Movistar + estrena 'Arde Madrid', la serie en la que Paco León usa como excusa la estancia de la actriz de Hollywood para retratar la España franquista.
Álvaro P. Ruiz de Elvira
Soltar una frase soez como que Ava Gardner tenía "cojones", dicha la
palabra en castellano en una frase en inglés, y seguir mostrándose
elegante y encantadora parece algo solo al alcance de alguna gran
estrella de Hollywood, como lo era la propia Gardner. Pero dicho por
Debi Mazar también funciona
. La actriz estadounidense (Nueva York, 54 años) interpreta en la serie española Arde Madrid a Gardner.
No es el personaje principal, pero es alrededor del cual gira la trama de esta serie rodada en blanco y negro que refleja cómo era el Madrid franquista de los años sesenta.
Arde Madrid cuenta la historia de Manolo y Ana Mari, dos supuestos sirvientes colocados por Franco en la casa de Gardner para espiar por si hay reuniones comunistas.
La ficción, creada por Paco León y Ana R. Costa, se estrena hoy en Movistar + al completo (ocho episodios de media hora cada uno) y cuenta en su reparto también con Inma Flores, Anna Castillo, Julián Villagrán y el propio León.
Pregunta. ¿Cómo llegó a convertirse en Ava Gardner?
Respuesta. Estaba en una fiesta en Nueva York con mi amiga Rossy de Palma.
Hablando con ella me dijo, tengo este amigo, Paco León, que es maravilloso, le quiero mucho y quiere que interpretes a Ava Gardner.
No dijo si era una serie o una película. Yo no le conocía, pero le dije, genial, dile que me llame.
Unos días más tarde sonó el teléfono, era un productor, para organizar una llamada por videoconferencia.
Esa llamada tuvo lugar, y estaba muy nerviosa, porque investigué quién era Paco y vi que era genial, divertido y muy famoso.
En la videollamada yo llevaba un jersey ridículo, hacía frío y llevaba estas extensiones [se señala su pelo recogido como una pin up de los años sesenta].
Mi pelo es muy corto y fino, así que siempre llevo pelo de mentira. Estuvimos hablando, él no sabía inglés y yo apenas hablo español, pero nos entendimos, a través de los ojos, de la mímica y en un momento dado me quité la coleta, me agité el pelo y a Paco le encantó.
Yo no sabía que a paco le encantaban cosas así.
Nos entendimos de inmediato.
P. Y de ahí a la serie...
R. Hice una audición y Paco decía que sonaba puertorriqueña o cubana, por mi acento de Nueva York.
Me dijo que me daba el papel, pero que tenía que tener acento castellano.
Aprendí, di mis clases. Estaba muy emocionada, para mí era un sueño, porque Pedro Almodóvar me dijo hace años que nunca iba a hacer una película americana con actores que hablen en inglés y que tenía que aprender español porque quería trabajar conmigo. Eso fue como hace 27 años.
Empecé a estudiar español, pero me enamoré de un italiano, así que no lo aprendí.
Esto es como mi segunda oportunidad de trabajar en España. Empecé a ver el trabajo de Paco, como Carmina o Kiki, el amor se hace, y pensaba que tenía algo especial.
Me mandaron primero el tratamiento de la historia, no el guion, y era alucinante.
Me encanta aquella época y me encanta el blanco y negro.
P. ¿Qué conocía antes de hacer la serie de la España franquista?
. La actriz estadounidense (Nueva York, 54 años) interpreta en la serie española Arde Madrid a Gardner.
No es el personaje principal, pero es alrededor del cual gira la trama de esta serie rodada en blanco y negro que refleja cómo era el Madrid franquista de los años sesenta.
Arde Madrid cuenta la historia de Manolo y Ana Mari, dos supuestos sirvientes colocados por Franco en la casa de Gardner para espiar por si hay reuniones comunistas.
La ficción, creada por Paco León y Ana R. Costa, se estrena hoy en Movistar + al completo (ocho episodios de media hora cada uno) y cuenta en su reparto también con Inma Flores, Anna Castillo, Julián Villagrán y el propio León.
Pregunta. ¿Cómo llegó a convertirse en Ava Gardner?
Respuesta. Estaba en una fiesta en Nueva York con mi amiga Rossy de Palma.
Hablando con ella me dijo, tengo este amigo, Paco León, que es maravilloso, le quiero mucho y quiere que interpretes a Ava Gardner.
No dijo si era una serie o una película. Yo no le conocía, pero le dije, genial, dile que me llame.
Unos días más tarde sonó el teléfono, era un productor, para organizar una llamada por videoconferencia.
Esa llamada tuvo lugar, y estaba muy nerviosa, porque investigué quién era Paco y vi que era genial, divertido y muy famoso.
En la videollamada yo llevaba un jersey ridículo, hacía frío y llevaba estas extensiones [se señala su pelo recogido como una pin up de los años sesenta].
Mi pelo es muy corto y fino, así que siempre llevo pelo de mentira. Estuvimos hablando, él no sabía inglés y yo apenas hablo español, pero nos entendimos, a través de los ojos, de la mímica y en un momento dado me quité la coleta, me agité el pelo y a Paco le encantó.
Yo no sabía que a paco le encantaban cosas así.
Nos entendimos de inmediato.
