Los peor vestidos de la historia de los Oscar

No es una cuestión de tendencias ni del paso del tiempo. Repasamos el vestuario que actores y actrices nunca deberían haber lucido en la alfombra roja de los premios de la Academia.

Bjork, a su llegada a la ceremonia de los Oscar de 2001, sorprendió a todos con su vestido cisne. Una prenda creada por Marjan Pejoski que ha llegado a estar expuesta en la restrospectiva sobre la cantante que hizo el MoMA de Nueva York.

 

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  El estilo gótico de Gwyneth Paltrow con un vestido del diseñador Alexander McQueen en 2002.

   

  
  

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  Demi Moore, con un vestido corto con encaje y cola, junto a su entonces marido, el actor Bruce Willis, en la alfombra roja de los Oscar de 1989.

   

   

  El actor Russell Crowe, en la gala de 2001. 

   
  

  Uma Thurman, vestida con un traje de Christian Lacroix con aires de Heidi, en la ceremonia de los Oscar en 2004.

   

  

  En la edición de los premios Oscar de 200, Angelia Jolie se llevó la estatuilla como mejor actriz de reparto.

   Y también, se colocó como una de las peores vestidas de la noche con un vestido negro de manga larga al más puro estilo de Morticia Adams. 

  
  

  La modelo Tyra Banks en el año 2000.  

   

  
  

   
  

  La actriz Faith Hill con un vestido multicolor de Sherbert Dib Dab en 2002.

   

  

  Geena Davis, con un vestido asimétrico de volantes, en 1992. El traje era de los diseñadores de disfraces Ruth Meyers y Bill Hargate.

   

  La actriz Amy Adams asistiendo a la ceremonia de entrega de los premios Oscar en el Kodak Theatre de Hollywood. Nominada a un Oscar como mejor actriz de reparto, se vistió con un Carolina Herrera poco favorecer para la ocasión.

   

   

  La actriz y cantante Cher, en la entrega de los premios Oscar de 1987. En la imagen con el premio por su actuación con ''Hechizo de luna''.  

   
  

   Charlize Therone suele colarse en la lista de las mejor vestidas, excepto en la ceremonia de los Oscar de 2010.

   

  Hillary Swankl en 203, vestida de Dior con un traje rosa de tafetán.  

  
  

   Susan Sarandon se llevó las buenas críticas por su papel en 'Pena de muerte', pero no por su vestido de satén marrón con  

   

   

   

  En 1995 la diseñadora australiana Lizzy Gardiner acaparó todas las miradas sobre la alfombra roja, y no por su atinado atuendo. El vestido realizado con tarjetas American Express es catalogado como uno de los más feos de la historia.

   

   

  

  Barbra Streisand, en la gala de los Oscar de 1992.

   

   
  

  Kim Basinger, junto a su hermano en la ceremonia de 1990. El vestido blanco con una sola manga fue una decisión poco acertada.  

   
  

  Kate Hudsonand casi siempre suele atinar en la alfombra roja, pero su vestido en la gala de 2001 su elección fue un total desacierto. En la imagen junto con su exesposo.