El cantante, que congregó a 30.000 personas, enoja al público al marcharse de forma intempestiva.

El público protestó por su marcha intempestiva y sin despedirse.
Ya es trending topic en Twitter, donde los comentarios hacia el cantante son muy negativos.
"Estará afónico Enrique Iglesias de todo lo que ha cantado.
Y se va sin despedirse", comenta en esta red un asistente al recital. "Desde hoy somos fans de Enrique Iglesias.
Nadie ha hecho más por acabar con la música de mierda en Santander", comenta otro.
Tambiñen son muchos los que reprochan a los asistentes que se quejen. "¿Que esperabais? A Plácido Domingo?", replican. El artista, ajeno a la polémica, ha tuiteado: "Gracias por una noche mágica Santander".
Iglesias, que al final del concierto reconoció sentirse "nervioso" por cantar en España y que pidió disculpas al público por ello, comenzó el concierto saliendo de la mitad de los campos de sport por una pasarela con cinta transportadora, y al ritmo de su último single y uno de los grandes hits del verano, Súbeme la radio.
Tras la canción, que levantó de sus asientos a todo el campo de fútbol, continuó con Freak, melodía acompañada de fuegos pirotécnicos propios de un gran espectáculo musical, que fue lo que nunca perdió Enrique Iglesias sobre el escenario.
. El espectáculo contaba con 1.200.000 watios de iluminación y 400.000 de sonido. En el montaje participaron 250 operarios y otras 250 personas se encargaban de las labores de producción.
El concierto del artista, que ha vendido más de 150 millones de discos en sus 22 años de carrera, era una de las princiaples citas del Año Jubilar Lebaniego, tras la presencia del francés Jean-Michel Jarre con el que se abrió en abril este acontecimiento religioso y cultural que tiene como epicentro el monasterio de Santo Toribio de Liébana, uno de los cinco lugares santos de la cristiandad.
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