó con una gran afluencia de público, finalizó tras
una ronda de preguntas a través de las cuales la audiencia pudo
interactuar, compartir ideas y rebatir opiniones con los ponentes.
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