Las
últimas palabras de Miguel Blesa fueron para Rafael Alcaide, ingeniero
de la finca Puerto del Toro, con quien compartió el desayuno.
Entrada de la finca "Puerto del Toro' en Villanueva del Rey.PACO PUENTES | ATLAS
“Rafa, ¿tienes el teléfono de mi mujer, por si tienes que llamarla?”.
Fueron las últimas palabras del expresidente de Caja Madrid Miguel Blesa
a Rafael Alcaide, ingeniero de la finca "Puerto del Toro", con quien
este miércoles compartió el último desayuno. Después de darle el número
de teléfono, Blesa se acercó a las cocheras con la excusa de cambiar el
coche de sitio y ponerlo a la sombra. Entonces, según la principal
hipótesis de la Guardia Civil, cogió su escopeta de caza del maletero,
se fue a la parte delantera del vehículo y, apoyando la culata en el
suelo y el cañón en el pecho, disparó. La bala le atravesó el tórax por
debajo del pezón izquierdo, directa al corazón. El cuerpo resbaló por el
capó y quedó frente a una de las ruedas delanteras. La autopsia ha confirmado el suicidio. Así murió Miguel Blesa,
de 69 años, en una finca de Villanueva del Rey (Córdoba), según se
desprende del relato de testigos de sus últimas horas. El exbanquero
había vuelto a la provincia andaluza, donde conserva primos hermanos y
amigos, a pasar las últimas horas. Blesa, según estos allegados, estaba inquieto. En la última semana había
anunciado y renunciado varias veces a ir hasta Villanueva del Rey. Finalmente, el martes, pasadas las diez de la noche, llamó a Rafael
Alcaide desde el coche para decirle que estaba a 100 kilómetros de
Madrid y que llegaría sobre las dos de la madrugada a la finca. Viajó
sin más equipaje que una camisa y unos calzoncillos limpios.
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Hacía dos años que no iba al campo cordobés a cazar pero viajaba con
frecuencia a descansar. La última vez fue hace cuatro meses, cuando
visitó la finca con su familia. Cuando iba de caza, pedía prestadas las
armas en la finca para no tener que llevarlas. Esta vez sí se llevó la
suya en el maletero. “Lo hizo para no comprometer a nadie. Era muy
meticuloso y ordenado. Lo tenía pensado”, afirma un allegado que
prefiere no ser identificado. Tras pasar la noche e intentar dormir unas cinco horas, Blesa se
levantó la mañana del miércoles sobre las siete a desayunar. Fue
entonces cuando comentó lo del teléfono de su esposa y se fue al coche. El expresidente de Caja Madrid falleció a las 8.40, según certificaron
los servicios sanitarios desplazados a la zona tras recibir una llamada
de alerta efectuada a las 7.50 horas, según fuentes de la Guardia Civil. Blesa, que presidió Caja Madrid entre los años 1996 y 2009, tenía dos licencias de caza para el manejo de 15 armas. Los servicios de emergencia solo pudieron certificar la muerte del
exdirectivo financiero y de inmediato se personaron los agentes de la
Guardia Civil y de la policía judicial. El juez de guardia del juzgado
de instrucción número 2 de Peñarroya-Pueblonuevo decretó el
levantamiento del cadáver a mediodía. La noticia le fue comunicada por teléfono a su esposa, quien tiene
previsto llegar este jueves a Córdoba para acompañar el cadáver hasta
Linares (Jaén), la ciudad natal de Blesa donde está previsto el
entierro. En la sala del tanatorio de Las Quemadas donde se han
concentrado dos de los cinco hermanos de Blesa
(Ramón y Manuel Luis), sus primos y unos pocos amigos, todos guardan
silencio. A pocos kilómetros, el cuerpo del exbanquero aguarda que le
sea practicada la autopsia.
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