La escritora uruguaya de 95 años es representante de la poesía esencialista.
La poeta uruguaya Ida Vitale (Motevideo, 1923) ha sido galardonada con el Premio Cervantes 2018.
El considerado como Nobel de literatura en castellano está dotado con
con 125.000 euros.
Inscrita en la tradición de las vanguardias
latinoamericanas, Vitale es representante de la poesía esencialista.
Su
obra está caracterizada por poemas cortos, una búsqueda del sentido de
las palabras y un carácter metaliterario.
El premio valora "su lenguaje,
uno de los más reconocidos en español".
Y, según Carme Riera, representante de la Real Academia Española (RAE) en el jurado, espera que acuda a la entrega en las mejores condiciones.
No lo aseguraba porque la fuerza de Ida Vitale esté fuera de toda duda.
Sino porque las pocas mujeres que hasta ahora han sido premiadas –sólo cinco–, apenas han podido subir las complicadas escaleras de la cátedra.
No pudo María Zambrano ni Dulce María Loynaz, por citar dos ejemplos.
Sí Elena Poniatowska, la escritora mexicana y también Ana María Matute, los precedentes femeninos más recientes.
Ramírez celebró la decisión del jurado y cree que es justo con Uruguay, un país de gran tradición y calidad en la poesía femenina. Ramírez también subrayó que no se otorga el premio por ser hombre o mujer, “sino por la calidad de una obra que queda fuera de toda duda”.
Y por las siguientes razones esgrimidas en conjunto:
“Por su lenguaje, uno de los más destacados y reconocidos de la poesía moderna en español, que es al mismo tiempo intelectual y popular, universal y personal, transparente y honda.
Convertida desde hace un tiempo en un referente fundamental para poetas de todas las generaciones y en todos los rincones del español”.
Compañeros de generación
Considerada miembro de la llamada Generación del 45, junto
con Mario Benedetti y Juan Carlos Onetti, estudió Humanidades y se
dedicó a la enseñanza, fue profesora de Literatura hasta 1973, cuando la
dictadura la obligó a exiliarse en México durante una década
(1974-1984).
En México, formó parte del consejo asesor de la revista Vuelta, impulsada por Octavio Paz, y fue uno de los cofundadores del semanario Uno-Más-Uno,
en 1982.
En 1984 regresó a Uruguay, donde dirigió la página cultural
del semanario "Jaque", y en 1989 trasladó su residencia a Austin (Texas,
EEUU), desde donde ha vuelto recientemente a su país.
En su larga carrera literaria ha escrito: La luz de esta memoria (1949), primer poemario al que le siguieron Palabra dada (1953), Cada uno en su noche (1960), Paso a paso (1963), Oidor andante (1972), "Jardín de sílice" (1980), la antología "Fieles" (1976-1982), "Elegías en otoño" (1982), Entresaca (1984), Parvo reino (1984), Sueños de la constancia (1988), Serie del sinsonte (1992), Procura de lo imposible (1998), Reducción del infinito(2002), Plantas y animales (2003), o El Abc de Byobu (2005).
En septiembre de 2010, publicó en España Mella y criba (poemario).
Entre sus ensayos, destacan Arte simple (1937), El ejemplo de Antonio Machado (1940), Cervantes en nuestro tiempo (1947), La poesía de Basso Maglio (1959), M. Bandeira, C. Meirles y C. Drummond de Andrade: Tres edades en la poesía brasileña actual (1963), La poesía de Jorge de Lima (1963), La poesía de Cecilia Meireles (1965).
El jurado
Aparte de los citados, el jurado estaba integrado por Rafael Ángel
Rivas, de la Academia Venezolana de la Lengua; Aurora Egido, por la
Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE); Francisco
Pérez-Arce, por la Unión de Universidades de América Latina (UDUAL);
Martín López-Vega, por el Instituto Cervantes; José Manuel Blecua, a
propuesta del ministro de Cultura y Deporte; Concha Barrigós, por la
Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE); por la
Federación Latinoamericana de Periodistas (FELAP), Norma Valle y por la
Asociación Internacional de Hispanistas, Christoph Strosetzki.
Con voz, pero sin voto, ha concurrido Olvido García Valdés, directora general del Libro y Fomento de la Lectura.
Con voz, pero sin voto, ha concurrido Olvido García Valdés, directora general del Libro y Fomento de la Lectura.
En su visita a Madrid en junio de 2017, manifestó que "es
muy importante que en una cultura haya una figura de referencia, no para
acatarla; pero sí para tenerla como referencia con posibilidad de
acuerdo o de discusión a buen nivel, y eso es lo que hizo Octavio Paz",
explicó a Efe esta poeta, narradora, ensayista y traductora en una
entrevista en la Residencia de Estudiantes, el templo de la poesía, de
la generación del 27, a cuyos autores tanto admira Vitale.
Vitale es la quinta mujer reconocida por este premio que ha
sido concedido a 40 hombres.
Hasta ahora lo habían recibido las
españolas María Zambrano (1988) y Ana María Matute (2010), la cubana
Dulce María Loynaz (1992) y la mexicana Elena Poniatowska (2013).
Además, teniendo en cuenta que este año no ha habido Premio Nobel de
Literatura, el reconocimiento cobra especial relevancia para el mundo de
las letras.
“Los españoles están igual de locos que en la época de la conquista”.
Es lo que le dijo Vitale a José Guirao, ministro de Cultura, cuando le comunicó esta mañana el fallo. No hay duda de que lo recogerá, según Guirao. “Es una mujer que responde como pocas a su apellido”.
Fue la reacción de una autora verdaderamente abrumada por los premios que ha conseguido últimamente en España.
Aparte del Cervantes, ha recibido el García Lorca en 2015 y el Reina Sofía en 2016, dos reconocimientos prestigiosos para la literatura en español.
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