Un Blues

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15 may 2019

Se agrava el estado de María Jiménez

La cantante, que fue intervenida de urgencia por un problema en el aparato digestivo, ha tenido que volver a la unidad de cuidados intensivos y se valora si tendrá que ser operada de nuevo.

Maria Jimenez
María Jiménez en un evento en Sevilla el pasado mes de febrero. Getty Images

 La cantante María Jiménez, de 69 años, tuvo que ser ingresada de urgencia la semana pasada y ser intervenida quirúrgicamente debido a un problema en el aparato digestivo del que no se conocen más detalles. 

 Según informó este lunes Telecinco la operación tuvo lugar en el hospital San Rafael de Cádiz y a consecuencia de la misma la artista sevillana ha tenido que permanecer unos días en la Unidad de Cuidados Intensivos. 

Unos días complicados que parecían haber tenido un proceso normal cuando se anunció que la artista había podio pasar a una habitación en planta pero que se complicó este mismo martes cuando el cuadro que presenta la actriz la ha devuelto a la UCI donde se valora si tendrán que operarla de nuevo.  

Durante estos días María Jiménez ha estado acompañada por su hermana y su hijo Alejandro, fruto del matrimonio con el desaparecido actor Pepe Sancho, con quien mantuvo una apasionada relación que vivieron en dos etapas porque primero se casaron en Sevilla en junio de 1980 para separarse en 1984 y volverse a casar en Costa Rica en 1987, dos años después de la trágica muerte de la hija mayor de María Jiménez en accidente de tráfico.

 La cantante ya sabe lo que significa luchar contra las enfermedades porque en 2013 se le diagnosticó un cáncer de mama del que recibió el alta finalmente en 2017 tras pasar por una operación y por tratamientos de quimioterapia y radioterapia.

 Ella misma contó hace algún tiempo en el programa Viva la vida, en la etapa en la que estaba presentado por Toñi Moreno, que había vivido una etapa con varios problemas de salud: " Me operaron de un cáncer de mamá, luego de la garganta, después me rompí el peroné.

 He estado un tiempo pachuchilla, pero ya estoy mejor", dijo entonces.

La vida de María Jiménez, quien triunfó en los años ochenta con éxitos y después intentó relanzar su carrera tras su separación definitiva en 2002 de Pepe Sancho, no ha sido siempre fácil.
 Nació en el barrio sevillano de Triana de una familia humilde y tuvo que ponerse a trabajar muy joven en el servicio doméstico para ayudar a los suyos con sus ingresos.
 Cuando su trabajo en una casa le llevó a Barcelona se topó con la taberna flamenca Villa Rosa y tirando de improvisación consiguió que el propietario la contratara por 200 pesetas diarias.
 En 1967 volvió a Sevilla, ya como artista incipiente y en 1968 se convirtió en madre soltera de su primera hija Rocío, una niña por la que sentía auténtica devoción y que murió cuando acababa de cumplir 17 años en un accidente de tráfico, en 1985, solo unos meses después de su primera separación de quien ha sido su único marido, Pepe Sancho.



La tragedia y el estado de desconsuelo en el que dejó a María Jiménez, la volvió a unir a Sancho y la pareja se volvió a casar en 1987.
 Pero la segunda parte de su matrimonio fue aún más errática que la primera y las peleas y las infidelidades de él continuaron hasta su segundo divorcio en 2002, incluidas acusaciones de maltrato, que la cantante no olvidó ni perdonó ni siquiera cuando el actor falleció el 3 de marzo de 2013.

 María Jiménez contó algunas de sus penurias matrimoniales en programas de televisión, en revistas de la denominada prensa rosa y también en un libro que tituló Calla, canalla, entre ellas afirmaba haber sido víctima de malos tratos. 

Por todos estos motivos Pepe Sancho presentó una demanda contra ella por considerar que tanto el libro como las declaraciones de su exmujer, lesionaban su derecho al honor. Un pleito que les llevó a las más altas instancias de los tribunales con sucesivas sentencias y recurso y que finalizó con un recurso de casación presentado por la cantante ante el Tribunal Supremo que terminó por eximirla de responsabilidades porque entendió que en el de caso de los personajes de proyección pública, 

"la protección del honor (...) y de la intimidad disminuye y la protección de la imagen se excluye (en los casos que prevé la ley)".

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