“Llevo 20 años en televisión y tengo interiorizado que algún día se acabará”, asegura el presentador sobre su futuro.
Si a Jorge Javier Vázquez,
uno de los presentadores más populares de las dos últimas décadas en
España, le rodeaba una burbuja, esta ha explotado en menos de un mes.
El
propio presentador la ha hecho estallar confesando en la revista Lecturas
que ha superado una depresión en la que continuamente le asaltaba la
idea de la muerte.
Días después, acusaba en su blog a una presentadora
muy conocida de ser “una tirana que humillaba a su equipo” sin desvelar
su nombre.
Al mismo tiempo que llegaban sus declaraciones, Telecinco
anunciaba que precipita el final de uno de los dos programas que conduce
actualmente, Gran Hermano,
que en esta edición ha cosechado los peores resultados de audiencia de
sus 17 años de historia.
El remate fue que el sábado pasado.
No presentó
Sábado Deluxe.
Inmediatamente se extendieron los rumores sobre él por las redes
sociales y todos apuntaban a que Jorge Javier (1970, Badalona) no podía
más y que había decidido dejarlo.
En vísperas de presentar la penúltima
gala de GH, en conversación con este periódico su voz refleja lo contrario. “Soy muy feliz”, proclama.
Respecto a la crisis personal, el presentador la da por
zanjada, habla de ella y le pone nombre: síndrome por déficit de
testosterona. “He superado un proceso que se alargó demasiado porque no
sabía qué me pasaba
. Tenía una sensación de tristeza continua.
Lo achacaba a una crisis de edad, pero no por el hecho de hacerme viejo. Encima no le daba la importancia que merecía porque me decía a mí mismo aquello de que no me puedo quejar porque todo me va bien”.
Al final, resultó ser un problema hormonal el que le sumió en una depresión.
Le faltaba testosterona. “La gente la asocia a la sexualidad, pero es una hormona fundamental para la estabilidad física, mental y emocional.
Ahora me pincho cada 15 días y me ha cambiado la vida”, explica por teléfono recién llegado de un viaje.
Sencillamente no admites que nos cansamos de ti, te creias el más por estar rodeado de tontos, tus colaboradores y no admites que GH sin la Milá no es nada y tu has demostrado eso, no puedes lucirte y si te vas no creas que te echaremos de menos.
. Tenía una sensación de tristeza continua.
Lo achacaba a una crisis de edad, pero no por el hecho de hacerme viejo. Encima no le daba la importancia que merecía porque me decía a mí mismo aquello de que no me puedo quejar porque todo me va bien”.
Al final, resultó ser un problema hormonal el que le sumió en una depresión.
Le faltaba testosterona. “La gente la asocia a la sexualidad, pero es una hormona fundamental para la estabilidad física, mental y emocional.
Ahora me pincho cada 15 días y me ha cambiado la vida”, explica por teléfono recién llegado de un viaje.
Sencillamente no admites que nos cansamos de ti, te creias el más por estar rodeado de tontos, tus colaboradores y no admites que GH sin la Milá no es nada y tu has demostrado eso, no puedes lucirte y si te vas no creas que te echaremos de menos.
Problemas
Más allá del problema endocrino, los que le conocen cuentan que a Jorge Javier lo que más le puede afectar es que no le vaya del todo bien en el trabajo.
No deja terminar la pregunta al respecto.
—Los datos de Gran Hermano, ya...
—“No, y la verdad que si fuera por eso te lo diría.
Respecto a mi responsabilidad en el fracaso del programa y las comparaciones con Mercedes Milá, pues es obvio que algo habré tenido que ver yo también”.
Es uno de los presentadores que más minutos de pantalla ocupa desde hace años, y eso siempre implica un sacrificio en la vida personal.
“Claro que he renunciado a cosas, pero siempre ha sido por decisión mía, y, además, me ha lucido”.
Un éxito incuestionable que en este momento no brilla tanto. “Llevo 20 años en televisión y tengo interiorizado que algún día se acabará. No lo vivo como un drama.
