Cinco días después, las autoridades siguen aclarar la misteriosa muerte de una australiana de 40 años en Minnesota.
Justine Damond llamó a la policía para alertar de una
posible violación a una chica cerca de su casa.
Al no aparecer ningún
coche patrulla, volvió a llamar. 16 minutos después estaba muerta por
los disparos de un agente.
Ocurrió el fin de semana pasado en Minneapolis (Minnesota).
La mujer, una australiana de 40 años, telefoneó a las autoridades a las 11:27
de la noche sorprendida por lo que consideraba eran gritos de una mujer
siendo agredida sexualmente, según se ha sabido este miércoles.
“Creo
que acaba de gritar ‘ayuda’”, dijo Damond a la policía.
A las 11:35, sin
señal de los agentes, la mujer volvió a llamar por si se hubieran
equivocado de dirección.
Según los documentos de la llamada, volvió a
confirmar que seguía escuchando los gritos.
Recibió la misma respuesta:
los agentes están en camino.
El coche patrulla con los agentes Matthew Harrity y Mohamed
Noor llegó al vecindario dos minutos después, a las 11:37.
Según sus
informes, los policías escucharon un fuerte ruido y acto seguido Damond,
que estaba en la calle, se acercó a la ventanilla del conductor.
Noor,
sentado en el asiento de copiloto, abrió fuego contra ella, hiriéndola
en el abdomen.
Los detalles son confusos y la única versión de la que se
dispone es la de los agentes.
No hay testigos de la escena y las cámaras
de vídeo tanto del coche patrulla como del uniforme de los hombres
estaban apagadas. Noor, de 31 años, ha rechazado ser entrevistado como
parte de la investigación del incidente y no puede ser obligado a dar su
versión de los hechos.
La muerte de Damond fue declarada un homicidio por los
examinadores médicos.
Las autoridades no encontraron ningún arma en la
escena.
El fallecimiento de la australiana ha conmocionado a sus amigos y
familiares en su país y generado revuelo internacional.
El primer
ministro, Malcolm Turnbull, lo calificó de “una muerte estremecedora”.
“Pedimos respuestas en representación de su familia”, afirmó Turnbull en
una entrevista televisiva.
La alcaldesa de Minneapolis, Betsy Hodges, afirmó estar
frustrada por no tener una versión más clara y completa de lo sucedido.
“Todavía hay muchas preguntas importantes y esperamos que puedan ser
respondidas pronto. Queremos que se haga justicia”, dijo Hodges.
La mujer murió a los diez minutos.
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