La periodista ha vendido gran parte del mobiliario y accesorios que decoraban su casa de 2.000 metros cuadrados y que no tenían espacio en su nuevo hogar, un chalet pareado de alquiler.
La casa que María Teresa Campos tiene en la urbanización Molino de la Hoz, situada en la localidad madrileña de Las Rozas a poco más de 30 kilómetros de Madrid, era ya demasiado grande y costosa para la periodista y desde hace algo más de dos años intenta venderla sin que aún haya conseguido su objetivo.
Pese a ello, Campos ha decidido trasladarse a un chalet más pequeño en el municipio de Aravaca, más próximo al centro de la capital, pero sobre todo más cerca de dónde viven sus hijas y más manejable para una persona que ya ha cumplido 77 años.
La subasta se realizó el pasado 26 de febrero y fue un éxito.
En pocas horas se vendieron la mayoría de las piezas que aparecían en el catálogo.
Entre ellas, un juego de sillones Luis XV muy populares porque aparecieron en grabaciones del reality Las Campos; una pareja de jarrones de mármol y bronce que salieron a la venta por 3.000 euros; un juego de candelabros dorados de 2.500 euros, una cómoda estilo Luis XIV cuyo precio de salida era de 6.000 euros; o una mesa Regency valorada en unos 1.500 euros.
Muebles y objetos decorativos que han encontrado un nuevo destino durante los tres días que ha durado la subasta.
Su nuevo domicilio, un moderno chalet de alquiler de unos 350 metros cuadrados construidos, no admite tanto mobiliario y la presentadora decidió recurrir a una casa de subastas para vender sus muebles y conseguir una rentabilidad con ellos, ya que muchos son piezas clásicas de cierto valor.
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