Mariano Rajoy testificará ante 62 medios españoles y 21 extranjeros en una sede judicial blindada.
La sesión 101 de la vista oral, que se inició el 4 de
octubre, está llena de incógnitas:
¿Dónde se colocará Rajoy en la sala?
¿Acudirá a recibirle el presidente de la Audiencia Nacional? ¿Qué tipo
de preguntas permitirá el tribunal? ¿Se hablará de la caja b del PP?
¿Del encuentro con el extesorero Bárcenas previo a su despido? ¿De los
SMS que le envió cuando se descubrieron las cuentas de aquel en Suiza?
¿Pedirán asistir a la sesión los acusados Francisco Correa, Pablo Crespo y Álvaro Pérez, El Bigotes, todos ellos en prisión?...
Por primera vez en democracia, un presidente del Gobierno en ejercicio acude como testigo
—y por lo tanto, con obligación de decir la verdad— a un juicio.
La
acusación popular encabezada por la Asociación de Abogados Demócratas
por Europa (Adade) logró, el pasado abril y al cuarto intento, la
presencia de Rajoy en la vista oral.
Y su éxito fue pleno: pese a los
intentos del PP de que declarase por videoconferencia desde La Moncloa,
el tribunal, con el voto contrario de su presidente, Ángel Hurtado,
ordenó que el jefe del Ejecutivo acudiera en persona.
Desde los “estrados”
Una de las pocas cosas claras de su declaración es que ésta no se realizará desde la silla en la que han hablado todos los testigos y los acusados, situada frente a los tres magistrados.El auto de citación avanza, sin dar más detalles, que Rajoy testificará “en estrados”.
Previsiblemente se situará en una silla entre los magistrados y los abogados defensores, aunque este detalle todavía no ha sido confirmado.
Un interrogatorio amplio
Esta pieza del caso Gürtel enjuicia la llamada Época I, entre 1999 y 2005.En ella, el PP está personado como partícipe a título lucrativo porque las empresas de Francisco Correa, abonaron 245.492 euros para las campañas del PP en Pozuelo de Alarcón y Majadahonda (Madrid) en las elecciones municipales de 2003.
Estrictamente, este sería el objeto del interrogatorio a Mariano Rajoy.
Sin embargo, los elementos aparecidos durante la vista oral —en especial la confesión controlada de Correa en octubre— y el antecedente de la declaración de los ex secretarios generales Francisco Álvarez-Cascos, Ángel Acebes y Javier Arenas, hacen pensar que el presidente del tribunal permitirá preguntar a Rajoy, siquiera de manera general, sobre otros aspectos que incluso son objeto de otro juicio, como la existencia de una caja b en el PP.
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