Los miembros de 'El gusto es nuestro' regresan a México 20 años después con cuatro conciertos en la capital además de Guadalajara, Puebla y Monterrey.
Elena Reina
Llegaron a las tablas del Auditorio Nacional de México,
ataviados con chamarras de cuero y playeras negras, dispuestos a hablar
de sus conciertos.
Joan Manuel Serrat, Ana Belén, Miguel Ríos y Víctor Manuel regresan a la capital mexicana con la gira que fue capaz de llenar la Monumental hace 20 años.
Los de El Gusto es nuestro han vuelto, pero en su presentación se les cruzó Trump y la indignación mexicana.
Frente a ello, Ana Belén hizo un llamamiento a la resistencia y Serrat apuntó que "desgraciadamente hay gente que prefiere los muros a los caminos".
Después de su gira de aniversario por España y Colombia, llegarán a México con una amplia agenda de eventos que arranca en la capital (el 23, 24, 25 y 26 de febrero) y se va a Guadalajara (el 3 de marzo), Puebla (8 de marzo) y Monterrey (11 de marzo). " Sentimos que las canciones que cantamos son el hilo emocional de muchas vidas, de mucha gente y eso es una recompensa extraordinaria", reconoció Miguel Ríos.
Y añadió jocoso: "Dejé la residencia de la tercera edad, me acogieron ellos muy amablemente y es como estar en el recreo otra vez, como salir a jugar con los amigos a los que tanto quiero y respeto".
"México ha significado siempre nuestra casa. El agradecimiento que siempre hemos tenido a este país, a su generosidad desde que acogió a tantos exiliados españoles, al ser absolutamente firme en la defensa de esas ideas y lo que significaban esas personas.
Desde que puse los pies acá siento un agradecimiento absoluto", insistió Ana Belén, recientemente reconocida con un Goya de Honor por su trayectoria también como actriz.
La intérprete española fue la que comenzó hablando de Trump, evitando pronunciar su nombre: "De repente, nos encontramos con una situación en el mundo.
Ustedes la viven porque están aquí al lado, pero son demasiados toques los que se están dando en diferentes partes del mundo, también en Europa.
Esto nos sirve para que estemos alerta y con muchas ganas de resistencia, que también lo estamos".
"Resumiendo, lo que han decidido 60 millones de estadounidenses es regalarle una navaja de afeitar a un chimpancé", intervino, sin los miramientos de su esposa, Víctor Manuel.
Miguel Ríos añadió enfático: "Esto de que voy a hacer un muro y lo van a pagar ustedes es como si yo digo que voy a hacer un disco, para destrozarlo, con canciones de Alex Lora y encima lo va a pagar él.
Si no fuera tan dramático, sería una gran chorrada ["estupidez", tradujo al momento Serrat]".
Los cuatro artistas coincidieron en que la resistencia tiene que comenzar "en la calle".
Como demostraron los mexicanos, según recordó Ana Belén, el pasado día 12 de febrero.
"Lo interesante es que de pronto sea la gente la que le dicte qué hacer a sus gobernantes.
No es votar una vez cada seis años, es votar todos los días", anotó Ríos.
Y remató: "Si no decimos lo que no queremos por nuestra propia dignidad, vamos muy mal.
Nuestra respuesta tiene que ser todavía mucho más dura y más valiente. Y decirles: Oiga, en mi hambre mando yo".
Durante su presentación de la gira en la Ciudad de México casi no se habló de su espectáculo, que nació por la reedición del disco de aquella gira de 1997 que recogía los éxitos de todos ellos, parte de la banda sonora vital de miles de españoles y latinoamericanos. Desde el famoso Bienvenidos (de Ríos), pasando por Solo pienso en ti (de Víctor Manuel), Contamíname, Penélope, La puerta de Alcalá o Mediterráneo (que Serrat ha convertido en un símbolo contra la crisis de refugiados en Europa).
—¿Y qué van a hacer en su espectáculo?
—Le mentaremos la madre a Trump. Y ya está.— exclamó burlón Miguel Ríos.
