La Justicia ratifica la multa de casi 65.000 euros que impuso a la actriz por utilizar una sociedad para facturar su trabajo.
Loles León no es la primera actriz que tiene problemas con la Hacienda pública.
El sistema elegido por muchos profesionales del ramo durante años para facturar sus trabajos, lleva provocando estos problemas desde hace algunos años.
El caso de Loles León, como ocurrió con Imanol Arias, Bibiana Fernández, Ana Duato y recientemente con Màxim Huerta, escritor, periodista y ministro de Cultura por unos días, tiene que ver con la práctica de utilizar una sociedad para cobrar sus trabajos y declarar como tal a Hacienda.
El mismo problema que tuvieron Fernando Tejero y José Luis Gil, compañeros de Loles León en la serie La que se avecina.
La pelea de Loles León con el fisco se remonta a las declaraciones de 2008, 2009 y 2010, años en los que la agencia tributaria considera que la actriz facturó sus trabajos a través de la sociedad Loleon –de la que posee el 98%– cuando debería haber declarado como sujeto físico.
León ya pagó 187.000 euros por la diferencia que suponía declarar a Hacienda de una u otra forma, pero ahora los tribunales han vuelto a dar la razón a la Agencia Tributaria y ratifica que la actriz deberá pagar casi 65.000 euros más en concepto de multa, extremo que recurrían sus asesores legales.
En total 252.000 euros que León defraudó y que sus asesores argumentan que no se debió a una actuación de mala fe, por ocultamiento o por voluntad de incumplir las normas y que por eso la sanción no era procedente.
En todos los casos se repiten las mismas justificaciones: las sociedades se utilizaron durante años para declarar los ingresos de muchos artistas y colaboradores de televisión, y Hacienda cambió la interpretación de forma retroactiva.
Idea que rechazan de plano desde el fisco diciendo que, aunque la demandante declaró sus ingresos, lo hizo a través de una sociedad que “solo perseguía obtener una ventaja fiscal montando una estructura ficticia que no responde a ninguna justificación real".
El Tribunal Superior de Justicia de Madrid ha fallado que la sociedad Loleon no tenía empleados ni actividad y su único fin era que Loles León tributara por el impuesto de sociedades (al 24%) y no por IRPF (establecido actualmente en el 48% de máximo en Madrid).
"Los ingresos no justifican una prestación de servicios distinta de la efectuada por la persona física", afirma el tribunal.
Entre los muchos artistas y colaboradores de televisión que se han encontrado en la misma situación, la única que ganó su pleito frente a Hacienda fue María Teresa Campos, que pudo demostrar que su sociedad tenía actividad, empleados y producía programas.
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