Universitarios del colegio mayor Covarrubias de Madrid ponen nota al mundo, al país y a sus estudios.
El Plan Bolonia
acortó las carreras, y universitarios que empiezan o están a punto de
acabar se sienten decepcionados.
"La Universidad te enseña siempre un poco tarde", dice Carmela García, asturiana, tercero en Ingeniería Industrial de Diseño Industrial y de Desarrollo de Producto.
Esperanza al empezar, decepción desde el comienzo, a la mitad o finalizando.
"No salimos preparados. Cuatro años no es nada". Carmela, Miguel Jordana, segundo de Periodismo, de Navarra; Mónica Casado, asturiana, primero de esa carrera; Irene Calvo, zaragozana, en primer curso de Política y Filosofía; Alonso Villalón, malagueño, en primero de Física, y Miguel González, soriano, en cuarto de Ciencias Políticas y Derecho, coinciden en la frustración. Hablamos en el colegio mayor Covarrubias de Madrid, donde viven.
Ponen notas al mundo y a este país.
El mundo "va mal", por debajo de un tres, y España va "a peor". Salva la nota Carmela: "Este país merece un seis. Llamas a una ambulancia y viene", dice.
Añade Alonso: "Y para que venga no te tienes que hipotecar". Él se siente tan decepcionado "por lo que se dice y se siente aquí" que ya se ve fuera de España.
Irene daría a este país "una nota más bien bajita, con amor lo digo".
Mónica no ha visto una Redacción y no tiene un micrófono para practicar radio.
A Miguel Jordana le pasa igual. Mónica, además, señala que "a estas alturas del curso" aún no se han tramitado las becas, "y si a la educación se la trata así, díganme qué país es este".
Miguel García, a punto de acabar, ahora sabe cómo abordar la política, "pero el Derecho se enseña como si fuéramos a tratar con pedazos de carne".
La deshumanización de la enseñanza se une, dice Irene, a la escasa importancia que se da, en Filosofía, a lo que importa.
"No se puede dar el mismo tiempo a Aristóteles que a la filosofía medieval".
Esperaban más prácticas, más humanidades, aprender a dudar.
A Miguel Jordana le preguntamos si ya sabe qué es periodismo: "Ni idea". Irene, que estudia Filosofía, aún no ha aprendido a dudar, dice, y Alonso duda de todo, "por eso estudio Física".
A Miguel García le inquieta este país "envejecido al que la política no le importa" y que "es víctima de las noticias falsas".
La derecha remonta (en Andalucía) y la izquierda, dice, "no se entera".
A Carmela le da "miedo lo que puede pasar". El periodista por venir, Miguel Jordana, dice de sus estímulos: "Estar con quienes estudian otras disciplinas te enriquece.
Eso es lo bueno de estar aquí".
Al final fue cuando Carmela dijo aquello: "La Universidad te enseña siempre un poco tarde".
Y no hay práctica. En Física, dice Alonso, "han puesto el grado de Inglés, y los que enseñan ni saben bien el inglés ni saben bien su asignatura". Carmela está "aprendiendo mucho de los productos y cómo venderlos, pero a estas alturas" no se siente "capaz de afrontar lo que implica una carrera como esta". Miguel, el estudiante de Políticas y Derecho: "Con lo que aprendes en cuatro años no tienes ni metodología ni práctica". Su decepción es el temor de Irene. Carmela cree que esa sensación se le irá acentuando. "Estoy en tercero, sigo esperando lo que vine a buscar. Y acabas la carrera y te irás con esa sensación: ¿y qué más? Y ahí entran los másteres, los talleres...".
"La Universidad te enseña siempre un poco tarde", dice Carmela García, asturiana, tercero en Ingeniería Industrial de Diseño Industrial y de Desarrollo de Producto.
Esperanza al empezar, decepción desde el comienzo, a la mitad o finalizando.
"No salimos preparados. Cuatro años no es nada". Carmela, Miguel Jordana, segundo de Periodismo, de Navarra; Mónica Casado, asturiana, primero de esa carrera; Irene Calvo, zaragozana, en primer curso de Política y Filosofía; Alonso Villalón, malagueño, en primero de Física, y Miguel González, soriano, en cuarto de Ciencias Políticas y Derecho, coinciden en la frustración. Hablamos en el colegio mayor Covarrubias de Madrid, donde viven.
Ponen notas al mundo y a este país.
El mundo "va mal", por debajo de un tres, y España va "a peor". Salva la nota Carmela: "Este país merece un seis. Llamas a una ambulancia y viene", dice.
Añade Alonso: "Y para que venga no te tienes que hipotecar". Él se siente tan decepcionado "por lo que se dice y se siente aquí" que ya se ve fuera de España.
Irene daría a este país "una nota más bien bajita, con amor lo digo".
Mónica no ha visto una Redacción y no tiene un micrófono para practicar radio.
A Miguel Jordana le pasa igual. Mónica, además, señala que "a estas alturas del curso" aún no se han tramitado las becas, "y si a la educación se la trata así, díganme qué país es este".
Miguel García, a punto de acabar, ahora sabe cómo abordar la política, "pero el Derecho se enseña como si fuéramos a tratar con pedazos de carne".
La deshumanización de la enseñanza se une, dice Irene, a la escasa importancia que se da, en Filosofía, a lo que importa.
"No se puede dar el mismo tiempo a Aristóteles que a la filosofía medieval".
Esperaban más prácticas, más humanidades, aprender a dudar.
A Miguel Jordana le preguntamos si ya sabe qué es periodismo: "Ni idea". Irene, que estudia Filosofía, aún no ha aprendido a dudar, dice, y Alonso duda de todo, "por eso estudio Física".
A Miguel García le inquieta este país "envejecido al que la política no le importa" y que "es víctima de las noticias falsas".
La derecha remonta (en Andalucía) y la izquierda, dice, "no se entera".
A Carmela le da "miedo lo que puede pasar". El periodista por venir, Miguel Jordana, dice de sus estímulos: "Estar con quienes estudian otras disciplinas te enriquece.
Eso es lo bueno de estar aquí".
Al final fue cuando Carmela dijo aquello: "La Universidad te enseña siempre un poco tarde".
Y no hay práctica. En Física, dice Alonso, "han puesto el grado de Inglés, y los que enseñan ni saben bien el inglés ni saben bien su asignatura". Carmela está "aprendiendo mucho de los productos y cómo venderlos, pero a estas alturas" no se siente "capaz de afrontar lo que implica una carrera como esta". Miguel, el estudiante de Políticas y Derecho: "Con lo que aprendes en cuatro años no tienes ni metodología ni práctica". Su decepción es el temor de Irene. Carmela cree que esa sensación se le irá acentuando. "Estoy en tercero, sigo esperando lo que vine a buscar. Y acabas la carrera y te irás con esa sensación: ¿y qué más? Y ahí entran los másteres, los talleres...".
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