La presentadora entra por teléfono al programa, al que no quiso que fuese su actual pareja.
María Teresa Campos le había pedido que no se fuera a la isla. Edmundo Bigote Arrocet se empeñó y se marchó al programa Supervivientes.
Entonces la celebérrima presentadora le pidió que ni la nombrase. Y él ha cumplido porque de su boca no ha salido el nombre de ella. Pero, entretanto, la jefa del clan de las Campos, a punto de cumplir 76 años, ha sufrido una isquemia cerebral de la que ya se ha recuperado, mientras el humorista, de 67 años, ha sido desterrado a una isla a la espera de su expulsión.
Había llegado el momento de que ella se saltase sus propias normas y entrase en directo al programa: "Te quiero mucho. Cuídate. Te amo", se declaró anoche María Teresa Campos. Él, que aún ignora el ictus de su pareja, se quebró y no pudo ni hablar. Los audímetros enloquecieron.
Vaya Las Campos y sus historias para estar en el candelero. Mª Teresa si la hubieran dejado le contaría lo del Ictus y más cosas. No es un acto de amor sino de publicidad, quizá vea que habla poco de ella. No sé ella y sus hijas no son capaces de pasar desapercibidas.
El humorista chileno fue expulsado la semana pasada del concurso oficial, pero ahora permanece aislado en una casa en un árbol en una isla cercana de cayo Paloma, donde se encuentran los supervivientes de las eliminaciones y abandonos de Supervivientes. Solo, muy moreno y con una delgadez extrema, Arrocet asegura que está cumpliendo un sueño de soledad y meditación en la naturaleza.
El destierro de Arrocet ha marcado un récord de audiencia (27,3% de share el jueves pasado) y Telecinco decidió este domingo echar el resto, hacer la apuesta más esperada por la audiencia del programa: conectar a María Teresa Campos con Edmundo Arrocet. Un minuto de oro asegurado, ya que es conocido que ella se ha opuesto a la participación de su pareja en el reality, no quería verse mezclada en este programa, había pedido a Bigote que no la mentase y ahora mantenía al humorista ignaro de su accidente cerebrovascular.
El humorista chileno fue expulsado la semana pasada del concurso oficial,
pero ahora permanece aislado en una casa en un árbol en una isla
cercana de cayo Paloma, donde se encuentran los supervivientes de las
eliminaciones y abandonos de Supervivientes. Solo, muy moreno y
con una delgadez extrema, Arrocet asegura que está cumpliendo un sueño
de soledad y meditación en la naturaleza.
El humorista desconoce, por petición de la propia Campos, que la presentadora sufrió un ictus el pasado 16 de mayo. No sabe que le afectó a la vista, que estuvo internada, que los hijos del propio Arrocet han volado kilómetros para atender a la Campos... Ni idea. Y él solo se había referido a ella sin nombrarla para decir que es una mujer "muy delicada". Ella admitió que le había pedido que no hablase de ella durante su estancia en la isla, "por la repercusión que podía tener".
Por eso, cuando Sandra Barneda abrió micrófonos y dejó conversar a María Teresa Campos con Edmundo Arrocet, la audiencia del programa contuvo la respiración. "Hola Edmundo", dijo la presentadora en la conexión por teléfono Madrid-Honduras y al humorista se le iluminó la cara. "Hola morita", contestó él
Casi se o cuenta ella.Y una cosa, ¿Por qué entra Teresa los Domingos y no cuando está JJ Vázquez?
"Nada ha mermado lo que siento por ti y como yo no tengo incapacidad para sacar de mí los sentimientos, incapacidad que tú sí tienes, te digo adiós, te digo te quiero mucho y te digo cuídate, te amo".
Edmundo Arrocet, extremadamente delgado y quemado por el sol, se quebró.
Nada más pudo decir.
