Fue tomada en un funeral en 1960 y su reproducción masiva comenzó tras la muerte del revolucionario en 1967.
La boina con la estrella, la media melena, la mirada al horizonte... Todo el mundo recuerda la misma imagen cuando piensa en el Che Guevara.
La fotografía más icónica del revolucionario argentino, fallecido hace ahora 50 años, es una de las más reconocibles del planeta. Antes de que se popularizara a finales de los 60, de aparecer en cientos de miles de camisetas, en rotondas y en campañas publicitarias, permaneció años guardada en un estudio: el del fotógrafo Alberto Díaz, Korda, que la tomó en 1960.
La imagen, titulada Guerrillero heroico, fue tomada en La Habana el 5 de marzo de 1960 en el funeral tras el sabotaje del carguero Le Coubre, un barco belga cargado de armas y munición para revolución cubana en el que fallecieron cerca de 100 personas.
En la biografía de Ernesto Guevara La vida en rojo, de Jorge Castañeda, Korda recordaba así cómo capturó la imagen, en lo que considera "una casualidad":
Me encuentro en un plano más bajo que la tribuna, con una cámara Leica de 9mm.
Usé mi telefoto pequeño y recorrí los personajes que están en el primer plano de la tribuna: Fidel, Jean Paul Sarte y Simone de Beauvoir.
El Che estaba parado atrás de la tribuna, pero hay un momento que yo paso por un espacio vacío, que está en el frente de la tribuna, y de un segundo plano vacío emerge la figura del Che. Sorpresivamente, se me mete dentro del visor de la cámara y disparo.
Acto seguido, me doy cuenta de que la imagen de él es casi un retrato y tiene el cielo atrás, limpio.
Viro la cámara en vertical y tiro un segundo disparo. Eso en menos de 10 o 15 segundos.
El Che se retira de ahí y no vuelve, fue una casualidad".
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