Siempre entre las nubes hay esos huequitos de Sol que te dan valor.
Un Blues
Del material conque están hechos los sueños
28 oct 2017
Alta contaminación...................................................... Boris Izaguirre
En Madrid,
el aire y las conversaciones están contaminados, vayas donde vayas,
solo se habla o se evita hablar del 'procés' catalán, de qué va a pasar
en este culebrón.
Leticia Sabater en el vídeo promocional de la serie 'Strangers Things'.
La Academia de la Televisión Española celebró esta semana sus premios anuales. El honorífico, bajo el título Por toda una vida, recayó en Xavier Sardá
y alguien en la Academia tuvo la idea de que lo entregara yo. Encantado
acepté, siempre es una delicia coincidir con Xavier y preparé un
discurso breve cargado de admiración, unas gotitas de nostalgia y una
sutil referencia a nuestros años en Barcelona. Repasé mis palabras en el
coche y tuve tiempo de leer una señal: “Alta Contaminación”. Me pareció
una metáfora de mi relación con la televisión, Sardá y la vida. El
coche llegó con retraso a los cines Kinépolis, a las afueras menos
polucionadas de Madrid, y me senté en la sala de maquillaje para
intentar dar buena apariencia en el momento de la entrega. Allí ya
estaba Xavier y de inmediato me contaminó con sus nervios. “Me acabo de
enterar que hay gente que no acepta estos premios. Te otorgan edad, dan
la impresión que estas con un pie en la tumba o que necesitan
recordarte”. Le di la razón. "Ojalá lo den el primero", me confesó.
Leticia Sabater en el vídeo promocional de la serie 'Strangers Things'.
Manuel Campo Vidal y Xavier Sardá con el premio de la Academia de Televisión.EFE Pero no fue así, antes desfilaron al menos tres generaciones de
estrellas de televisión, las que van desde Sardá a Raquel Sánchez Silva y
Jordi Évole. Cuando al fin tocó el turno del premio a Toda una vida,
Manuel Campo Vidal llamó primero a Javier y después a mí. Craso error,
Javier tomó el micrófono y empezó a hablar sin que yo ni pudiera
entregarle el galardón ni decir mis tan pensadas palabras. Lección
aprendida: No se pueden aceptar los premios a toda una vida ni mucho
menos entregarlos. En Madrid, el aire y las conversaciones están contaminados, vayas donde
vayas, te premien con lo que te premien, solo se habla o se evita hablar
del procés catalán, de qué va a pasar en este culebrón con más giros argumentales que Stranger Things, mi serie favorita del otoño, que regresa la semana próxima y que se promociona con un tráiler protagonizado por Leticia, Leticia Sabater. Cosas extrañas suceden dentro y fuera de la pantalla pero reunir a
Leticia Sabater con Winona Ryder es una de las más acertadas y bizarras
que pudieran suceder. Seguro que no se conocen bien pero podrían unirse y
fundar una república para todos los que somos o nos identificamos, al
menos, con alguna de las dos. También llama la atención Marcela Topor, la esposa de Puigdemont, que es rumana como Nadia Comaneci, y se ha convertido en una celebrity
de la televisión local de su remota región natal. Apenas lo supe
recordé a Helena Rakòsnik, la esposa polaca y pianista de Artur Mas, con
quien he sostenido diálogos tan independientes como insólitos sobre el
porqué las mujeres apuestan por el rojo o la simpatía casual de Tamara
Falcó. Fueron diálogos en el pasado. Esto confirma la tendencia en las
parejas presidenciales de que la esposa sea nativa del este europeo. A
las primeras damas independentistas, habría que sumar a Melania Trump
que es eslovena y federalista. ¿Cuál será el elixir de estas damas para
seducir a políticos como Mas, Trump y Puigdemont? No será una cosa
extraña. Hay mucha contaminación y por eso pasan cosas extrañas. Cristina Iglesias, la afortunada escultora española, inauguró su escultural fuente llamada Arroyos Desaparecidos
en el centro Bloomberg en plena City londinense donde brota el dinero. Un título fantástico que hace alusión a un arroyo desaparecido en ese
subsuelo del Londres financiero. Iglesias sostiene que la verdadera
naturaleza sobrevive bajo la superficie de las ciudades. Me parece
conmovedor. Es lo mismo que piensa Winona en Stranger Things,
que detrás de la pared de su casa, está el pasadizo para recuperar a su
hijo del extraño mundo que lo aprisiona. En mi infancia, creía que la
contaminación te permitía esconderte y por eso el smog era para
mí la más atractiva de las atmósferas. Ahora en las ciudades españolas,
Barcelona incluida, van a implantar lo del control de coches
circulando, según matrícula, en días pares e impares. En Venezuela se
impuso esta norma por primera vez en 1979. No contuvo ni a la alta
contaminación ni la altísima corrupción. Usted está en su derecho de no
imaginar ninguna posibilidad de que eso se repita en España. Pero al ver
reunidas a Winona Ryder con Leticia, Leticia Sabater, sospecho que no
hay muchas garantías.
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