P. Y de ahí a la serie...
R. Hice una audición y Paco decía que sonaba puertorriqueña o cubana, por mi acento de Nueva York.
Me dijo que me daba el papel, pero que tenía que tener acento castellano.
Aprendí, di mis clases. Estaba muy emocionada, para mí era un sueño, porque Pedro Almodóvar me dijo hace años que nunca iba a hacer una película americana con actores que hablen en inglés y que tenía que aprender español porque quería trabajar conmigo. Eso fue como hace 27 años.
Empecé a estudiar español, pero me enamoré de un italiano, así que no lo aprendí.
Esto es como mi segunda oportunidad de trabajar en España. Empecé a ver el trabajo de Paco, como Carmina o Kiki, el amor se hace, y pensaba que tenía algo especial.
Me mandaron primero el tratamiento de la historia, no el guion, y era alucinante.
Me encanta aquella época y me encanta el blanco y negro.
P. ¿Qué conocía antes de hacer la serie de la España franquista?
R. No mucho. Por alguna razón no estudié mucha historia de España de este periodo.
Obviamente, sabía de Franco, pero desconocía todo lo que rodea a los franquistas y estos campos que tenían y como las mujeres aprendían a ser buenas esposas, que parece todo como una secta.
Una cultura extrema y reprimida.
No creo que Ava cuando vino aquí lo pensara mucho. Venía huyendo de otra cosa.
Había estado casada cuatro veces, su último matrimonio fue con Frank Sinatra.
Se había divorciado y cuando vino no creo que supiera mucho. Había estado un par de veces para trabajar como actriz y se enamoró de la cultura.
P. Y llegó usted a Madrid...
. Yo he descubierto mucho a través de la serie. He llegado a conocer Madrid, su historia, la arquitectura, los edificios, ir al Reina Sofía, al Prado.
Conocí a la infanta [Elena], que se parece mucho a una de las pinturas de Goya y conocí a Eugenia Martínez de Irujo [que hace un cameo interpretando a su madre, la duquesa de Alba]. Quiero ir a su casa, a ver las pinturas que tiene.
Una de las cosas bonitas de la serie es que enseña lo reprimida que estaba la cultura y que por eso tras los años ochenta, ahora encuentro en España uno de los países libres más alegres de los que he estado en Europa.
Gente feliz que terminó con una represión.
P. ¿Cómo afrontó retratar a Gardner?
R. Ha sido un honor.
Ella es un espíritu magnífico.
No me parezco a ella físicamente, eso para mí no estaba sobre la mesa, lo que me quitó presión.
Mira, conocí a Frank Sinatra hace 27 años, en Los Ángeles.
Me vio en un concierto, me agarró, y me dijo, me recuerdas a mi Ava. Creo que es por mi pelo negro, y que estaba más delgada entonces y tenía el espíritu que le gustaba.
Fue bastante bonito que Frank Sinatra me mirara así, pero darle vida es más contar la historia de quién era como persona.
No era una diva, tenía un par de 'cojones' [dicho así en castellano]. Era dura, valiente, iba por delante de su tiempo, tenía cultura, era la musa de Ernest Hemingway, tenía grandes amigos que eran escritores, artistas, músicos, viajaba mucho. No quería hijos. Le encantaba España.
Yo la entendí muy bien, porque tengo la misma pasión por la vida, con una gran personalidad. La diferencia es que yo tengo hijos. Interpretarla ha sido bonito. Es una pequeña pieza de ajedrez en la serie, que no es sobre Ava Gardner, es sobre la gente de Madrid y la gente que trabaja para ella y que se inspiraron por ella. Yo no tenía presión, las verdaderas actuaciones vienen de Inma, Paco, Anna y el resto del reparto.
P. Y con PacoLeón y Ana Costa dirigiendo...
R. Paco tiene un talento inmenso.
Él muestra las emociones oscuras interiores de todos los personajes, con mucha comedia.
Ahí estoy, trabajando en otra lengua, intentando hacer acento castellano y no usar el mío de Nueva York.
Y Paco, que es muy específico, sabe bien lo que quiere, se levanta y hace su versión de Ava y le digo, Paco, eso es muy grande, es muy drag queen, y me decía, ya, ya, es mi interpretación, pero lo que te pido es que lo hagas más grande, más dramático.
Encontrábamos el camino medio.
Es genial que trabajan juntos y son tan diferentes.
Ella tiene los pies en el suelo y él es más grande que la vida. Hay una escena en la que estaba sentada en un váter, desnuda, todo en español, con Inma Cuesta.
Algunas de mis secuencias favoritas son con ella, porque son escenas íntimas y tranquilas.
Tengo a 20 personas a mi alrededor, hombres, y Paco hacía que me sintiera bien, sentía su apoyo y me sentía libre para actuar.
P. ¿Cómo es el humor de la serie?
R. Es tan especial, es mi favorito.
Cuando veo la televisión española o películas de Pedro Almodóvar, es un humor muy real.
España en concreto sabe usar muy bien el humor. En la serie es un humor seco, muy gutural.
La tragedia y la comedia van de la mano.
La vida es una locura.
Cuando vi la serie, ¡es más graciosa de lo que esperaba que fuera! Y ver a Paco actuar, cuando es Manolo... mira, estaba tan ocupada preocupándome de mis propias mierdas, de mi interpretación, que no me di cuenta de lo diferente que era como Manolo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario