"Al ver su impresionante entereza, me dije: ‘Si yo ahora me quedo en shock, no salvo la vida de mi hijo”, cuenta la actriz.
Ana Obregón llegó el pasado jueves a Madrid con su hijo Álex Lequio tras pasar seis meses en Nueva York, donde el joven ha seguido un tratamiento contra el cáncer y este miércoles, la actriz da una exclusiva en la revista ¡Hola! para hablar por primera vez con detalle de lo sucedido.
“Al tercer día de ingresar a Álex por urgencias en un hospital de Madrid, nos dan la tremenda noticia:
‘Es maligno y, además, de un tipo del que hay muy pocos casos en el mundo. Cuando el médico nos dice ‘su hijo tiene un tumor’, es como si se hubiera bajado de repente el telón de mi vida. [...]
Al ver su impresionante entereza, me dije: ‘Si yo ahora me quedo en shock, no salvo la vida de mi hijo”.
Obregón ha desvelado también los motivos de su regreso: “Nos hemos vuelto porque mi hijo ya puede concluir en Madrid el ciclo de tratamientos que acabará en diciembre, aunque luego tendrá que volver a Nueva York para hacerse chequeos cada tres meses”.“Como en España no hay casos como el suyo, nos enteramos que en el Memorial Sloan Kettering Cancer Center de Nueva York, que era donde habían identificado este tipo de cáncer, existía un tratamiento”.
Durante la entrevista, Obregón habla de los duros momentos que han pasado: “Nada más aterrizar en Nueva York, nos fuimos directos a urgencias porque Álex, que ya estaba con morfina, tenía unos dolores insoportables.
Nos explicaron que dado el tipo de tumor que era, había que comenzar a tratarlo inmediatamente”.
Tras casi seis meses de quimioterapia, Álex Lequio, acompañado de su madre, llegó a Nueva Jersey “porque solo allí podían darle la siguiente fase del tratamiento”.
La actriz y presentadora asegura que todo lo sucedido ha cambiado su vida por completo.
“La Ana Obregón artista ya no existe. Ya solo queda la madre.
La primera se fue y no creo que vaya a volver nunca más”.
“Mi verdadero apoyo ha sido ver su entereza. Ni una sola queja. Después de los durísimos tratamientos de tres días y casi 10 horas diarias que le dejaban sin poder moverse”.
Y añade: “Mi hijo me ha dado una lección de vida y me ha enseñado que es un honor ser su madre.
Porque con 26 años y toda la vida por delante, no se ha quejado ni un solo momento”.
“Cuando me nombraron la palabra tumor, yo ya intuía que era algo malo.
Miraba a Álex en el hospital de Madrid mientras cogía su mano, tan niño, mi niño… Me preguntaba ¿Por qué le toca vivir esto?”, recuerda
. Sobre el futuro explica: “Esta es una enfermedad que es como un camino de piedras, en el sentido de que tienes los pies cansados y sangrando, pero sigues caminando porque sabes que al final está la luz”.
Pocas horas después de hacerse pública la entrevista, el propio Álex Lequio colgaba una imagen de la portada de ¡Hola! en su perfil de Instagram con un texto de agradecimiento.
"Sin palabras por todos los mensajes de apoyo que sigo recibiendo. Sé que os hubiera gustado que hiciera la entrevista de ¡Hola! con mi madre pero no es posible.
Estoy aprovechando este ‘respiro’ del tratamiento para continuar con todos mis compromisos profesionales y la organización de la acción solidaria que hago todos los años - esta temporada con motivo de recaudación de fondos para ayudar a pacientes y familias en su lucha contra el cáncer.
Lo siento". Sin embargo, asegura que pronto se dejará ver y contará su experiencia personal:
"Muchísimos me habéis pedido por privado que comparta con vosotros la parte de mi experiencia con el cáncer que no menciona mi madre en la entrevista de ¡Hola!.
Tal y como ha dicho mi madre en la entrevista, es muy duro y todavía no estamos preparados.
Prometo hacer todo lo posible por estar recuperado para el día del evento solidario".
Durante la entrevista, Ana Obregón también habla de sus miedos. “Mi mayor preocupación en Nueva York era caer enferma porque estaba sola y nadie entonces iba a poder acompañar a Álex… y resulta que se me presenta un inicio de desprendimiento de retina”. Añade:
“Nadie se imagina las noches enteras en vela en casa, con el termómetro en la mano por si subía la fiebre y tener que irnos a urgencias; ver lo que yo he visto, dormir en los pasillos de los hospitales.
La fortaleza de Álex me ha hecho fuerte a mí”.
También admite cómo la enfermedad de su hijo ha cambiado sus hábitos.
“Me fui a América con un vaquero y dos vestidos, y así he estado seis meses.
Hasta Álex me decía: ‘Mamá, pero cámbiate de vestido’ y yo le respondía: Hijo lo siento, pero no tengo otro.
Todo esto me ha servido también para darme cuenta de que no necesitas más”.
Durante este tiempo en Nueva York, Álex y su madre recibieron la visita de familiares.
"Alessandro [Lequio] vino lo que pudo, mis hermanas... he recibido cartas como una preciosa que me escribió Isabel Pantoja".
La intérprete de series como Yo soy Ana también tiene palabras de agradecimiento al médico que ha tratado a su hijo.
“Siempre le estaré eternamente agradecida al doctor Balsega, que gracias a las investigaciones que ha hecho está salvando vidas.
Yo sé que esta es una grave enfermedad, pero el cáncer no es sinónimo de muerte”.
El oncólogo Josep Balsega ha dejado su cargo en el hospital de Nueva York, tras ser acusado de beneficiarse de acuerdos con empresas farmacéuticas.
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