Dice Almudena Grandes que uno de sus primeros
recuerdos como escritora es cuando encontró en el buzón el sobre en el
que la editorial Tusquets la citaba como ganadora del premio La Sonrisa
Vertical por Las edades de Lulú.
La
novela obtuvo el galardón en 1989 y se convirtió desde entonces, no
sólo en el recuerdo de la escritora, sino en un clásico contemporáneo de
la literatura erótica.
Las idas y venidas por la vida de una mujer en
la España ochentera de la Movida quedaron para siempre en la retina de
numerosos españoles.
En este listado sobre
literatura erótica recordamos algunas de las historias que ya son de
culto, y otros textos más contemporáneos. Queda la espita de que la
mayoría son de hace algunas décadas (¿signo de estos tiempos?) y sólo la
novela gráfica es la que más se atreve a incursionar por estos terrenos
humedecidos.
Por cierto, la mayoría de las seleccionadas son mujeres.
Como la novela de Grandes, otros superventas de su época fueron Gigola,
de Laure Charpentier, censurada en el año 1972 y que retrata la vida
sexual de orientación lésbica de una mujer en el París de los sesenta; Miedo a volar,
de Erica Jong (1973), sobre un viaje más que calentito en un avión y
que disparó todo tipo de fantasías sobre vuelos y cabinas y baños; y La vida sexual de Catherine M.,
de la crítica de arte Catherine Millet (ahora en plena polémica
feminista), sobre orgías, magreos y todo tipo de encuentros sexuales (en
realidad, no va más allá de eso).
Más recientes son La rendición,
de la escritora Toni Bentley, que se cierne sobre la práctica del sexo
anal (son sus propias memorias). El libro tuvo su éxito en 2007 y fue
trasladado por la propia autora a las tablas de un escenario (en España
se vio en el Centro Dramático Nacional en 2013).
También destacan los
cómics Historias inconfesables, de
Jérôme D'Aviau y la militante feminista Ovidie (2014), sobre las
relaciones que van más allá de lo establecido: encuentros casuales,
ligues de una noche de discoteca; en definitiva, irrupciones de la
libido, y Sex criminals, de Fraction y
Zdarsky (2017), sobre una pareja que tiene el don de paralizar a la
humanidad cada vez que tienen un orgasmo (y tienen muchos a lo largo de
la historia).
Por último, un poquito de humedad latinoamericana: Púrpura profundo, de Mayra Montero, sobre lo que da de sí el sexo en las orquestas de música clásica; Las Travesuras de la niña mala, de Mario Vargas Llosa, o ese día en el que el Nobel decidió calentar a los lectores;
y la Trilogía sucia de La Habana, de Pedro Juan Gutierrez: mucha exuberancia tropical, mucho ron y, sobre todo, mucho sexo.
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