María Piedad García Revuelta desapareció en las Navidades de 2010 y su exnovio se suicidió tres días después.
Fuentes del instituto armado confirman que han recibido este requerimiento judicial, que incluye levantar baldosas del suelo del supermercado, pero también reconocen que creen que será poco eficaz para localizarla.
La prueba ha solicitado por la abogada de la familia de García Revuelta Piedad, que también ha contratado un criminólogo para intentar descubrir dónde se encuentra la vecina de Boadilla del Monte.
La Guardia Civil ya se ha puesto en contacto con el supermercado en el que trabajaba (Mercadona) y sus responsables han dado todas las facilidades para realizarla. Eso sí, han pedido que sea durante un periodo en el que no afecte a su apertura al público.
El auto judicial recoge que se levanten dos baldosas del suelo del almacén en el que se podría haber hallados restos de sangre.
Este piso ya fue olfateado por perros especializados en detección de restos humanos.
Dieron positivo hace cinco años. Tras remitir las pruebas al laboratorio de Criminalística de la Guardia Civil, los especialistas concluyeron que se trataba de sangre del exnovio de la mujer, que también trabajaba en el mismo establecimiento.
Este, que se dedicaba al mantenimiento del local, afirmó que se había cortado con una radial.
Fuentes del instituto armado desconocen aún cuándo se realizará la prueba, ya que ellos no disponen de personal especializado para levantar las dos baldosas del almacén.
De ahí, que estén a la espera de que sea el propio supermercado el que se los suministre y fije la fecha exacta.
María Piedad García Revuelta desapareció tras celebrar la cena de Navidad de su empresa junto con sus compañeros en un restaurante de Boadilla. Su exnovio se ofreció a llevarla a casa.
A partir de ahí, se le perdió la pista.
Tres días después y mientras la Guardia Civil hacía batidas por los alrededores del municipio, el hombre se ahorcó en un poste de alta tensión, en un bosque de San Lorenzo del Escorial.
La Guardia Civil recogió diversos indicios a que este hombre, residente en Móstoles, fue el autor de su desaparición.
Desde entonces, se han realizado numerosas pruebas para intentar localizar a la mujer.
Se han hecho catas en el río Guadarrama y batidas por la Raya del Palancar, además de cribar la basura procedente de Boadilla en el vertedero de Pinto.
La juez, que había decretado el archivo provisional del caso, lo ha reabierto años después, a requerimiento de la letrada de la familia.
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