Solo pudo llorar, hacer pucheros, con una cámara a 20 centímetros de su cara, con música de llorar, sin palabras. María Teresa Campos está también emocionada. Tampoco puede hablar. Sandra Barneda despide: "Yo creo que todo está dicho, eres una valiente, me has emocionado".
Telerrealidad en estado puro. Un minuto de oro para explotar en el arsenal de programas de la cadena. La posterior expulsión del plató de Leticia Sabater fue un redoble final con platillo.
Entonces la celebérrima presentadora le pidió que ni la nombrase. Y él ha cumplido porque de su boca no ha salido el nombre de ella. Pero, entretanto, la jefa del clan de las Campos, a punto de cumplir 76 años, ha sufrido una isquemia cerebral de la que ya se ha recuperado, mientras el humorista, de 67 años, ha sido desterrado a una isla a la espera de su expulsión.
Había llegado el momento de que ella se saltase sus propias normas y entrase en directo al programa: "Te quiero mucho. Cuídate. Te amo", se declaró anoche María Teresa Campos. Él, que aún ignora el ictus de su pareja, se quebró y no pudo ni hablar. Los audímetros enloquecieron.
Vaya Las Campos y sus historias para estar en el candelero. Mª Teresa si la hubieran dejado le contaría lo del Ictus y más cosas. No es un acto de amor sino de publicidad, quizá vea que habla poco de ella. No sé ella y sus hijas no son capaces de pasar desapercibidas.
El humorista chileno fue expulsado la semana pasada del concurso oficial, pero ahora permanece aislado en una casa en un árbol en una isla cercana de cayo Paloma, donde se encuentran los supervivientes de las eliminaciones y abandonos de Supervivientes. Solo, muy moreno y con una delgadez extrema, Arrocet asegura que está cumpliendo un sueño de soledad y meditación en la naturaleza.
El destierro de Arrocet ha marcado un récord de audiencia (27,3% de share el jueves pasado) y Telecinco decidió este domingo echar el resto, hacer la apuesta más esperada por la audiencia del programa: conectar a María Teresa Campos con Edmundo Arrocet. Un minuto de oro asegurado, ya que es conocido que ella se ha opuesto a la participación de su pareja en el reality, no quería verse mezclada en este programa, había pedido a Bigote que no la mentase y ahora mantenía al humorista ignaro de su accidente cerebrovascular.
El humorista desconoce, por petición de la propia Campos, que la presentadora sufrió un ictus el pasado 16 de mayo. No sabe que le afectó a la vista, que estuvo internada, que los hijos del propio Arrocet han volado kilómetros para atender a la Campos... Ni idea. Y él solo se había referido a ella sin nombrarla para decir que es una mujer "muy delicada". Ella admitió que le había pedido que no hablase de ella durante su estancia en la isla, "por la repercusión que podía tener".
Por eso, cuando Sandra Barneda abrió micrófonos y dejó conversar a María Teresa Campos con Edmundo Arrocet, la audiencia del programa contuvo la respiración. "Hola Edmundo", dijo la presentadora en la conexión por teléfono Madrid-Honduras y al humorista se le iluminó la cara. "Hola morita", contestó él
"Nada ha mermado lo que siento por ti y como yo no tengo incapacidad para sacar de mí los sentimientos, incapacidad que tú sí tienes, te digo adiós, te digo te quiero mucho y te digo cuídate, te amo".
Edmundo Arrocet, extremadamente delgado y quemado por el sol, se quebró.
Nada más pudo decir.
Solo pudo llorar, hacer pucheros, con una cámara a 20 centímetros de su cara, con música de llorar, sin palabras. María Teresa Campos está también emocionada. Tampoco puede hablar. Sandra Barneda despide: "Yo creo que todo está dicho, eres una valiente, me has emocionado".
Telerrealidad en estado puro. Un minuto de oro para explotar en el arsenal de programas de la cadena. La posterior expulsión del plató de Leticia Sabater fue un redoble final con platillo.
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