Era considerado uno de los últimos maestros de la arquitectura moderna. Ganó el Pritzker en 1983.
Pablo Guimón
- Ieoh Ming Pei, uno de los arquitectos más prolíficos y venerados del mundo, quien firmó en 1989 la famosa pirámide de cristal del Louvre y autor de grandes museos y edificios públicos en EE UU, ha fallecido la noche de este jueves a los 102 años, según informó su hijo Li Chung Pei al diario The New York Times.El arquitecto estadounidense, nacido en Cantón (China) en 1917, hijo de un prominente banquero, está considerado uno de los grandes maestros de la arquitectura.
- Formó su estudio propio, I. M. Pei & Asociados, en 1955 y recibió el premio Pritzker en 1983.
- Sus primeros proyectos fueron principalmente para William Zeckendorf, temido promotor inmobiliario responsable de buena parte del paisaje urbano de Nueva York, para quien empezó a trabajar a lo grande en 1948, poco después de graduarse en Harvard.
Su ambición, disimulada por su encanto y
unos modales exquisitos, le llevó pronto a expandirse más allá de la
influencia de Zeckendorf, firmando proyectos importantes por todo
Estados Unidos, incluidos los museos Everson de Siracusa y el Des Moines
Art Center, en Iowa.
Completados ambos en 1968, fueron los primeros de
una serie de museos que acabarían incluyendo el Ala Oeste de la National
Gallery de Washington (1978) y la reforma del Louvre (1989), su primer
proyecto en Europa.
El proyecto, una intervención modernísima en
un edifico que encarna el clasicismo, desató una acalorada discusión
entre partidarios y detractores.
“Me encuentro con personas que hablan
de Luis XIV como si hubieran cenado con él la víspera.
Si fuera
únicamente norteamericano no lo comprendería, pero afortunadamente la
cultura china es muy vieja y puedo entenderlo”, dijo entonces.
Museos, rascacielos corporativos o de
viviendas, su mezcla de pragmatismo y osadía, su modernismo limpio y de
pureza geométrica, su personal diálogo entre lo clásico y lo rompedor,
seducían a una variada tipología de clientes.
Atento pero escéptico ante
las modas, le obsesionaba que sus diseños resistieran el paso del
tiempo.
Emigró de China a EE UU en los años treinta
del siglo pasado y acabó firmando un icono de algo tan genuinamente
estadounidense como el rock and roll.
Su edificio del Rock and
Roll Hall of Fame de Cleveland, completado en 1995, fue inspirado por
una serie de viajes a conciertos de rock de la mano de Jann Wenner,
editor de Rolling Stone, para comprender el alma de un arte que
no le gustaba demasiado.
Sí le gustaba, en cambio, otra disciplina
artística estadounidense, el expresionismo abstracto, que coleccionaba
con tesón. Su último museo fue el de Arte Islámico de Doha (Qatar), que
terminó en 2008.
Prescindiendo de una convocatoria pública,
el entonces presidente francés, François Mitterrand, encargó la urgente
ordenación del caótico museo parisino directamente a Pei, que era ya uno
de los arquitectos más famosos del mundo.
Su osada propuesta consistió
en colocar una pirámide de cristal de 21 metros de alto en la explanada
central que dibuja el antiguo palacio de la monarquía, que da acceso a
unas galerías subterráneas, dotando al centro de una entrada central en
sustitución de la lateral por la que accedía el público hasta entonces.
Además de museos, diseñó vivienda social,
auditorios, torres de oficinas, edificios administrativos, aeropuertos
(el que hoy es el JFK de Nueva York) y hospitales.
Ya en 1964, fue el
elegido por Jacqueline Kennedy para diseñar la John F. Kennedy Library,
en Boston, lo que le colocó, al inicio de su carrera, en la vanguardia
de los arquitectos estadounidenses.
Dotó a la arquitectura moderna, vilipendiada por su
frialdad y su falta de ornamentación, de vida cálida.
Y de una escala
humana no reñida, paradójicamente, con el carácter monumental de muchas
de sus obras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario