El motivo de la vuelta estelar de la pareja fue asistir a la boda de Bernardo Gallagher y Laura Contreras.
La pareja de Vargas Llosa sorprendió por su cambio físico.
Isabel Preysler no
se dejaba ver públicamente desde hace tiempo como ya adelantó
Vanitatis. Por fin la reina de corazones apareció en una fiesta privada
acompañando a Mario Vargas Llosa.
Fue el sábado pasado en el elitista Club Puerta de Hierro de Madrid.
El
motivo de la reaparición estelar de la pareja fue asistir a la boda de Bernardo Gallagher y Laura Contreras.
El novio es hijo del empresario David Gallagher, uno de los hombres más influyentes de Chile
y amigo personal del nobel.Es miembro del directorio de Cencosud, forma parte de la Universidad de Oxford, director del Consejo Chileno de Relaciones Internacionales y columnista del diario 'El Mercurio'. Muchas de las amistades se desplazaron desde diversas ciudades de Latinoamérica y Europa para estar junto a los novios el día de su boda. Además de los íntimos españoles.
Tan protagonista como la novia
Y una de las mujeres que más llamó la atención en la fiesta nupcial fue Isabel Preysler.La razón de esta sorpresa fue el cambio físico que mostraba ese noche. De ahí que muchos coincidieran en que los aparentes nuevos retoques a los que se ha sometido Preysler hayan sido la causa de su alejamiento social público.
La opinión generalizada era positiva aunque también hubo detractores que consideran que no puede aparentar menos años que su hijas Chábeli y Tamara.
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