La Policía Nacional concluyó que el fallecimiento de la niña había sido un accidente.
Una hija de cuatro años de Ana Julia Quezada, detenida este domingo en Almería con el cuerpo del niño Gabriel
en el maletero de su coche, murió tras caer por una ventana hace 22
años en Burgos, en 1996.
La muerte de la pequeña fue investigada entonces por la Policía Nacional y se concluyó que fue un accidente.
En aquella época, Ana Julia tenía 21 años y vivía en la conocida barriada de Gamonal con su otra hija, que tenía dos años, y su marido, que había adoptado a las pequeña, según fuentes de la investigación.
Tras el arresto de Quezada por el crimen de Almería, la Policía Nacional está revisando el caso.
El testimonio de Ana Julia Quezada no apareció en las diligencias policiales de 1996 porque, según fuentes de la investigación, "sufría una fuerte excitación nerviosa" que hizo imposible que aportara "información".
Los vecinos mantuvieron que no habían oído ningún ruido durante la noche o por la mañana —"solo los gritos de los padres"— cuando la cría fue hallada muerta en el patio interior del primer piso.
Su marido contó a los agentes que él se había acostado a las 22.30, pero que no sabía "a qué hora se acostarían sus hijas y la madre".
La pequeña murió el 13 de marzo de 1996, cuando se precipitó desde su vivienda, situada en el séptimo piso de un bloque de la calle Camino Casa La Vega.
El padre adoptivo relató a la Policía que se había dado cuenta de que la niña no estaba en su cama sobre las 7.30.
Fue a ver si la encontraba en otro cuarto contiguo que las crías utilizaban para jugar.
En ese momento, según fuentes de la investigación, vio que la ventana de doble hoja de la habitación estaba abierta y desde ese lugar descubrió a la niña tendida en el suelo del patio interior del primer piso.
Estas fuentes insisten en que, por aquel entonces, "no se apreciaron indicios de criminalidad", aunque ahora "se están realizando gestiones con el juzgado que llevó la causa".
El padre adoptivo contó a la Policía que la pareja llevaba unos tres años casada, y que la pequeña fallecida, nacida en la República Dominicana, llegó a Burgos hacía tres meses.
Según fuentes de la investigación, les relató que el carácter de la niña "era un poco retraído, como si no se hubiese adaptado a la nueva situación familiar".
Además les explicó que, hacía unas tres semanas antes, "su madre fue a despertarla para ir al colegio" y "la encontró desvanecida". Inmediamente, según su testimonio, la llevaron de urgencia a la Residencia Sanitaria, donde quedó ingresada en la planta séptima, aunque "después de ser auscultada", no se encontró "nada anormal".
El ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, ha confirmado este lunes en una conferencia de prensa que en el año 1996 ocurrió "hecho en el que se vio implicada" la detenida.
"Dio lugar a un atestado policial que quedó sobreseído en el juzgado", ha repasado sin citar el nombre de la principal sospechosa y única detenida por el crimen del menor almeriense. "El atestado está y ahora lo que hay que hacer es ver lo que ha pasado", ha añadido.
La Policía Nacional está indagando sobre los años en los que residió en Burgos.
Los agentes recaban desde ayer la mayor información sobre el paso de Quezada por esta ciudad, donde reside una hija suya de 24 años, que ingresó ayer en un hospital de Burgos con una crisis de ansiedad.
Según algunos vecinos de la familia, la niña cayó por una ventana. "Aunque siempre pareció raro que hubiera podido hacerlo sola", asegura un vecino.
Ana Julia nunca fue sospechosa de un suceso que se cerró como una "muerte accidental", según las fuentes consultadas. De hecho, estas fuentes no pudieron precisar siquiera si la mujer se encontraba en la vivienda cuando la niña falleció.
La detenida llegó a Burgos procedente de su país natal, la República Dominicana. Allí estuvo residiendo con quien entonces era su pareja hasta que los dos se desplazaron en 2014 a la localidad de Las Negras, en Níjar.
La muerte de la pequeña fue investigada entonces por la Policía Nacional y se concluyó que fue un accidente.
En aquella época, Ana Julia tenía 21 años y vivía en la conocida barriada de Gamonal con su otra hija, que tenía dos años, y su marido, que había adoptado a las pequeña, según fuentes de la investigación.
Tras el arresto de Quezada por el crimen de Almería, la Policía Nacional está revisando el caso.
El testimonio de Ana Julia Quezada no apareció en las diligencias policiales de 1996 porque, según fuentes de la investigación, "sufría una fuerte excitación nerviosa" que hizo imposible que aportara "información".
Los vecinos mantuvieron que no habían oído ningún ruido durante la noche o por la mañana —"solo los gritos de los padres"— cuando la cría fue hallada muerta en el patio interior del primer piso.
Su marido contó a los agentes que él se había acostado a las 22.30, pero que no sabía "a qué hora se acostarían sus hijas y la madre".
La pequeña murió el 13 de marzo de 1996, cuando se precipitó desde su vivienda, situada en el séptimo piso de un bloque de la calle Camino Casa La Vega.
El padre adoptivo relató a la Policía que se había dado cuenta de que la niña no estaba en su cama sobre las 7.30.
Fue a ver si la encontraba en otro cuarto contiguo que las crías utilizaban para jugar.
En ese momento, según fuentes de la investigación, vio que la ventana de doble hoja de la habitación estaba abierta y desde ese lugar descubrió a la niña tendida en el suelo del patio interior del primer piso.
Estas fuentes insisten en que, por aquel entonces, "no se apreciaron indicios de criminalidad", aunque ahora "se están realizando gestiones con el juzgado que llevó la causa".
El padre adoptivo contó a la Policía que la pareja llevaba unos tres años casada, y que la pequeña fallecida, nacida en la República Dominicana, llegó a Burgos hacía tres meses.
Según fuentes de la investigación, les relató que el carácter de la niña "era un poco retraído, como si no se hubiese adaptado a la nueva situación familiar".
Además les explicó que, hacía unas tres semanas antes, "su madre fue a despertarla para ir al colegio" y "la encontró desvanecida". Inmediamente, según su testimonio, la llevaron de urgencia a la Residencia Sanitaria, donde quedó ingresada en la planta séptima, aunque "después de ser auscultada", no se encontró "nada anormal".
El ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, ha confirmado este lunes en una conferencia de prensa que en el año 1996 ocurrió "hecho en el que se vio implicada" la detenida.
"Dio lugar a un atestado policial que quedó sobreseído en el juzgado", ha repasado sin citar el nombre de la principal sospechosa y única detenida por el crimen del menor almeriense. "El atestado está y ahora lo que hay que hacer es ver lo que ha pasado", ha añadido.
La Policía Nacional está indagando sobre los años en los que residió en Burgos.
Los agentes recaban desde ayer la mayor información sobre el paso de Quezada por esta ciudad, donde reside una hija suya de 24 años, que ingresó ayer en un hospital de Burgos con una crisis de ansiedad.
Según algunos vecinos de la familia, la niña cayó por una ventana. "Aunque siempre pareció raro que hubiera podido hacerlo sola", asegura un vecino.
Ana Julia nunca fue sospechosa de un suceso que se cerró como una "muerte accidental", según las fuentes consultadas. De hecho, estas fuentes no pudieron precisar siquiera si la mujer se encontraba en la vivienda cuando la niña falleció.
La detenida llegó a Burgos procedente de su país natal, la República Dominicana. Allí estuvo residiendo con quien entonces era su pareja hasta que los dos se desplazaron en 2014 a la localidad de Las Negras, en Níjar.
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