La Generalitat valenciana advierte a una vecina de Vilafamés por hacer visitas guiadas sin la licencia exigida.
También sabe que el castillo que domina la población, asentado sobre una peña rocosa, guarda una torre carlista muy bien conservada.
Sabe muchas cosas de Vilafamés y transmite pasión cuando las explica, pero no es guía turística.
Ni lo quiere ser.
Pero cuando en mayo se quedó en paro se inscribió en la plataforma GuruWalk, que reúne a viajeros con guías turísticos de todo el mundo que ofrecen sus servicios a cambio de propinas, para dar a conocer los secretos de su pueblo.
La Generalitat valenciana tuvo conocimiento de ello y el pasado 19 de julio, le envió una carta en la que recuerda que para ejercer de guía en la comunidad es necesaria una habilitación y que ella no la tiene.
Por ello, le conminaba a abandonar la actividad bajo la amenaza de una multa de entre 100.000 y 600.000 euros.
La carta que inicia las diligencias previas, a la que ha tenido acceso este periódico, remitida por el Servicio Territorial de Turismo de Castellón, afirma que una inspección en el Ayuntamiento y la oficina de Turismo de Vilafamés constató que Susana realizaba “visitas turísticas al municipio”, que ofertaba en esa oficina y en la web de Guruwalk “servicios propios de la actividad profesional de guía de turismo”,
dado que ofertaba esas visitas “de forma habitual, todos los días, en tres horarios diferentes, mediante precio (se advierte de la necesidad de donativo o propina)”.
Ante ello, le recuerda que en la comunidad se exige a los guías una habilitación profesional y le da un plazo de 10 días hábiles para presentarla o abandonar la actividad.
La falta de esa acreditación, sigue la carta, constituye una “infracción muy grave” de la ley de turismo aprobada el pasado mes de junio y conlleva una multa de entre 100.001 y 600.000 euros.
“No hacía visitas de 9 a 9 todos los días, como dicen ellos, era una cosa esporádica, algunos fines de semana, por hobby, porque me encanta mi pueblo, paseos en los que contaba datos y anécdotas y siempre advirtiendo de que no soy guía oficial”, afirma por teléfono.
“Lo máximo que he podido sacar son unos 60 euros en un mes”, dice. "Si me hubiesen llamado, se habría aclarado todo, pero no lo han hecho", lamenta.
Afirma, además, que el Ayuntamiento y la oficina de Turismo tenían conocimiento de lo que hacía.
Incluso señala que la persona que gestiona la oficina le ha enviado algún grupo porque no podía abandonar su puesto.
La norma que regula la profesión de guía turístico en la Comunidad Valenciana establece que debe ser un guía oficial el que muestre y explique a los turistas los Bienes de Interés Cultural , como es el caso desde 2005 del casco histórico de Vilafamés, que además fue incluido recientemente en la lista de los Pueblos Más Bonitos de España.
Para obtenerla, hay que superar unas pruebas que se convocan “periódicamente”, según fuentes de Turismo de la Generalitat.
La última vez que se convocaron fue el año pasado y las 249 personas que las superaron han sido habilitados oficialmente este pasado mes de junio.
Según explican fuentes de la Generalitat, se trata de una prueba que consta de un examen de inglés y otra de conocimientos dividida en dos partes, escrita y oral.
En general, todas las comunidades autónomas, excepto Navarra, exigen una habilitación profesional para ejercer de guía turístico en lugares protegidos siempre que no se esté a sueldo de la administración correspondiente (por ejemplo, un empleado de un museo).
Aunque Susana sospecha que haya podido ser denunciada, fuentes de la Comunidad aseguran que el caso de Susana se ha detectado por una campaña de lucha contra el intrusismo en el sector turístico, que incluye la vigilancia de los apartamentos turísticos. Igualmente, afirman que estas diligencias previas constituyen un apercibimiento y que si la persona acredita el cese de la actividad, el caso no termina en multa.
El tour que ofertaba Susana ya no se puede encontrar en Guruwalk, pese a las muy positivas valoraciones que habían registrado los usuarios.
Ahora lamenta no poder seguir cumpliendo su “ilusión por difundir lo que tenemos en Vilafamés”.
No obstante, el incidente le ha animado a poner en marcha un nuevo negocio: REB, un servicio de alquiler de bicicletas eléctricas para recorrer, con ayuda de un GPS incorporado con rutas precargadas, los alrededores, “la campiña desconocida de Vilafamés.
“Es una preciosidad, una pequeña Toscana”, añade Susana, y se le nota emocionada al hablar de la “dolina de 1.300 metros cuadrados con su microclima y un olivo trepador” que hay cerca, la cueva que fue “refugio de 800 personas en la Guerra Civil”, las senias (norias) de agua que salpican el entorno de su pueblo...
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