El día que me digan que hasta aquí hemos llegado les daré las gracias y a otra cosa”.
En ese momento, su idea es pasar un año sabático fuera de España con su novio.
Jorge Javier Vázquez diferencia dos partes claras en el balance de su último año profesional.
Hasta julio, momento en que despidió una edición triunfal de Supervivientes, y desde el final del verano, un periodo que resume rotundo: “Muy complicado.
Pero lo estoy llevando bien, y creo que el haber hecho teatro me ha ayudado.
Hice una gira de un año y medio, con días en los que que estaba abarrotado, pero otras veces había muy poquita gente y me sirvió para aprender a trabajar esa situación.
No puedes gustarle a todo el mundo en todo, y hay que tener frialdad.
Este contratiempo me motiva, me da ganas de luchar, a mí esto créeme que me da mucha marcha”.
Respecto a su ausencia en Sábado Deluxe, la explicación es sencilla:
“Empiezo ya los ensayos de mi próxima obra [Grandes éxitos, desde el 15 de enero todos los lunes en el teatro Rialto de Madrid] cada mañana durante las próximas cinco semanas.
Hago doblete de Sálvame, termino GH y estaré en directo el 31 de diciembre.
Tenía que cuadrar unos días de descanso antes de un mes en el que no voy a parar”.
Da la sensación de que en este momento le hace más feliz el teatro. “No, de verdad.
Mi intención es seguir trabajando. Tengo 47 años. No me planteo hacer otra cosa en tele que no sea entretenimiento.
Pero hay algo que tengo muy claro.
Quiero tener la mente preparada y estar muy lúcido para detectar el mensaje del público de que ya no me quiere, y cuando llegue ese mensaje aceptarlo con total tranquilidad”.
—“No, y la verdad que si fuera por eso te lo diría.
Respecto a mi responsabilidad en el fracaso del programa y las comparaciones con Mercedes Milá, pues es obvio que algo habré tenido que ver yo también”.
Es uno de los presentadores que más minutos de pantalla ocupa desde hace años, y eso siempre implica un sacrificio en la vida personal.
“Claro que he renunciado a cosas, pero siempre ha sido por decisión mía, y, además, me ha lucido”.
Un éxito incuestionable que en este momento no brilla tanto. “Llevo 20 años en televisión y tengo interiorizado que algún día se acabará. No lo vivo como un drama.
El día que me digan que hasta aquí hemos llegado les daré las gracias y a otra cosa”.
En ese momento, su idea es pasar un año sabático fuera de España con su novio.
Jorge Javier Vázquez diferencia dos partes claras en el balance de su último año profesional.
Hasta julio, momento en que despidió una edición triunfal de Supervivientes, y desde el final del verano, un periodo que resume rotundo: “Muy complicado.
Pero lo estoy llevando bien, y creo que el haber hecho teatro me ha ayudado.
Hice una gira de un año y medio, con días en los que que estaba abarrotado, pero otras veces había muy poquita gente y me sirvió para aprender a trabajar esa situación.
No puedes gustarle a todo el mundo en todo, y hay que tener frialdad.
Este contratiempo me motiva, me da ganas de luchar, a mí esto créeme que me da mucha marcha”.
Respecto a su ausencia en Sábado Deluxe, la explicación es sencilla:
“Empiezo ya los ensayos de mi próxima obra [Grandes éxitos, desde el 15 de enero todos los lunes en el teatro Rialto de Madrid] cada mañana durante las próximas cinco semanas.
Hago doblete de Sálvame, termino GH y estaré en directo el 31 de diciembre.
Tenía que cuadrar unos días de descanso antes de un mes en el que no voy a parar”.
Da la sensación de que en este momento le hace más feliz el teatro. “No, de verdad.
Mi intención es seguir trabajando. Tengo 47 años. No me planteo hacer otra cosa en tele que no sea entretenimiento.
Pero hay algo que tengo muy claro.
Quiero tener la mente preparada y estar muy lúcido para detectar el mensaje del público de que ya no me quiere, y cuando llegue ese mensaje aceptarlo con total tranquilidad”.
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