Siempre entre las nubes hay esos huequitos de Sol que te dan valor.
Un Blues
Del material conque están hechos los sueños
17 mar 2019
Catarsis.......................................... Boris Izaguirre
Ni Almodóvar ni Zidane son clonables, justo lo contrario que Melania Trump.
Presentación de Zidane como nuevo entrenador del Real Madrid, en el Santiago Bernabéu, el pasado lunes.Samuel Sanchez
Dolor y Gloria, el nuevo filme de Almodóvar,
es más que una película. Es una catarsis de su autor, pero también de
sus espectadores. En un momento global donde todo es conflicto y
tensión, la desnudez, franqueza y belleza de esta película atraviesa los
ojos de todos sus intérpretes, con un Antonio Banderas íntimo y bellísimo,
que nos conmueve y alivia, dolor y gloria, relatando la vida de una
generación que cambió España y descubriendo el pasado como si fuese otro
nuevo mundo . Es el regreso de Almodóvar a su primer deseo. El estreno se celebró con gran parte del talento de la filmografía almodovariana,
sus colores y banda sonora. El propio Almodóvar nos lo advirtió al
inicio de la fiesta en Joy Eslava. “Esperen porque valdrá la pena el
espectáculo”. Leonor Watling y Asier Etxeandia presentaron sus versiones
de dos grandes hits de Chavela Vargas, seguidos por Hugo Silva dentro del traje de Letal, el travesti que interpretó Miguel Bosé en Tacones Lejanos, y de ahí en adelante playback tras playback euforizándonos hasta que el director salió al escenario junto a Banderas e interpretaron Resistiré, el himno con el que cierra Átame. Desde el fondo del teatro se escuchó una voz, era Loles León, cruzando
la sala hasta llegar al escenario y subirse a él para sorprender al
director y a todos y cantarla como nadie. Resistiendo como nadie. Zinedine Zidane ha resistido y vuelve al Real Madrid
posiblemente para su rescate, pero también para apoyar completamente al
pantalón pitillo en la lucha por su supervivencia. Todos sabemos que la
ropa ceñida cede ante el avance inequívoco de la ropa amplia que ha
tomado la calle dispuesta a acabar con las estrecheces del jeggin. Puede ser que para el varón español enfundarse esos pantalones
apretadísimos, asfixiando cualquier intento de imaginación, es una
lucha, una épica nueva. Otro Dolor y Gloria. Mostrar culo y
muslo, como una señal de nueva masculinidad. Y Zinedine ha captado ese
mensaje y en su reaparición lo convirtió en catarsis. Él puede, está
espléndido.De cara, cuerpo, culo y seguro que también de estrategia. Y para que el mensaje llegara más lejos, sus pantalones pitillo llevaban un dobladillo XL
que subía más allá de los gemelos. Los han criticado en alguna prensa,
señalándolos como ridículos y que significan el fin de la moderación. Pero no, están equivocados. El vestuario es ahora de Zidane y dispone de
un buen presupuesto, 12 millones de salario por temporada, para hacer
lo que considere. Y será toda una demostración de elasticidad.
Pedro Almodóvar, Penélope Cruz y Antonio Banderas en el estreno de 'Dolor y Gloria', en Madrid, el pasado miércoles.SERGIO PEREZREUTERS
Ni Almodóvar ni Zidane son clonables, justo lo contrario que Melania Trump.
La prensa estadounidense ha levantado la teoría de que el presidente utiliza dobles de su esposa
en determinadas situaciones. Hay sospechas de que la Melania que
acompañó a Trump durante una reciente visita a Alabama, es una doble.
Insisten en que el pelo es peluca y la bajada por escalerilla del Air
Force One no responde a su habitual lenguaje corporal.
La teoría asegura
que hay cuatro o cinco Melanias, incluyendo la real.
Por supuesto, hay un subtítulo en esta teoría: que Melania no está al
lado de su esposo, lo que sí puede ser cierto e incluso, acertado.
Mientras más se complica la presidencia, más escurridiza resulta
Melania, oculta entre imitaciones.No debe ser fácil la Casa Blanca. ¡Qué difícil puede ser una casa para un político! Si no que le pregunten a Pablo Iglesias e Irene Montero, felices padres pero inquietos propietarios. Parece que Albert Rivera y Malú
buscan nido, en una de esas alejadas y protegidísimas urbanizaciones de
ricos y famosos en las afueras de Madrid. Sigo mucho esta historia de
amor en tiempos electorales. Malú está dejando de asistir a actos para
no llamar más la atención y recuperarse de su lesión de tobillo. Sospecho que por más votantes de Ciudadanos que haya en esos impecables
jardines de La Florida o de La Finca, puede suceder que la atención
mediática que anida en la pareja haga que esos mismos votantes escojan a
otro candidato que no esté entre sus vecinos. Además, el voto hoy en
día es muy volátil, como la gasolina. Por eso Rivera, con o sin Malú,
debería volver al centro. Volver, como dice Mecano, al aire de ciudad,
que si bien no es el más sano, lo prefiere el ser humano. Es lo que ha
hecho Zinedine Zidane.
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