El décimo aniversario de la gala Starlite reúne en Marbella a muchos famosos, entre ellos Marta Luisa de Noruega y su chamán, con fines solidarios.
“Todo empezó con la gala”.
Así remarcó Valeria Mazza, quien
repitió como presentadora, que los 55 días en los que ahora se ha
convertido el Festival Starlite comenzaron hace diez años con el evento
que reúne a famosos, locales e internacionales, liderados por el actor Antonio Banderas.
Celebridades, brillo, diversión, subastas y mucho dinero, pero con un
trasfondo solidario.
Esto es lo que caracteriza cada año a la mayor
fiesta del verano, en un escenario casi irreal, el de la cantera de
Nagüeles, en Marbella, y convertida ya en cita ineludible de las estrellas.
Con la solidaridad como foco central, Banderas no eludió el domingo la pregunta sobre el barco Open Arms,
que lleva nueve días en espera de un puerto que le deje desembarcar a
las 160 personas migrantes que han rescatado del Mediterráneo.
“Me
parece un horror, un horror, directamente”, resaltó sin dudar. “Y tiene
que ver mucho con lo que está pasando en el mundo en estos momentos.
Tiene que ver, incluso, con la respuesta política que están teniendo
también en los Estados Unidos.
El problema que estamos viviendo con los
populismos, tanto de un lado como del otro, es la imposibilidad que han
mostrado los partidos tradicionales para resolver los problemas”,
añadió.
Sí evitó, en cambio, el tema de la situación política en España, o al
menos hizo el intento.
“Creo que los límites que me he impuesto para
hablar de política se han agotado”, comentó con evidente hartazgo.
“Tengo mucho respeto por los políticos.
Pero simplemente pienso que
crean una dependencia con su público votante para estar continuamente
pendiente de ellos, y eso está envenenando la vida cotidiana de todos.
Estamos intoxicados de política”, señaló. Cada año, la política
desciende en su orden de prioridades:
“No quiero pertenecer a la
cacofonía de voces que está dando opiniones continuamente, prefiero que
ellos hagan su trabajo y yo haré el mío”.
Y parece que lo está haciendo bien.
El actor malagueño
logró la Palma de Oro a mejor actor en Cannes por su actuación en la
película de Pedro Almodóvar Dolor y Gloria. Recién cumplidos los 59
años, el pasado 10 de agosto, Banderas ha estado promocionando la
película en Londres con el director y la actriz Penélope Cruz.
Pero no
olvida lo que le ha llevado hasta este punto.
“Unas de las mejores cosas
que me han pasado en la vida es que me diera un ataque al corazón”,
afirmó.
Eso, insistió, separó las cosas claramente, y ahí estaban mi
familia, mi hija y no mi profesión, sino mi vocación, el ser actor”.
Banderas aseguró que la experiencia de trabajar con el director manchego
ha sido de las experiencias más bonitas de su vida, pero “el personaje
de Almodóvar no lo hubiera entendido si no me hubiera dado el ataque al
corazón”.
Los invitados más esperados de la noche fueron, precisamente, los más
internacionales.
La princesa Marta Luisa de Noruega y su novio, el
chamán conocido como Derek Verret, y el actor británico Joseph Fiennes.
Los primeros atrajeron todas las miradas durante el photocall y la
princesa, además, recibió uno de los premios de la noche a manos del
propio anfitrión.
“Estoy muy honrada de recibir este premio. Todos
nosotros podemos marcar la diferencia, creo que es muy importante que
entendamos el poder que tenemos.
Y eso es lo que intento, hacer llegar
al mundo que una forma diferente de entendernos es posible, de hacer, de
ser”. Fiennes, sin embargo, dejó con las ganas a todos los que le
esperaban en la entrada y evitó los focos.
El actor, quien ya acudió a
la primera edición del evento, se trasladó desde Canadá a Marbella,
donde solo pasará un día, ya que se encuentra en plena grabación de la
serie El cuento de la criada.
El evento convertido en el epicentro del lujo, la música y, cada vez
más del arte, no terminó de arrancar en sus primeras subastas, a pesar
de los intentos de Mazza y Luján Argüelles, quien presentó la gala junto
a la modelo argentina.Hasta que llegó José María Cano. El artículo estrella de la noche fue un retrato del artista.
La puja arrancó con 30.000 euros por parte de Carla Pereyra, modelo y pareja del entrenador Diego Simeone, que también estuvo en la gala.
Pero subió con rapidez hasta los 270.000 euros y fue adjudicada a la productora Monika Bacardi.
Tras esto, el resto fue rodado, conga solidaria incluida por 500 euros por persona que consiguió reunir a unos 25 de los 437 invitados.
En los nueve primeros años de la gala se han recaudado 2.600.000 euros. Este año se esperaba superar los tres millones. Y como ya adelantó García-Sanjuán durante la noche, “se ha batido el récord”, con más de 600.000 euros, la cifra más alta para celebrar el décimo aniversario.
Durante todo el día, Banderas tuvo un mismo nombre en los
labios, Sara Baras.
Y allí estuvo sobre el escenario, impecable como
siempre, para hacer enmudecer al público. Tampoco faltaron las
actuaciones de El Mago Pop y los homenajeados Carlos Rivera y Diego
Torres.
Sin embargo, uno destacó sobre el resto, sin acercarse al
escenario ni apenas separarse de su mesa, casi de forma espontánea,
David Bisbal consiguió poner a los invitados en pie y hacer que se
olvidaran de los postres.
No hay comentarios:
Publicar un comentario