El palacio de Kensington anuncia la boda para la próxima primavera. La pareja comparecerá esta tarde ante los medios.
Pablo Guimón
- Las especulaciones han terminado este lunes por la mañana y Clearence House ha confirmado que el príncipe Enrique de Inglaterra, el hijo pequeño de Carlos y Diana, quinto en la línea de sucesión en Reino Unido, se casará la próxima primavera con la actriz estadounidense Meghan Markle.
Los detalles de la boda serán anunciados “a su debido tiempo”.
La relación de Enrique y Meghan Markle, protagonista de la serie televisiva Suits (que ya ha abandonado), se remonta al verano de 2016.
La cobertura mediática de su noviazgo ha sido tan intensa que el príncipe Enrique tuvo que publicar un comunicado en noviembre de 2016 pidiendo a la prensa y a la gente que relajaran la presión sobre la pareja.
Los rumores sobre un inminente anuncio de boda se dispararon al conocerse que la actriz abandonaba su hogar en Toronto, Canadá, donde vivía debido al rodaje de Suits, para trasladarse con el príncipe a Nottingham Cottage, su residencia en el londinense palacio de Kensington.
Cuando se confirmó que sus dos perros, Bogart y Guy, venían a Londres con ella, las casas de apuestas empezaron a bullir.
"Su alteza real y Markle se comprometieron en Londres este mes. El príncipe harry ha informado a Su Majestad la Reina y otros miembros cercanos de la familia.
El príncipe Harry también pidió y ontuvo la bendición de los oadres de Markle", dice el comunicado oficial.
La fascinación de los enlaces entre la realeza y el pueblo llano tiene un tirón inevitable, y esta relación tiene todos los ingredientes para consolidarse como una poderosa derivada en el eterno relato de la realeza británica.
Markle, de 36 años, divorciada, será la primera estadounidense en contraer matrimonio con un miembro de la familia real británica desde que Wallis Simpson se casó con el rey Eduardo VIII, forzando su abdicación hace 81 años.
La joven actriz ha cautivado en poco tiempo a los seguidores de la vida palaciega, hasta el punto de que ha desplazado a Kate Middleton, duquesa de Cambridge, como icono de moda. En la lista de famosas más influyentes de la moda elaborada por el buscador de Internet Lyst -basada en el crecimiento de búsquedas online de prendas exhibudas por determindos personajes- Markle ocupa el cuarto lugar (detrás de la cantante Rihanna, la actriz Selena Gomez y la modelo Bella Hadid), uno por encima de su futura cuñada
El príncipe Enrique, de 33 años, el hijo pequeño de "la princesa del pueblo", es el más iconoclasta de la familia y también, o quizá por ello, el más popular.
Sus momentos bajos en los tabloides incluyen una foto con pinta de llevar varias copas en un club londinense; su decisión, inmortalizada en la portada de The Sun en 2005, de ir disfrazado de nazi a una fiesta temática de disfraces o una noche de juerga en Las Vegas con amigos.
Fue el chico malo y ahora es, más bien, el tipo normal. Puntúan alto en su balance de la popularidad 10 años de servicio en el Ejército, incluidas dos temporadas en Afganistán, y una intensa labor filantrópica con los veteranos de guerra.
Markle es una joven estrella de una serie de televisión. En Suits da vida a Rachel Zane, una ambiciosa asistente legal reconvertida a abogada.
Hasta la serie, que va por su séptima temporada y se ha convertido en un pequeño fenómeno, la actriz solo había hecho pequeños papeles en cine y televisión.
Para el papel de Rachel Zane buscaban, según declaró a Vanity Fair el presidente de NBCUniversal, Bonnie Hammer, “a alguien absolutamente cautivadora, con la que sea fácil identificarse, bella de una manera no tradicional y que poseyera un autenticidad”.
Markle encajó a la perfección.
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