Bajo una bola del mundo gigante llena de flores que
no deja de girar y con el escenario más grande y teatral que nunca ha
tenido Pacha Ibiza,
la fiesta Flower Power más famosa celebró este lunes por la noche su
edición vip, un evento que se repite de verano en verano y que lleva más
de tres décadas consiguiendo que miles de personas —famosos y anónimos—
canten y bailen hasta el amanecer al ritmo de Los Beatles, Bob Marley o
Aretha Franklin.
Es la fiesta del peace and love y del "haz el amor y no la guerra", plagada de coronas de flores, camisas hippies,
gafas redondas y mucho color.
La edición de este verano ha sido más
especial porque Pacha reabrió este mes de mayo después de seis meses de
cierre, el primero desde su inauguración en 1973.
El objetivo era actualizarse
y recuperar la magia de sus orígenes. El resultado es un escenario más
grande y una decoración renovada, con bicicletas y gafas de sol y
vinilos enormes colgando del techo, acompañados de las omnipresentes
cerezas.
Pacha, decorada para una fiesta con temática de Hollywood, en 1973.Ana Ruiz de VillotaCORTESIA DE PACHA
Unas cerezas que son el alma de la isla desde hace más de 50 años. La discoteca fue pionera de la fiesta y la diversión
en la España del franquismo, antes incluso de que llegara la célebre
Movida Madrileña de los años ochenta.
Pacha —que primero abrió en Sitges
y en 1973 llegó a la isla— fue un referente para muchos, desde famosos
(nacionales o extranjero) hasta hippies, nuevos ricos o
invitados a la isla que se mezclaban entre ellos y se dejaban deslumbrar
por su música, sus invitados, su alegría y sus aires de libertad.
Hoy
es un imperio que llegó a estar en Madrid y que tiene negocios que van
desde la restauración a los perfumes.
Como contaba el fotógrafo Toni Riera a S Moda el verano pasado, cuando la sala cumplió el medio siglo, "el factor diferencial que tenía Ibiza con respecto a otros sitios era
que nunca conocías el apellido de nadie.
Los guapos no iban de
estrellas y, sobre todo, estaba el hecho de que el que tenía algo lo
compartía con todos".La Flower Power es el epicentro de las fiestas de verano que se
organizan en la mítica sala, y cada veinte minutos hay una actuación
diferente que traslada el mensaje de la diversión. El momento más
espectacular llega cuando se recrea la grabación de John Lennon y Yoko Ono cantando el himno por la paz Give peace a chance desde su cama en la suite 1742,
pero hay otros muchos espectáculos que convierten la fiesta en un
teatro, como el desfile de la diosa india Namasté subida en una carroza o
la entrada de una Harley Davidson imitando una escena de Easy Rider. Carlos
Martorell, en el centro, junto a Carles Sans, de Tricicle, y su esposa,
María Antonia Rodríguez; y a Vanesa Lorenzo y Carles PuyloAna Ruiz de VillotaCORTESIA DE PACHA
Una cama que imita la de Yoko Ono y John Lennon, en Pacha Ibiza.Ana Ruiz de VillotaCORTESIA DE PACHA
El responsable de los catorce shows que se
intercalan es Joan Gràcia, director artístico del Grupo Pacha y que se
estrena este año también como responsable artístico de la Flower Power.
Combina su trabajo en el grupo teatral Tricicle con la temporada
veraniega en Ibiza, al frente de esta icónica fiesta y del restaurante
Lío, que también tiene espectáculos a diario.
Para él, las acciones que
se van sucediendo en la Flower Power son especiales porque "permiten
estar activo, no solo bailar, comunicarse o beber, también participar en
la fiesta y en su espíritu de bailar y compartir"
Las gogós —"en las discotecas las gogós no bailan,
se mueven, pero aquí sí"— animan la fiesta y se cambian constantemente
de vestuario y pelucas.
Para Gràcia, la Flower Power es "una fiesta
maravillosa”, sobre todo porque "es divertida, te permite disfrazarte,
todo el mundo va dispuesto a divertirse".
"En el momento en el que te
pones una camisa de flores y unos collares, la actitud es diferente",
cuenta a EL PAÍS horas antes de que empiece la fiesta.
Si algo tiene especial este evento es su grito pacifista.
"Es un mensaje atemporal, no debería caducar", explica Gràcia. "Puede que a veces se olvide, pero nosotros recordamos que te puedes emocionar escuchando la letra de Imagine.
Si la escuchásemos más, seguramente el mundo sería mejor".
Tres posters de Pacha Ibiza
La pista de baile, abarrotada, se sitúa justo
debajo de los balcones superiores, reservados para la zona vip.
El responsable de congregar a todos ellos es Carlos Martorell, histórico
relaciones públicas de Ibiza, organizador y promotor de la Flower Power
VIP.
Empezó con ella hace 18 años, cuando pidió a Pacha
crear una entrada secreta para los famosos, y "ahora la copian en todos
los sitios".
Otros años ha tenido sorpresas internacionales que dejaban
boquiabiertos a los asistentes, como la llegada de la súpermodelo Elle
McPherson, del cantante Mick Jagger, del diseñador Valentino o de Carmen
D’Alessio, la reina de las relaciones públicas del Studio 54 de Nueva
York.
La peculiaridad de la fiesta vip es que "estás invitado por
un cartón manuscrito, que entrego yo mismo a mano.
Hay que saber dónde
vive la gente, acceder a sus casas de campo y yates", explica Martorell.
Cada invitación es nominal y está firmada por él mismo, y llega a manos
de gente muy diversa: "vip no significa famoso.
Todo
depende del ojo que yo tengo.
Aquí puede venir el carpintero, que es un
tipo fantástico, guapo, divertido, y que es más vip que un
súper millonario. Puedes tener 80 o 18 años, ser famoso o no, ser de
Ibiza de toda la vida o venir del otro lado del mundo".
Recuerda cómo
aprendió esta mezcla cuando estuvo trabajando en la Factory de Andy
Warhol en Nueva York, y siempre ha considerado que el secreto de la
Flower Power VIP es recrear ese ambiente tan variopinto.
La otra clave está en cuidar los detalles —"desde los canapés hasta el
papel higiénico, marco unas pautas estrictas para el éxito de Pacha"— y
en proteger a los clientes, que suelen posar en el floreado photocall, pero quieren un lugar para desconectar del "martirio del selfie" y bailar como se bailaba en los mejores tiempos de Ibiza.
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