Acostarse con la cara sucia La
pereza es la razón por la que muchas personas se van a la cama sin
retirar la suciedad y el maquillaje del rostro. "Aunque no se maquille
habitualmente, cada noche es necesario limpiar, con un producto suave y adecuado al estado de cada piel, la suciedad acumulada durante el día.
Con más motivo si se suda mucho o se vive en una ciudad", alega la
experta.
La polución se ha convertido en uno de los puntos que más
preocupan a los expertos en entienvejecimiento.
El agua micelar es un
recurso fantástico para cumplir con el cutis en menos de 2 minutos.
Lo
contrario tampoco es bueno.
"La higiene excesiva es uno de los factores
que explican el aumento de un 300% de pieles atópicas en los últimos 30
años", afirma Cornejo y recomienda "aprender a convivir con las
bacterias y solo emplear herramientas para eliminarlas cuando realmente
afectan a la salud, no por costumbre".
Ducharse con agua a más de 36/37 grados Nada más placentero que una ducha caliente, pero advierte la dermatóloga: "El agua por encima de la temperatura corporal es una de las principales causas de deshidratación epidérmica,
que unida al uso de geles y jabones demasiado agresivos que alteran el
pH de la piel, es el primer paso hacia otras afecciones más drásticas
como la dermatitis atópica".
Además, favorece la flacidez cutánea. Lo
ideal es ducharse a diario, pero con agua tibia y solo enjabonando
axilas, genitales y pies.
No usar fotoprotector Todos
los dermatólogos están de acuerdo: el mejor tratamiento contra el
envejecimiento de la piel es un fotoprotector. Y no debemos limitarlo
solo a las jornadas de playa o piscina: "Su uso debe ser diario, sobre todo en el rostro".
La experta recomienda "utilizar una crema de tratamiento facial con SPF mínimo de 30,
y repetir su aplicación al menos dos veces al día, sin olvidar las
orejas, el escote, la nuca y, en el caso de los calvos, el cuero
cabelludo". Además de prevenir el cáncer de piel, este hábito evita la
aparición de manchas, arruguitas y flacidez..
Perfumarse mal Las
fragancias que además de alcohol contienen bergamota y almizcle pueden
provocar una fototoxicidad en contacto con los rayos UV. Esto puede producir una reacción alérgica que conlleva un exceso producción de melanina y pigmentación.
Es lo que se conoce como reacciones fototóxicas, explica Cornejo, y son
muy frecuentes en verano, puesto que para que ocurra solo es necesaria
la presencia de una sustancia fotoactiva (el perfume) que, expuesta a la
luz ultravioleta, provoca una reacción similar a la quemadura solar.
En la mayoría de los casos, las lesiones cutáneas se limitan a las zonas en las que se ha aplicado la fragancia y se han expuesto a la luz
—orejas, escote, axilas, partes laterales del cuello, nuca, etcétera—;
las que han permanecido a cubierto de los rayos ultravioleta protegidas
por la ropa suelen salir indemnes
. La dermatóloga recomienda repasar las
etiquetas de las toallitas húmedas, incluso para limpiar a los más
pequeños, el gel de ducha, el jabón o las lociones para el sol y
cerciorase de que no contienen aceite de bergamota.
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