El más madrugador en cumplir con la medida cautelar ha sido Jesús Cabezuelo, que ha llegado a las 9.08.
Eva Sáiz
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Los cinco miembros de La Manada han cumplido este lunes con la obligación de presentarse cada dos días en el juzgado de guardia, uno de los requisitos impuestos por la Audiencia Provincial de Navarra para concederles la libertad bajo fianza. El más madrugador ha sido Jesús Cabezuelo.
El militar, vaqueros y polo verde, ha llegado a las 9.08 montado en una moto como copiloto y se ha marchado a las 9.25.
José Ángel Prenda ha acudido minutos después, a las 10.43, para salir solo cuatro minutos después.
Vestido con una camiseta a rayas y pantalón corto azul, ha sido el único en mostrarse sonriente frente al rictus serio y cabizbajo del resto de los condenados.
El Prenda llegó en coche pero también se fue en moto.
Al parecer, les han aconsejado que utilicen este tipo de vehículo para poder escabullirse de la prensa.
"Nos han recomendado que lo hagamos así porque los están siguiendo continuamente", ha explicado a este diario el joven que ha traído a las 11.38 a Ángel Boza hasta los juzgados para firmar.
Alrededor de los juzgados del Prado de San Sebastián la expectación ha sido únicamente mediática.
Solo conforme avanzaba la mañana, inusualmente fresca para un final de junio sevillano, se han ido concentrando algunos curiosos atraídos por las cámaras de televisión.
Las muestras de hostilidad han sido escasas.
Tan solo algún grito aislado: "¡Sinvergüenza, canalla!", se ha escuchado, casi ahogado por los disparos de las cámaras y las preguntas sin respuesta de los periodistas.
A las 12.30, tras intentar evitar a la prensa entrando por una puerta distinta de la principal, se ha personado Antonio Manuel Guerrero, el guardia civil, con polo blanco, pantalón corto azul y gafas de sol.
Unos 10 minutos después, ha abandonado los juzgados en un Volkswagen Golf blanco.
A las 12.45, en moto, ha llegado Jesús Escudero, el peluquero. Camisa a rayas y chinos marrones.
El último condenado de La Manada, como todos sus compañeros anteriormente, se ha abierto paso entre los micrófonos de los medios de comunicación con semblante serio. Se ha ido cinco minutos después.
!Vaya un Guardia Civil violador!! Menuda confianza nos van a dar , las mujeres desprotegidas nada más y nada menos de las fuerzas del Orden??
Tres de los miembros de La Manada estaban en la prisión de Pamplona y los otros dos, en Alcalá-Meco.
Los cinco estaban en la cárcel desde el 7 de julio de 2016 y fueron condenados en abril a nueve años de cárcel por abuso sexual continuado a una joven de 18 años durante las fiestas de San Fermín.
Además de comparecer ante un juez tres días a la semana, se les retiró el pasaporte, tienen prohibido comunicarse con la víctima y pisar la Comunidad de Madrid.
La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Navarra permitió que abandonaran las cárceles en las que se encontraban tras pagar una fianza de 6.000 euros mientras se resuelven en el Tribunal Superior de Justicia navarro los recursos contra el fallo que han presentado todas las partes.
Grupos feministas de Sevilla iniciaron el viernes en las redes sociales una campaña para evitar que haya establecimientos que ofrezcan trabajo o permitan la entrada a los miembros de La Manada.
La iniciativa se apoya en unos carteles que han sido distribuidos por varios comercios sevillanos, encabezados con estos dos lemas:
"En este establecimiento no atendemos a violadores. #Stopmanada. Este es un espacio seguro para las mujeres"; "Sr. / Sra. Comerciante: Las mujeres no consumimos en establecimientos donde se atiende a violadores.
Le invitamos a unirse a nuestra acción colocando un aviso a la entrada".
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