Serrat quiso precisar: "La sorpresa del show es que sigamos vivos, a nuestra edad, Y en perfecto estado de revista".
Joan Manuel Serrat, Ana Belén, Miguel Ríos y Víctor Manuel regresan a la capital mexicana con la gira que fue capaz de llenar la Monumental hace 20 años.
Los de El Gusto es nuestro han vuelto, pero en su presentación se les cruzó Trump y la indignación mexicana.
Frente a ello, Ana Belén hizo un llamamiento a la resistencia y Serrat apuntó que "desgraciadamente hay gente que prefiere los muros a los caminos".
Después de su gira de aniversario por España y Colombia, llegarán a México con una amplia agenda de eventos que arranca en la capital (el 23, 24, 25 y 26 de febrero) y se va a Guadalajara (el 3 de marzo), Puebla (8 de marzo) y Monterrey (11 de marzo). " Sentimos que las canciones que cantamos son el hilo emocional de muchas vidas, de mucha gente y eso es una recompensa extraordinaria", reconoció Miguel Ríos.
Y añadió jocoso: "Dejé la residencia de la tercera edad, me acogieron ellos muy amablemente y es como estar en el recreo otra vez, como salir a jugar con los amigos a los que tanto quiero y respeto".
"México ha significado siempre nuestra casa. El agradecimiento que siempre hemos tenido a este país, a su generosidad desde que acogió a tantos exiliados españoles, al ser absolutamente firme en la defensa de esas ideas y lo que significaban esas personas.
Desde que puse los pies acá siento un agradecimiento absoluto", insistió Ana Belén, recientemente reconocida con un Goya de Honor por su trayectoria también como actriz.
La intérprete española fue la que comenzó hablando de Trump, evitando pronunciar su nombre: "De repente, nos encontramos con una situación en el mundo.
Ustedes la viven porque están aquí al lado, pero son demasiados toques los que se están dando en diferentes partes del mundo, también en Europa.
Esto nos sirve para que estemos alerta y con muchas ganas de resistencia, que también lo estamos".
"Resumiendo, lo que han decidido 60 millones de estadounidenses es regalarle una navaja de afeitar a un chimpancé", intervino, sin los miramientos de su esposa, Víctor Manuel.
Miguel Ríos añadió enfático: "Esto de que voy a hacer un muro y lo van a pagar ustedes es como si yo digo que voy a hacer un disco, para destrozarlo, con canciones de Alex Lora y encima lo va a pagar él.
Si no fuera tan dramático, sería una gran chorrada ["estupidez", tradujo al momento Serrat]".
Los cuatro artistas coincidieron en que la resistencia tiene que comenzar "en la calle".
Como demostraron los mexicanos, según recordó Ana Belén, el pasado día 12 de febrero.
"Lo interesante es que de pronto sea la gente la que le dicte qué hacer a sus gobernantes.
No es votar una vez cada seis años, es votar todos los días", anotó Ríos.
Y remató: "Si no decimos lo que no queremos por nuestra propia dignidad, vamos muy mal.
Nuestra respuesta tiene que ser todavía mucho más dura y más valiente. Y decirles: Oiga, en mi hambre mando yo".
Durante su presentación de la gira en la Ciudad de México casi no se habló de su espectáculo, que nació por la reedición del disco de aquella gira de 1997 que recogía los éxitos de todos ellos, parte de la banda sonora vital de miles de españoles y latinoamericanos. Desde el famoso Bienvenidos (de Ríos), pasando por Solo pienso en ti (de Víctor Manuel), Contamíname, Penélope, La puerta de Alcalá o Mediterráneo (que Serrat ha convertido en un símbolo contra la crisis de refugiados en Europa).
—¿Y qué van a hacer en su espectáculo?
—Le mentaremos la madre a Trump. Y ya está.— exclamó burlón Miguel Ríos.
Serrat quiso precisar: "La sorpresa del show es que sigamos vivos, a nuestra edad, Y en perfecto estado de revista".
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