Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

4 feb 2018

El culto al cuerpo moldea un negocio floreciente

 

La industria vinculada a las actividades deportivas en España, que da empleo a cerca de 195.000 personas, se ve favorecida por los nuevos hábitos de vida saludables que han echado raíces en la sociedad.

El culto al cuerpo moldea un negocio floreciente
El pasado 31 de diciembre 40.000 personas, todas uniformadas de azul, esperaban junto al estadio Santiago Bernabéu la salida de la San Silvestre Vallecana.
 La lluvia y los 23 euros que costaba la inscripción no fueron obs­tácu­lo para que se batiese un nuevo récord de participación.
 El éxito de la famosa carrera de 10 kilómetros es solo un ejemplo del auge del ejercicio físico en España, en torno al cual florece a su vez un prometedor negocio.
 En 2016, últimos datos oficiales disponibles, había 33.000 empresas cuya principal actividad era deportiva, con una plantilla conjunta de 194.000 trabajadores.
 España es el tercer país de Europa en empleo vinculado al deporte, solo por detrás de Alemania y Reino Unido.
Además, el gasto de los hogares en bienes y servicios deportivos crece a tasas anuales cercanas al 6% y se acerca a los 4.500 millones de euros.
 
Más que una moda pasajera, los expertos creen que estamos ante una tendencia que ha venido para quedarse. 
“Es un sector en claro ascenso.
 La gente está cada vez más concienciada de que hay que adquirir hábitos de vida saludable y el deporte ayuda a lograr ese objetivo. Además, el ejercicio forma parte de un lenguaje universal que contribuye a establecer relaciones y, como tal, lo hemos incorporado a nuestro ocio”, explica Carlos Cantó, profesor de Sport Business en Esade.
La industria del deporte amateur es muy transversal. 
Abarca desde los fabricantes de prendas y artículos hasta las grandes cadenas de distribución, pasando por las empresas propietarias de gimnasios, las que organizan eventos, las agencias de viajes especializadas, las academias y los servicios de medicina deportiva, entre otros actores. 
“En general, todas las áreas están mejorando sus resultados
 Que el sector deportivo haya crecido tanto en los últimos años a pesar de la crisis habla del gran potencial que tiene como dinamizador de una economía”, señala Marc Menchén, director de la publicación especializada Palco23.
La heterogeneidad de la industria no impide que afloren algunos rasgos comunes, como la tendencia a la concentración, el apetito de los fondos de inversión internacionales por el mercado español, una balanza comercial deficitaria al importar más de lo que se exporta o la competencia basada en la guerra de precios.
 “Antes, hacer deporte era caro, pero ahora se ha popularizado mucho. Correr es una actividad saludable que requiere un esfuerzo económico relativamente pequeño.
 Además, el desem­barco de los gimnasios de bajo coste permite apuntarse a un club por menos de 30 euros al mes. 
A medida que el paro va disminuyendo, notamos que la gente va animándose a practicar actividades que exigen un mayor gasto como, por ejemplo, el esquí”, subraya Fernando Pons, socio de Deloitte y responsable del área de Sports.
 El negocio del fitness español está en buena forma. Las cadenas de gimnasios facturaron 950 millones de euros en 2017, un 6% más que en el ejercicio anterior.
 Así se desprende del Observatorio Sectorial DBK de Informa D&B, que al cierre del año ha contabilizado 3.950 centros deportivos en funcionamiento, un 1% más que en 2016.
 Este buen comportamiento se atribuye “a la favorable coyuntura económica, la preocupación por la salud, la amplia oferta y el buen comportamiento del gasto en los hogares”. 
A pesar de que la notable presión sobre los precios limita la mejora de los ingresos de las cadenas de gimnasios, las previsiones de los expertos hablan de un crecimiento anual del 4% en el periodo 2018-2019, lo que permitiría al sector superar los 1.000 millones de facturación conjunta dentro de dos ejercicios.

La forja de una alianza

En respuesta al dominio de Decathlon, algunos de sus rivales movieron ficha en 2017.
 La firma británica JD Sports, propietaria de la cadena de tiendas deportivas Sprinter, firmó una alianza con la portuguesa Sport Zone, el distribuidor propiedad del grupo Sonae, para aglutinar los negocios de las tres empresas en la Península a través de una sociedad conjunta denominada JD Sprinter Holdings. 
La alianza suma 300 tiendas y unas ventas agregadas de 450 millones.
 “El crecimiento medio debería estar en el entorno del 3% anual. El sector de la distribución de artículos deportivos es muy dinámico y caben formatos muy diferentes, lo cual es atractivo para la inversión”, señala David Segarra, responsable de JD Sports Iberia. “Actualmente existen dos estrategias. Aquellos grupos en los que hay un mayor peso de las grandes marcas del sector, que ofrecen productos inspirados en las grandes celebridades del deporte, que pueden usarse para la competición o en el día a día. Y por otro lado, hay operadores que han hecho su apuesta por la marca propia con precios muy ajustados. En este último caso el volumen es muy determinante”, añade

 

 

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