El bello del movimiento fue también el más reflexivo. Esto es lo que pensaba sobre el último gran huracán del rock.
Chris Cornell durante una actuación de Soundgarden en Brasil, en 2014.GETTY
Chris Cornell era el bello del grunge,
el último gran movimiento del rock. Muy por encima de los otros dos
padres de este género nacido en Seattle, Kurt Cobain y Eddie Vedder. Pero era mucho más que el responsable de que una escena tan masculina
como el grunge atrajese al público femenino. Si Cobain eran las vísceras del movimiento y Vedder la intelectualidad, Cornell (que falleció a los 52 años el 17 de mayo de 2017) era la sensibilidad. Su grupo, Soundgarden, se llevó la peor parte a
nivel de ventas: tanto Nirvana como Pearl Jam fueron más populares. Pero
Cornell tenía la mente más abierta que sus compañeros. Fue el primero
que se lanzó en solitario (con el disco Euphoria morning, en
1999) con propuestas diferentes del movimiento. Incluso en sus más
recientes giras acústicas ha realizado versiones tan alejadas de lo que
surgió en los noventa en Seattle como Nothing Compares 2 U, de Prince; One, de U2, e incluso el famosísimo I Will Always Love You, que popularizó Whitney Houston en la banda sonora de El guardaespaldas.
También fue el primero en poner las cosas claras sobre lo que fue el grunge. Estas fueron sus reflexiones y sus lamentos respecto a lo que pasó en Seattle en los noventa: "De lo que me arrepiento cuando tocaba en Soundgarden o de todo lo que hice musicalmente en los 80, 90 fue que bebía un montón".
La primera portada de Nirvana para la revista 'Rolling Stone', en 1992. Cornell consideraba este momento clave en el 'grunge'.
"Hubo esa portada de Kurt Cobain con Nirvana de Rolling Stone
donde llevaba una camiseta que decía 'las revistas comerciales son una
mierda'. Pero al mismo tiempo el grupo había acordado presentarse para
una sesión de fotos. No tiene mucho sentido. Nosotros también tuvimos esa crisis". "Lo que recuerdo más allá de beber, es una resacaque no me dejaba ser feliz. Esto se convirtió en un obstáculo para ser creativo".
"Yo era el tío que siempre llegaba a tiempo, que me aseguraba de que las cosas se hicieran bien. Era muy responsable, pero tenía un problema: estaba bebiendo todo el tiempo". "Soundgarden fue la primera banda a la que se le
acercaron las grandes discográficas. Antes que a Nirvana o Pearl Jam. Luego empezamos a vender y todo se hizo comercial. Fue una transición
incómoda para todas las bandas de Seattle". "Cuando despegó todo el movimiento en Seattle, fue raro. Todos los de
allí estábamos fuera de la ciudad, de gira por Estados Unidos. Sin
embargo, un montón de bandas de otras zonas del país se estaban mudando a
Seattle. Pero allí ya no estábamos nosotros. Fue muy extraño". "Cuando nos enteramos de la muerte de Kurt, fue devastador.
De alguna manera nosotros, Soundgarden, nuestra música, lo que nosotros
tocábamos había salido de esa idea oscura, malhumorada, de ese
sentimiento de encontrarse mal. Fuimos una banda que creó ese estilo,
esa música, ese sello de música horrible, oscura. Y de repente Kurt
estaba muerto". "Si vas a una reunión de afectados por las drogas en cualquier ciudad
y cuentas 75 personas solo habrá dos músicos, el resto será de
cualquier profesión que puedas imaginar. Madres que lloran porque perdieron sus hijos,
mecánicos, obreros... es algo que pasa todo los días. La única
diferencia con un músico famoso es que de la otra persona no se habla en
la radio, no es un personaje público".
"No hago canciones para hacer declaraciones. Lo que busco es pintar con las letras, creando imágenes coloridas. Creo que es lo que la música debería ser". "Claro que he probado a escribir borracho. Pero me aseguraba de que nadie leyese esas letras. Eran basura. Las destruía todas". "Si soy un artista en solitario es porque quiero hacer algo diferente sin que el horario de otra persona me limite". "Un músico de verdad como Johnny Cash debe ser capaz de ir acompañado por un único instrumento y captar la atención del público durante dos horas".
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